jueves, 5 de mayo de 2016

ABC:Así vivía una familia de lujo romana en Pompeya


Pompeya continua asombrando. Por primera vez se ha abierto al público la Villa Imperial, lujosa residencia construida en el siglo I d.C., con vista sobre el golfo de Nápoles. De grandes dimensiones, esta villa conserva uno de los mayores y más bellos ejemplos de pintura pompeyana. En la residencia se refleja el lujo en el que vivía una familia rica en su ambiente y con los objetos de la vida cotidiana: braseros y lámparas de bronce, platos de cerámica...

En sus salas se ha reconstruido un triclinio, el comedor con extraordinarios frescos, con muebles y diversos objetos. En sus salones la vida transcurría entre el ocio y los encuentros diarios que el propietario de la residencia tenía con sus clientes y empleados que venían desde el campo a rendir pleitesía al patrón. Esta Villa Imperial constituye un modelo de la reconstrucción que se está haciendo en Pompeya, donde se pueden admirar sugestivas residencias con ambientes domésticos de la vida cotidiana de la ciudad romana destruida por la erupción del Vesubio en el 79 d.C.

En esta Pompeya mágica, que sigue abriendo nuevos espacios, renace el Antiquarium: Un espacio dedicado a museo que se había cerrado en el 1980 por los daños causados por un terremoto. Reabre después de 36 años con una gran exposición titulada «Por gracia recibida. La devoción religiosa antigua y moderna en Pompeya». Desde tiempo inmemorial, las ofrendas de los fieles a Dios y a los santos por haberles escuchado en sus peticiones y oraciones eran acompañadas con una fórmula: “Por gracia recibida”. La exposición profundiza en esta relación íntima y personal del hombre con lo trascendente, que se perpetúa a través de los siglos, desde el mundo antiguo pagano hasta nuestros días con la tradición cristiana.

Ex voto suscepto» («según promesa hecha») era la antigua fórmula latina para expresar la gratitud a las divinidades paganas. La oración y agradecimiento a menudo se acompañaba de un voto: Una promesa para obtener una determinada gracia (salud, protección, bienestar para las personas queridas).

Exvotos en los templos
Hoy seguimos viendo en iglesias y santuarios exvotos colgados en los muros o capillas de los templos: Ofrendas o dones, como una muleta, figuras de cera, cuadros, etc., que los fieles dedican a Dios, a la Virgen o a un santo como recuerdo de un milagro o beneficio recibido por el fiel o un pariente.

Ahora, por primera vez en una exposición, se muestran las ofrendas y rituales que los romanos de Pompeya donaban a las divinidades paganas y se comparan con los dones que los cristianos, todavía hoy, ofrecen al Santuario de la Virgen del Rosario, el principal lugar de culto católico de Pompeya. Se puede comprobar el gran paralelismo que, cambiando la época y las religiones, se perpetúa en un ritual y muestras de ofrendas votivas idénticas en las formas. Estatuillas, quemadores de incienso y bustos eran algunos de los dones a Marte, Apolo, Minerva y a Venus, ésta última diosa protectora por antonomasia de Pompeya y de los pompeyanos. Incluso Nerón y Poppea Sabina, su segunda mujer, le enviaron ofrenda «Ex voto suscepto». El primero envió una lámpara de oro que pesaba unos tres kilos, mientras Poppea mandó un collar enriquecido con una esmeralda y una perla.


En definitiva, la exposición «Por gracia recibida» permite hacer un extraordinario recorrido en la relación del hombre y lo divino, entre el mundo antiguo pagano y el cristiano, en una sorprendente continuidad de expresión en el respeto de la profunda diversidad de la dos religiones.