viernes, 31 de mayo de 2019

El País:Bulos de la antigua Roma: mentiras de hace 2.000 años


Cierre los ojos y piense en Nerón. Quizá le venga a la mente la imagen de un emperador con aire perturbado y de pelo rizado, que toca la lira mientras observa cómo el fuego devora Roma. Es la interpretación que la película Quo Vadis (1951) hizo del incendio que arrasó la capital del imperio en el año 64 d. C., con el actor Peter Ustinov en el papel de Princeps. Pero Nerón no se encontraba ese día en Roma: las fuentes lo sitúan en Antium. E incluso la arqueología ha demostrado que el incendio fue fortuito. “Se produjo el efecto del teléfono escacharrado: hubo un rumor de que Nerón había sido visto en un jardín de la ciudad, después alguien oyó que observaba el fuego desde una torre y años después el emperador tocaba la lira desde el palacio imperial mientras la ciudad ardía, pero la realidad no tiene nada que ver con esta versión”, defiende el arqueólogo Néstor F. Marqués, que acaba de publicar el libro Fake News de la antigua Roma. Engaños, propaganda y mentiras de hace 2000 años (Espasa).

No es la única distorsión de la historia que ha llegado hasta el imaginario colectivo del siglo XXI. “Sobre el mundo romano se han creado muchos bulos, algunos los generaron los propios romanos por intereses políticos para perjudicar, por ejemplo, a un emperador y ensalzar a otro, pero también hay historias que se han ido deformando con el paso del tiempo”, apunta Marqués, autor de Un año en la antigua Roma. La vida cotidiana de los romanos a través de su calendario (Espasa, 2018) y creador del proyecto de divulgación histórica Antigua Roma al día.

Y muchas de esas falsas historias o imágenes desfiguradas de la sociedad romana han perdurado por obra y gracia de Hollywood. Por ejemplo, las desiguales peleas de gladiadores en las que un solo hombre se enfrenta a musculosos luchadores y que incluyen errores como el de la película Pompeya (2014), donde un gladiador usa un mangual, una especie de bola con pinchos que solo comienza a fabricarse en la Edad Media. Otro ejemplo son los asesinatos de cristianos devorados por los leones. “Esta condena existió pero solo para determinados delitos, no por cuestiones religiosas”, señala Marqués, que cree que hay “mucho mito” en las persecuciones de cristianos. “En tres siglos, fueron condenados unos cientos, concentrados en un periodo de 13 años. E incluso en los edictos romanos contra los cristianos se decía claramente que no hubiera derramamientos de sangre si no era necesario”.

Aunque el bulo por excelencia sobre la antigua Roma es, según este arqueólogo, la relación entre el mundo romano y las bacanales, “esa imagen de gente comiendo de forma voraz que participa en orgías”. “El tema de las bacanalia no tiene nada que ver con este concepto, sino que eran rituales religiosos dedicados a Baco, el dios del vino”, explica Marqués. La mentira se gestó en el año 186 a. C. cuando el cónsul Postumio, al ver que los hombres se integraban en este ritual religioso que antes solo practicaban las mujeres, vio peligrar el poder del Senado. “Hizo una caza de brujas. Se difundió la falsedad de que en esas celebraciones, en las que se conectaba con Baco a través de la danza y la música, había sexo grupal y asesinatos, por lo que se convenció al pueblo de que lo que allí se hacía era terrible e incluso se ejecutó a muchos de sus seguidores para reducir el culto a este dios”, añade.

Entre las monstruosas imágenes creadas por la desinformación, Néstor F. Marqués destaca, además de la del pirómano Nerón, la del estúpido Claudio o los inhumanos Domiciano, Calígula y Cómodo. Fueron emperadores víctimas de la damnatio memoriae (condena de la memoria). Los historiadores Suetonio y Tácito presentaron a Domiciano, por ejemplo, como un vil villano, en contraposición con Trajano, “porque el objetivo era engrandecer la figura de este último”, explica Marqués. “Recientemente las novelas de Santiago Posteguillo han recogido esta imagen”, añade. Sin embargo, según explica, sobre Domiciano hay muy pocas fuentes, prácticamente solo las que escribieron sus enemigos. “Es como si de la España franquista, 2.000 mil años después solo se conservara el NODO, por lo que todo el mundo pensaría que la dictadura de Franco fue una época gloriosa”, usa como ejemplo el historiador. Sin embargo, en las pocas fuentes sobre Domiciano, como las arqueológicas, se encuentran elementos que sugieren que fue “un gobernador muy eficiente, que primó el bienestar de los romanos y dejó las arcas llenas”.

Pero si alguien fue maltratado por los bulos romanos fue Livia, la esposa del emperador Augusto. Su caso es paradigmático de cómo la sociedad romana trataba a las mujeres. Según este divulgador de historia, Livia fue la primera mujer con poder en Roma. “Se liberó de la opresión de los hombres, gracias a su matrimonio con Augusto, y fue muy querida por el pueblo, tanto, que estuvieron a punto de darle el honorable título de mater patriae [madre de la patria]. Por lo tanto, tenía que ser presentada como una persona horrible, porque de otra manera una mujer no habría llegado tan alto”, apunta. El historiador Tácito atribuyó con rumores a Livia los asesinatos de los descendientes de Augusto convirtiéndola en la “madrastra envenenadora”, una figura, la de la madrastra, que ya en Roma se asociaba —al igual que ha hecho Disney— a un concepto negativo. E incluso deslizó que habría podido ser la responsable de la muerte del gran Augusto, unas acusaciones que han llegado hasta nuestros días a través de la novela Yo Claudio, de Robert Graves, convertida después por la BBC en una serie de culto. “Pero si murió a los 75 años, ¿por qué Livia habría esperado tanto?”, se pregunta Marqués.

Y además de las mentiras y rumores, Roma se sirvió de una eficaz propaganda. La Eneida, más allá de su indudable valor literario “es una obra pagada por el mecenazgo del emperador Augusto con el fin de convencer al pueblo de que debían entregarle todo el poder a él y de que esa acción les convenía”, subraya Marqués.

¿Se puede, entonces, llegar a conocer lo que verdaderamente ocurrió en la antigua Roma? Según Marqués, hay que conformarse con “unir algunas piezas dispersas” e intentar tener una idea aproximada del pasado. Porque la historia —la antigua y la reciente— “es un intricado conjunto de hechos, mentiras y opiniones que se entremezclan en un gran sistema, a menudo, difícil de comprender”. Y advierte al lector contemporáneo: “Somos un reflejo de nuestros antepasados. Nihil sub Sole novum (nada nuevo bajo el sol)”.

jueves, 30 de mayo de 2019

National Geographic:Los antiguos egipcios cultivaban y comían sandías


Cuando llega el calor estival, uno de los mayores placeres que se pueden disfrutar y una excelente forma de refrescarse es comer una rodaja de sandía bien fresca. Pero no somos nosotros los únicos que pensamos así, hace miles de años en el antiguo Egipto la gente, al parecer, hacía lo mismo. Eso es lo que se desprende de un reciente estudio publicado por la botánica alemana Susanne Renner, de la Universidad de Múnich, en la revista científica bioRxiv.

Algunas pinturas descubiertas en al menos tres tumbas egipcias representan lo que, según los especialistas, parecen ser, sin duda, sandías (una de ellas incluso tiene la piel recorrida por bandas de color verdoso, como algunas de las variedades modernas). En el siglo XIX se encontraron hojas de sandía en una tumba, enterradas junto a una momia, que fueron enviadas en 1876 al botánico inglés Joseph Hooker, responsable del jardín botánico de Kew, en Londres.

En busca de las sandías egipcias

La botánica Susanne Renner ha querido investigar estas hojas para, mediante un análisis de ADN, conocer el aspecto de estas antiguas sandías egipcias. Para ello solicitó a Mark Nesbitt, botánico del jardín de Kew, una muestra de las milenarias hojas. Renner y su equipo secuenciaron el ADN en los laboratorios de la Universidad de Oxford y lo compararon con seis parientes cercanos de las sandías actuales (la mayoría de ellos de carne blanca y sabor amargo). Los investigadores sólo fueron capaces de conseguir una secuencia parcial del genoma, pero ésta incluía dos genes cruciales que revelaron cómo eran las sandías egipcias. Al parecer su carne era al menos tan dulce como la de las sandías actuales y del mismo color rojo que las que disfrutamos hoy. Lo que el análisis no ha podido determinar es el tamaño y la forma de estas frutas, pero las pinturas de las tumbas pueden informarnos al respecto. Al parecer tenían una forma alargada, muy parecida a la de las sandías modernas.

El estudio también ha constatado que las sandías egipcias estaban estrechamente relacionadas con las que aún se cultivan en la zona de Darfur, en Sudán, que tienen la carne blanca y un sabor dulce –éstas, al parecer, evolucionaron de algunas variedades salvajes africanas con un sabor más amargo–. Esto sugiere que las sandías fueron primero cultivadas por los agricultores de esta región y que, desde aquí, su cultivo se distribuyó hacia el norte, a lo largo del Nilo, y por el camino se fueron introduciendo mejoras, como la carne roja tan característica de esta fruta tan apreciada.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Los molinos andalusíes y romanos de La Corta, posibles singularidades arqueológicas mundiales


Un estudio va a determinar el alcance internacional del molino de época romana del yacimiento de la barriada rural de La Corta, en Jerez, según ha informado la delegada de la Junta en Cádiz, Ana Mestre, en una visita realizada a este enclave con la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico, Mercedes Colombo. En una nota, ha señalado que “es una gran responsabilidad y un orgullo poder contar con estos restos arqueológicos en Jerez y defenderlos para preservarlos, para hacer Historia“. En este contexto, ha valorado que, en el desarrollo de unas obras de recuperación y conservación del cauce del río Guadalete que se están acometiendo, los técnicos hayan hallado los restos de un molino singular de época romana y otras construcciones hidráulicas que aportan relevancia al patrimonio sociocultural e histórico de esta zona.

Aunque continúan las investigaciones, los trabajos arqueológicos en La Corta han permitido el redescubrimiento de algunas estructuras constructivas y el hallazgo de otras que no se conocían. Los resultados preliminares destacan el registro histórico y novedoso de molinos hidráulicos en la margen derecha del curso bajo del río, con sistemas técnicos complejos y diversos y con una secuencia cronológica inicial que comprende desde la época romana y el mundo andalusí a etapas posteriores hasta el siglo XVIII.

En este sentido, Ana Mestre ha destacado la profesionalidad y el empeño de las delegaciones de la Junta que trabajan en materia de Desarrollo Sostenible y de Cultura y Patrimonio Histórico y de sus colaboradores. Ambas delegaciones mantienen una plena comunicación y asistencia mutua desde el inicio del proyecto. Igualmente, ha hecho referencia al acotamiento de la zona y ha indicado que se va a trabajar con técnicos de la Universidad de Cádiz (UCA) para valorar la singularidad de las estructuras de este yacimiento y “hablar de hallazgos, de lo que pueden ser, de iconos de nuestra Historia y de nuestra Arqueología“.

En concreto, se continúa con la investigación para seguir documentando e informar con más precisión sobre lo descubierto, para determinar la singularidad mundial de esta estructura de molienda. Entre otras cuestiones, se confirmará si una figura en relieve encontrada en el sillar del canal de agua que surtía el molino es una representación de una deidad romana, la diosa Ceres.

La delegada de la Junta ha añadido que “hay que preservar la Historia y el interés desde la Junta de Andalucía es conservar este yacimiento”. Asimismo, ha hecho referencia al potencial turístico de este enclave y “a la puesta en valor del patrimonio para que pueda ser de disfrute de todo el mundo”.

Ana Mestre ha insistido en resaltar que “se trabajará una vez que se tengan los estudios y conclusiones en su promoción y en acciones que abunden en el beneficio de dicho hallazgo”, afirmando que “desde la Junta de Andalucía se propiciará que este descubrimiento sea un referente y un atractivo cultural más de nuestra provincia”.

Por otra parte, desde la Junta se ha informado de que se va a iniciar el trámite para la inclusión de las estructuras de molinos de la Corta del Guadalete en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como bienes de catalogación general. A esto se añade la reciente inclusión del puente de la Cartuja en este Catálogo.

Las novedades arqueológicas en La Corta se sumarían a otros bienes culturales históricos existentes en torno al río, como el Monasterio y el puente de La Cartuja, configurando así una zona patrimonial con alto valor para el uso y disfrute de la población, asociada a un espacio de gran interés paisajístico y ambiental, el río Guadalete.

martes, 28 de mayo de 2019

El País:La ciudad milenaria que desapareció en Albacete


El altozano se eleva unos 70 metros sobre la llanura de Hellín (Albacete). Se extiende por nueve hectáreas y, aunque solo se han excavado el 7%, es capaz de agrupar en tan pequeño espacio las principales culturas que han pasado por la Península: del Neolítico a los musulmanes, incluyendo a los íberos, romanos o visigodos. Se llama el Tolmo de Minateda y la Junta de Castilla-La Mancha lo acaba de convertir en parque arqueológico, el primero donde se puede observar resuelto el rompecabezas de letras romanas que coronaba una muralla que erigió el emperador Augusto. Una fortísima tormenta en otoño de 1987 desenterró esta desconocida ciudad, de la que se ignora hasta el nombre, y en la que los expertos llevan trabajando más de 30 años. Ocupaba un lugar estratégico entre la Meseta y el Mediterráneo, fue triplemente amurallada y contaba con un gran complejo episcopal, templos, barrios, foros, mezquitas, plazas... Pero un día, desapareció. ¿Por un terremoto?


Nadie está seguro del nombre que recibía el municipio que los romanos levantaron el año 9 antes de Cristo sobre un gran peñasco ocupado antes por los íberos, aunque su nombre más probable podría ser Ilunum. En lo que sí coinciden los expertos es que se trata de un yacimiento “peculiar que ha traído y traerá muchas sorpresas en el futuro”, como el impresionante sarcófago romano que en 1834 halló el canónigo Juan Lozano y que hoy se encuentra en la Real Academia de la Historia. Porque el tolmo ha sido excavado, con mayor o menor fortuna, en los siglos XIX y XX. Cada campaña traía un nuevo descubrimiento; como en 1914, cuando se hallaron pinturas rupestres levantinas en el Abrigo Grande de Minateda, a unos 500 metros del Tolmo, y que hoy forman parte del parque arqueológico.
En 1942 se realizó la primera campaña de investigaciones más o menos estructurada, pero sus resultados no han llegado completos. Los libros de excavación se han perdido y eso que se han expurgado los archivos del Museo Arqueológico Nacional. En 1987, una riada produjo un enorme desprendimiento que devolvió a la luz, cientos de grandes sillares con letras latinas, de unos 22 centímetros de altura,Al año siguiente, y dada la magnitud de lo desenterrado, se comenzó un proyecto de excavación, que aún se prolonga, y con el que se logró una visión general de la historia de lo que el enorme peñasco ocultaba. “Hallamos cinco sillares con inscripciones en el derrumbe [medio centenar de letras], más otra piedra que se había utilizado para levantar una presa cercana en el siglo XIX también con el mismo tipo de caracteres”, explica Lorenzo Abad, catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante. Con estos escasos signos, los especialistas fueron capaces de reconstruir toda la inscripción, con más de un centenar de elementos. En ella se menciona al emperador Augusto, a su sobrino Nerón Claudio Druso y posiblemente también a su otro sobrino Lucio Domicio Ahenobarbo. Y, además, la fecha exacta del momento en el que la ciudad se convirtió en municipium romano: los últimos meses de nuestro año 9 antes de Cristo.
El friso con la inscripción estaba colocado sobre la puerta de entrada a la ciudad, en una muralla, que a su vez abrazaba otra íbera anterior. Pero al seguir excavando, los especialistas descubrieron que estos sillares no se habían desprendido de la muralla imperial romana, sino que habían sido reutilizados, a su vez, por los visigodos para levantar otro baluarte que corría exterior a los paños romanos.

En la parte superior del tolmo, como muestra de su ocupación por diferentes culturas, una basílica visigoda, un complejo episcopal, un barrio musulmán, así como necrópolis en la base del otero, que incluyen la aparición de tres monumentos funerarios de la última década del siglo I antes de nuestra era. Pablo Cánovas, arqueólogo y director del parque, admite que "el yacimiento "es una caja de sorpresas". "Aún falta por encontrar el foro romano, el templo, la mezquita musulmana...", sonríe.

El Tolmo de Minateda se ha convertido en estos últimos años en un referente para los investigadores de la Alta Edad Media. Es de los pocos lugares en los que se conserva una secuencia completa entre los siglos VI y IX, por lo que resulta un laboratorio idóneo para comparar los modos de vida de esta época oscura, así como la convivencia y el cambio cultural entre el cristianismo y el islam.

Los especialistas creen que el municipio sufrió en el siglo VIII un tremendo terremoto -la zona sureste de la Península es área sísimica-, aunque los musulmanes reconstruyeron la muralla con una albarrada en el IX. No hay una respuesta a por qué la ciudad desapareció, aunque se maneja la hipótesis de que sus habitantes fueron obligados a trasladarse a la recién fundada ciudad de Murcia, teniendo en cuenta que fue levantada en un cruce de caminos (junto a ella pasaba la vía romana que unía las actuales Alcalá de Henares y Cartagena, y que en época visigoda fue extendida hasta su capital, Toledo), explica Abad. La calzada romana, que conectaba la Meseta con el Mediterráneo y que en muchos tramos coincide con la A-30, es visible junto al Tolmo, así como las ruedas de los carros que durante siglos la transitaron.

Ahora el complejo arqueológico es visitable después de tres décadas de trabajos. "Queda por hacer mucho", admite Blanco Gamo, conservadora del Museo de Albacete, en el cual los arqueólogos que habían trabajado en los siglos XIX y XX, fueron depositando piezas sin conocer exactamente lo que hallaban bajo sus pies, hasta que una riada obligó investigar con técnicas actuales un altozano en mitad de la llanura de Hellín y que ha permitido desentrañar el sorprendente puzle histórico. 

lunes, 27 de mayo de 2019

ABC:Aparece en el subsuelo de Roma una singular estatua de la época imperial


Eterna sorpresa en Roma, cuyo subsuelo sigue ofreciendo maravillas y emociones cada día. La última se ha producido este viernes, con la aparición de una bella cabeza de estatua de mármol blanco de la época imperial (entre el siglo I a.C y el V d.C.) en óptimas condiciones de conservación. Ha sido encontrada casualmente durante las excavaciones que se realizan en Via Alessandrina para reunificar los dos sectores del Foro Trajano, a los pies del Campidoglio, una de las siete colinas de Roma, donde hoy se encuentra el ayuntamiento de la capital.

La cabeza, con la boca semiabierta y el cabello que recae sobre la nuca, muestra facciones delicadas que parecen femeninas, pero se trata de una figura masculina, que representaría una divinidad, según Claudio Parisi, director de los Museos arqueológicos: «Pensamos que se trata del dios Dionisio. En efecto, sobre la cabeza tiene una cinta decorada con dos flores típicamente de culto dionisíaco, el corimbo. Los ojos huecos probablemente estaban hechos con pasta de vidrio o piedras preciosas. Todo lo cual nos lleva a los primeros años del imperio», ha explicado Claudio Parisi.

El director de los Museos arqueológicos recuerda que el subsuelo romano «conserva muchos tesoros» y en este caso confía que en la misma zona, a los pies del Campidoglio, aparezcan «otros fragmentos de la estatua» para una eventual reconstrucción.

El descubrimiento se considera excepcional, porque además la excavación se realiza en un contexto posterior a la Roma antigua, pues Via Alessandrina fue construida en el siglo XVI, en el área de los Foros Imperiales y completamente destruida por la apertura de via del Imperio, realizada por orden de Mussolini e inaugurada en 1932, hoy via de los Foros Imperiales. «Los arqueólogos estaban excavando un muro medieval cuando les apareció una cabeza de mármol blanco. Se encontraba incrustada en la pared, utilizada como material de construcción, como a menudo sucedía en la época medieval», escribe en su página de Facebook el Parque Arqueológico del Coliseo. Extraída del subsuelo, se ha reflejado su gran belleza.

«Nos hace pensar en el mejor periodo de la escultura romana», afirma Claudio Parisi. Para alegría de los arqueólogos y autoridades municipales que le han dado una cálida bienvenida en su incorporación al patrimonio de Roma, comenzando por la alcaldesa, Virginia Raggi, que ha escrito en Twitter; «Roma sorprende y nos regala emociones cada día».

sábado, 25 de mayo de 2019

Descubren el foso del campamento militar romano de Tamuda en Marruecos


Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) en España lideran la última campaña arqueológica en el descubrimiento de foso del campamento militar romano en el yacimiento de Tamuda, en el marco de sus estudios e investigaciones en el norte de Marruecos a lo largo de la última década. Cuentan con el apoyo del programa de Ayudas a Proyectos Arqueológicos en el Exterior del Ministerio de Cultura, la Fundación PALARQ, el Aula Universitaria del Estrecho de la UCA y varios proyectos del grupo de investigación HUM-440 del PAIDI de la Junta de Andalucía.

Las excavaciones han tenido dos objetivos primordiales, como ha explicado el coordinador de España, el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal: el estudio de foso del campamento romano, cuyos primeros indicios se descubrieron durante la pasada anualidad, y los trabajos de campo en la zona del denominado Barrio Oriental de la ciudad mauritana, donde “se ha podido documentar una destrucción generalizada del yacimiento en el segundo cuarto del siglo I a.C”.

Este hallazgo es el primero que se ha reconocido arqueológicamente en Marruecos, de ahí su interés. Se trata de un posible vallum (fortificaciones) realizado en la primera época de este castellum (fortín militar romano), durante la fase de provincialización y creación de la Mauretania Tingitana, en época del emperador Claudio, a mediados del siglo I d.C. Este tipo de estructuras poliorcéticas, consistentes en la ejecución de una zanja perimetral en torno al recinto campamental, son habituales en las estrategias defensivas romanas. El próximo paso será, como indica el profesor Bernal, la ejecución de diversos transectos (zanjas) perpendiculares a la línea oriental de la muralla del campamento para verificar su existencia.

En segundo término, se han estudiado los restos del Barrio Oriental, a través de diversas habitaciones halladas, en cuyo interior han aparecido los techos desplomados y los tabiques demolidos intencionalmente. Además, en palabras del investigador responsable, “la cantidad de objetos abandonados de manera precipitada en su interior, completos en su mayor parte, verifican el carácter apresurado del abandono por parte de la población local mauritana ante un evento traumático. Es posible que nos encontremos ante las primeras evidencias de la presencia de Sertorio en estas tierras africanas”, o bien “ante un episodio de castigo a la ciudad de Tamuda por parte de algunos de los monarcas mauritanos”, pues en esta época del siglo I a.C. fueron múltiples las disputas entre los reyes de la Mauretania Occidental, procesos que pudieron haber afectado a la ciudad, generando una tabula rasa. Además, se está desarrollando el estudio, actualmente en curso, de los objetos hallados en el interior de las habitaciones, completos pero muy fragmentados, lo cual ha requerido la ejecución de complejos procesos de restauración in situ del mobiliario aparecido. Especialmente, unas ánforas de transporte, que constituyen uno de los mejores conjuntos mediterráneos para el conocimiento de las ánforas de producción local/regional mauritana, cuya futura publicación aportará múltiples novedades de interés sobre la economía y el comercio fluvio-marítimo de estas comunidades prerromanas.

Este proyecto representa uno de los escasos programas bilaterales estables y de larga duración de cooperación marroco-española, a través de un convenio bilateral entre la Direction du Patrimoine del Ministerio de Cultura de Marruecos y la institución universitaria gaditana, coordinado por parte española por el profesor Darío Bernal Casasola, catedrático de Arqueología del departamento de Historia, Geografía y Filosofía. Es, hasta la fecha, el que ha desarrollado una actividad continuada de investigaciones desde el descubrimiento y excavación del mismo a cargo de Cesar Luis de Montalbán en 1921.

Asimismo, es destacable la faceta formativa, ya que los trabajos de campo y de gabinete permiten la compatibilidad de las tareas investigadoras con las docentes. Participan alumnado, doctorandos e investigadores jóvenes de máster y doctorado y de diversas nacionalidades (española y marroquí preferentemente, junto a personal procedente de Argentina, Colombia, Ecuador o Méjico), “convirtiendo a este importante yacimiento preislámico marroquí en un activo laboratorio internacional  de formación arqueológica”, ha concluido Darío Bernal. (Fuente: UCA / Fundación Descubre)

viernes, 24 de mayo de 2019

ABC:Las monedas que explicarán la caída del Imperio romano


Si aún quedan lagunas de conocimiento en torno a la crisis y descomposición del Imperio Romano, entre los siglos III y IV d.C, cuando el emperador Diocleciano inauguró la forma de gobierno denominada como Tetrarquía -en la que cuatro personas (tetrarcas) se repartían el poder-, quizás puedan ser completadas a raíz del hallazgo casual de un conjunto de más de 53.000 monedas almacenadas en 19 ánforas que salieron a la luz durante unas obras de canalización eléctrica en el municipio sevillano de Tomares en 2016.

Tres años después, un estudio técnico encargado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía acaba de determinar que el botín contenía exactamente 53.208 piezas o numos de bronce valorados en 468.230 euros -a razón de ocho euros la pieza-, aunque su valor histórico y científico es "incalculable" -aseguró ayer la consejera de Cultura, Patricia del Pozo- como fuente de información sobre la acuñación monetaria o las relaciones comerciales en el Bajo Imperio Romano.

Se trata de pequeñas piezas en las que figuran los tetrarcas Diocleciano, Maximiano, Galerio Maximiano y Constancio, y que habrían sido acuñadas en diferentes cecas pertenecientes a ciudades del Imperio muy alejadas entre sí, como Londres, Lyon, Roma o Treveris. Al igual que durante toda la Antigüedad, el pecunio básico del pueblo romano no fue la moneda de oro o de plata, que se reservaban exclusivamente para grandes transacciones, sino la partición más pequeña, de bronce o cobre, dedicada al uso corriente.

De ahí el valor de estas piezas que "proporcionarán información sobre la vida cotidiana de los romanos, sobre los flujos monetarios y la dinámica poblacional del sur de la Península", según han previsto los investigadores que se han hecho cargo del que ya ha sido denominado como Tesoro de Tomares: las 53.208 monedas de bronce distribuidas en 19 ánforas, de las que 9 fueron halladas intactas y así permanecen en determinación de futuros estudios.

La consejera andaluza de Cultura, que presentó este jueves los primeros datos obtenidos del estudio de las monedas y sus ánforas, quiso destacar el carácter excepcional e infrecuente de hallazgos de estas características, hasta el punto de que los investigadores -técnicos del Museo Arqueológico de Sevilla y del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH)- carecen de descubrimientos similares con los que poder compararlo.

Descubierto de manera fortuita un 27 de abril de 2016 por unos operarios que trabajaban en el acondicionamiento del conocido como olivar de El Zaudín al arrastrar la pala de su máquina retroexcavadora, este hallazgo constituye de hecho el mayor descubrimiento arqueológico de los últimos tiempos en la provincia de Sevilla y de los más importantes en el ámbito estatal, toda vez que su localización tuvo un impacto mediático de carácter mundial, al hacerse eco medios de comunicación de varios países.

De esas monedas han sido catalogadas ya unas 7.800 y un total de 24.000 han sido preparadas para su estudio, acuñadas todas entre los años 294 y 310, y guardadas en el primer tercio del siglo IV bajo un suelo del siglo III, según los estudios efectuados en el parque metropolitano del Zaudín.

Las nueve ánforas intactas -las otras diez fueron quebradas por la máquina excavadora en el momento del hallazgo- han sido estudias mediante vídeo-endoscopia con una sonda de cuatro milímetros de ancho. El estudio de la estatigrafía de las monedas será básico para que los investigadores determinen cómo fueron reunidas, y tal vez aclarar su destino o motivo de su acumulación. Otra de las incógnitas a esclarecer es por qué fueron guardadas en ánforas destinadas al transporte y conservación de aceite, que en este caso fueron empleadas a modo de hucha o caja fuerte.

A raíz de todos estos datos, además de que se maneja la hipótesis de que el tesoro fue escondido a conciencia, los técnicos barajan la posibilidad de que las monedas pertenecieron a "un cambista, banquero o recaudador", aseguró la consejera.

125.000 euros para sus descubridores

Otro de las grandes novedades en relación a hallazgos arqueológicos de estas características es que los operarios que descubrieron el tesoro recibirán el 25 por ciento de la cantidad en la que se ha tasado el lote de monedas y ánforas, unos 125.000 euros, a repartir entre quienes lo hallaron. Así lo dictaminó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en mayo de 2018, después de la reclamación promovida por cuatro de los operarios.

Los descubridores solicitaban dicho premio invocando las leyes nacional y andaluza de Patrimonio Histórico, según las cuales "la persona que descubra y la propietaria del lugar en que hubiere sido encontrado el objeto o los restos materiales tienen derecho, en concepto de premio en metálico, a la mitad del valor que en tasación legal se le atribuya".

Por último, el alcalde del municipio de Tomares, José Luis Sanz (PP), ha anunciado que el Ayuntamiento ha expropiado los terrenos de la antigua hacienda de Montefuerte, en pleno casco urbano de la localidad, al objeto de promover un centro cultural que acoja en exposición parte del tesoro, aunque

jueves, 23 de mayo de 2019

Hallado el foro romano de Talavera de la Reina


Las obras de ampliación de los Juzgados de Talavera de la Reina (Toledo) han permitido descubrir el foro romano con que contó esta ciudad situada a medio camino entre Augusta Emérita, Complutum y Tarraco. Las obras, efectuadas en la antigua guardería del Santo Ángel Custodio, han sacado a la luz un enlosado romano de trece metros de largo y 9 de ancho «muy bien conservado», según César Pacheco, uno de los arqueólogos encargados del proyecto.

«Es un hallazgo importantísimo porque hemos encontrado losas apoyadas en el lecho natural de asiento de la propia ciudad en el primer momento de su fundación en el siglo I después de Cristo», añadió este martes este arqueólogo en referencia a los orígenes de Caesaróbriga -la actual Talavera de la Reina- tras la conquista de la ciudad de los vetones por Quinto Fulvio Flaco en el año 181 antes de Cristo. Fue, precisamente, en el siglo I d.C. cuando vivió su máximo esplendor llegando a contar con varios templos y un teatro.

«Estamos configurando poco a poco el urbanismo romano de la ciudad y estamos ante el espacio abierto de lo que era la plaza principal y el centro político de Caesaróbriga, que se vincularía con espacios como la domus, los restos de templos que se ubican en el actual Centro Cultural Rafael Morales, las termas y las casas de la aristocracia que se han excavado en los últimos años», indicó el arqueólogo César Pacheco, que también destacó otros elementos hallados en estas excavaciones como metros de empedrado, una alcantarilla, botellas, ollas, candiles y una basa de mármol de un edificio.

miércoles, 22 de mayo de 2019

ABC:Denuncian que parte del Muro de Adriano colapsa por la obsesión de sacarse el «selfie» perfecto


El Muro de Adriano es la muralla romana más larga de Europa con una longitud de 135 kilómetros y fue construido en lo que antes era Britannia por orden del emperador Adriano en el año 122 a. C con el fin de protegerse de los Pictos.

Cada año, miles de turistas llegan hasta aquí en autobuses procedentes de todo el mundo. Para evitar daños, hay señales que alertan a los visitantes de que no se pongan de pie en el muro. Sin embargo, muchos hacen caso omiso y escalan a través de las piedras, que superan los dos metros de altura en algunos puntos, para inmortalizar el momento.

Esta actitud temeraria es la que, al parecer, ha causado que un fragmento de más de tres metros de este Patrimonio de la Humanidad, en la que supuestamente se inspiró George R.R. Martin para el Muro de Hielo de «Juego de Tronos», haya quedado destrozado. Se trata de la parte más cercana al punto turístico de Steel Rigg, en Northumberland, que cuenta con un párking próximo.

«Esta sección de Steel Rigg es una de las localizaciones preferidas para hacer fotografías, debido a lo cerca que se encuentra del aparcamiento y al acantilado del fondo», afirma en el Daily Mail Pete Savin, un fotógrafo especializado en arqueología y en el Muro de Adriano.


Savin publicaba varios tuit conminando a los turistas a que cesaran de escalar sobre el muro, junto a fotografías que atestiguaban el daño. Poco después, la prensa británica se hacía eco de su denuncia, copando los titulares.

Este fotógrafo explicaba que todo este destrozo ha sido causado a lo largo de muchos años: «Recorro con frecuencia esta sección del Muro de Adriano y he visto daños en diferentes áreas y, en una ocasión, le pedí a un grupo que no se subiera debido al deterioro causado y también a su propia seguridad».

«He hecho fotografías aquí durante al menos cuatro años -aclara- y ves familias encima el muro». Además, en ocasiones «cuando estoy haciendo la foto, veo las siluetas de la gente al fondo sobre la muralla y acto seguido, un brazo en alto para realizar un "selfie"».

Savin confiesa que ir viendo que los desperfcetos cada vez van a más le causa «frustación». «El daño que vi el domingo estaba en un nivel que nunca he visto antes y quedé impactado al ver el muro colapsado».

Una portavoz de la National Trust, el organismo británico encargado de velar por su patrimonio, ha emitido un comunicado en el que afirma que se van a realizar una serie de trabajos en ese fragmento de la muralla romana el próximo mes de julio.

«Este proyecto ayudará a los visitantes a entender cómo pueden desempeñar su papel para ayudar a preservar el Muro de Adriano caminando junto a él y en el paisaje que lo rodea, en lugar de hacerlo sobre él, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar del monumento», ha rematado.

martes, 21 de mayo de 2019

ABC:Encuentran por casualidad una de las monedas más extrañas del Imperio Romano


Unas obras en una carretera del Reino Unido (la A14, en el tramo que une Cambridge y Huntingdon) han hecho posible un hallazgo arqueológico tan pequeño como raro y valioso.

Hablamos de una moneda de 1.800 años de antigüedad, «extremadamente rara», según contaron los expertos. En la moneda puede verse el rostro del emperador Leliano, que solo gobernó durante dos meses en el año 269.

El arqueólogo Steve Sherlock afirmó a la BBC que se trata de un hallazgo «significativo», porque es la segunda de su tipo que se ha descubierto en Inglaterra.

«A los emperadores romanos les gustaba acuñar monedas. Leliano reinó por solo dos meses, tiempo suficiente para hacerlo», describió al mismo medio Julian Bowsher, experto en monedas del Museo de Arqueología de Londres.

De Leliano no se tienen muchos datos, más allá de que fue un oficial que regía Baja Germania hasta que se rebeló ante el emperador Póstumo, y que fue asesinado solo dos meses después de convertirse en emperador.

lunes, 20 de mayo de 2019

ABC: El penúltimo misterio de Tutankamón


Hongos u orín de murciélago? Cuando la arqueología mundial empieza a prepararse para el centenario (en 2022) del descubrimiento más célebre de la arqueología, el de la tumba de Tutankamón, un nuevo misterio rodea al mausoleo. ¿Qué son esas manchas escampadas por todo el recinto?

Un equipo de especialistas del Getty Conservation Institute (GCI), poderosa organización cultural radicada en Los Angeles, emitió hace poco un informe en el que afirma que esos puntos oscuros que salpican las pinturas de la tumba real corresponden a hongos. De ser así, podría estar en peligro el estado de conservación de la fastuosa cavidad del Valle de los Reyes. ¿Qué hongos son? ¿Son nocivos para las maravillosas pinturas?

Sucede que esas mismas manchas ya fueron estudiadas en los años 90 por un profesor y químico barcelonés, Eduard Porta, que determinó que son orines de murciélagos oxidados, aunque también haya hongos.

En aquella época, la Egyptian Association of Antiquities (EAO) comisionó al experto catalán para investigar las condiciones de conservación de la tumba de Tutankamon de cara a su futura restauración. “Visité la tumba de Tutankamón varias veces, para discutir las necesidades de conservación y restauración de las pinturas y para preparar un programa sobre las acciones a realizar; primero, estábamos de acuerdo en que el tema más importante era conocer la composición y la procedencia de las manchas marrones que se ven por todas las paredes de la tumba. Esas manchas espeluznantes de color marrón son muy duras, sólidas, compactas y están bien adheridas a la pintura y las paredes originales, y presentan cristalizaciones sobre las pinturas cuando se observan con una lupa. Además, realizamos una prueba y nos dimos cuenta de que estas manchas eran extremadamente duras”. Las muestras fueron analizadas en los laboratorios de la Universitat de Barcelona, donde Porta era profesor.

Estas investigaciones fueron presentadas y publicadas en 1994 en un congreso de internacional sobre pintura egipcia en la Université Libre de Bruselas, por invitación de la Fundación Egyptologique Reine Elisabeth.

El científico también se preocupó de comparar el estado de la tumba en aquella época con las fotografías tomadas por los equipos del descubridor, Howard Carter, en 1922. Las manchas ya estaban, y fue el propio Carter quien dijo entonces que aquellas manchas eran hongos. Esta afirmación se ha ido replicando durante décadas por expertos y no tan expertos.

Hace ahora diez años, en 2009, el Supreme Council of Antiquities (SCA) egipcio, la máxima administración cultural del país, junto al instituto Getty, anunciaron el inicio de nuevos trabajos de restauración en la tumba de Tut. Porta les remitió su informe. Sin respuesta, pese a la buena relación que mantienen: durante seis años, Porta fue coordinador de la restauración de la tumba de Nefertari, esposa de Ramsés II, financiada por el GCI.

¿Entonces...? En un contacto por correo electrónico, el coordinador de la investigación del GCI, Neville Agnew, ofrece a este diario una escueta respuesta: “Gracias por su interés en la tumba de Tutankamón y las manchas marrones. Me disculpo por no poder, una vez más, explicar nuestra evidencia de la naturaleza fúngica de las manchas marrones”. Agnew cierra su mensaje diciendo que el Getty “no está interesado en continuar con el tema”.

La institución americana fue mucho más explícita en un informe que envió a Porta. De entrada, opinan que los rasguños y rayas en las paredes producidos por los murciélagos son distintos a los del resto de tumbas del Valle de los Reyes donde se acreditó su presencia. Lo mismo dicen de las manchas, que sólo en la tumba de Tutankamon son redondas, “característica del crecimiento de hongos”. Entre las sustancias aisladas, el GCI detalla “ácido málico, proteínas (principalmente aminoácidos glutámicos y aspárticos), carbohidratos (principalmente arabinosa y galactosa), calcio, sodio, pero no aniones inorgánicos”.

En su web, el Getty explica que en la última década ha estado haciendo “el estudio más completo de la tumba desde que se descubrió, lo que permitió comprender mejor cómo se construyó y decoró”, además de “desarrollar medidas para contrarrestar los riesgos actuales”. Su análisis químico y de ADN confirmó que “las manchas ya no eran un riesgo, pero no se eliminaron porque se descubrió que habían penetrado a través de la capa de pintura”.

Porta discrepa en este punto, y evidencia que los mamíferos alados habían escampado sus orines y excrementos antes de que se pintara la tumba. Tomó microfotografías que así lo demuestran.

Tutankamón murió accidentalmente a los 19 años hacia el 1300 aC, de modo que su gobierno no tenía preparada todavía una cámara funeraria. Esta, un conjunto de apenas cuatro estancias, y una de las más pequeñas del Valle de los Reyes, se habilitó a toda prisa cuando murió.

“¿Que hay hongos en la tumba? Seguro”, admite Porta, “los hongos viven en los climas más duros, difíciles y hostiles del mundo, incluso se han encontrado en naves espaciales, en la estratosfera y en todos los climas de la tierra, ¿como no iban a estar en la tumba, con un clima tropical, con más de 80% de humedad durante todo el año? Pero no son la causa principal de las manchas marrones que se encuentran encima y debajo de las pinturas de Tut. Los análisis del Getty efectuados únicamente en las partes externas de las pinturas han encontrado todos los materiales de metabolismo de los hongos, como era de esperar”.

Los análisis realizados en Barcelona en los años 90 detectaron la presencia de “urea, ácido úrico, muchos aminoácidos entre ellos alanina, glicina, ácido aspártico, ácido glutámico, triphophates”. “El color marrón extremo de las manchas podría explicarse –añadía el estudio de Porta– por una reacción química entre los azúcares de la goma arábiga, el aglutinante utilizado en las pinturas originales, y la urea y el amoníaco provenientes de la orina fresca del murciélago”. “Las manchas marrones son consecuencia de la orina”, concluye.

Si se intentara eliminarlas, los daños serían “irreversibles”, según Porta.

En lo que Porta y el Getty coinciden es que las manchas están inactivas. “Se calcula que desde su descubrimiento –detalla el barcelonés– más de 100 millones de personas han visitado la tumba. Cada persona emite al aire unos 80 gramos de agua por hora en forma de vapor, por ello la humedad dentro de la tumba durante todos estos años ha sido muy elevada y también la temperatura: el clima ideal para que los hongos se desarrollaran en toda su potencia y esplendor, accidente que no ha ocurrido”, concluye Porta.

sábado, 18 de mayo de 2019

El País:¿Quién cometió 10 asesinatos hace 2.000 años en un islote deshabitado?


El islote de Sa Galera se extiende a 170 metros de distancia de la línea de costa de la ciudad de Palma de Mallorca. Ocupa unos 1.800 metros cuadrados (la cuarta parte de un campo de fútbol) y nunca ha sido habitado por humanos, aunque muchas culturas lo han pisado. Sin embargo, oculta enigmas que traen de cabeza a los arqueólogos Ramón Martín y José Argüello que, desde 2012, lo han excavado junto a 80 voluntarios. Algunas de las interrogantes de esta planicie de roca ya han sido resueltas, pero otras continúan en el aire: ¿por qué y quién fue responsable de la muerte violenta de diez personas en la isla y las tiró a diferentes oquedades hace 2.000 años? ¿Por qué asesinaron a dos mujeres embarazadas? ¿A quién correspondía el cadáver del hombre rico? Ahora, el equipo investigador de Sa Galera y las universidades de Cranfield, Upsala, Estocolmo, Oxford y Complutense de Madrid buscan en la genética una respuesta. De momento, los especialistas ya han logrado reconstruir el rostro de uno de dos de los desdichados. Las investigaciones se alargarán hasta 2024.

os primeros hallazgos datan de 1967 por parte del arqueólogo Lluis Plantalamor, pero no fue hasta 2012 cuando se realizaron de una manera más planificada y permitieron sacar a la  luz los restos de una pequeña estructura funeraria calcolítica (entre 2000 y 2200 años antes de nuestra era), además de 65 fragmentos de cerámica de ese periodo. Los cartagineses arribaron al islote entre los siglos IV y III antes de nuestra era, cuando excavaron un sistema de cisternas rituales y canalizaciones y un templo de unos 5 por 5 metros para crear un espacio sagrado. En la edificación se emplearon grandes sillares, de hasta 120 centímetros de longitud y 70 de ancho, que se extrajeron de la misma isla (la cantera es visible hoy en día). El edificio alcanzó los cuatro metros de altura y se veía desde cualquier punto de la bahía de Palma.

ntes de la Segunda Guerra Púnica entre cartagineses y romanos (218-201), el templo fue rodeado de una construcción más grande de 10 por 10 metros, y durante esa contienda fue objeto de dos destrucciones. Primero sufrió un incendio, pero fue reconstruido por los baleares. Finalmente, fue arrasado por los romanos, como demuestra el hallazgo de una punta de escorpión (proyectil), disparada desde un barco de guerra. De esa época se han hallado gran cantidad de cerámicas púnicas, íberas, norteafricanas e itálicas, que corresponden a ofrendas en el templo: ocho monedas, platos de pescado, cuencos, jarritas y un askos [especie de jarrón] ebusitano. Casi todo, del siglo II a. de C., incluido un esqueleto dentro de una sepultura. Su buen estado de conservación permite saber que se trataba de un hombre bien alimentado y posiblemente rico, de 1,65 metros de altura y de entre 35 y 40 años de edad. Se ha reconstruido su busto.

El templo estuvo en uso hasta la conquista romana de Mallorca en el 123 a.C por el cónsul Cecilio Metelo. Y eso que los cartagineses y sus aliados baleáricos (eran sus honderos mercenarios) habían construido una muralla y un torreón en torno al edificio para defenderlo y para proteger el puerto de la costa.

En el siglo I, con Hispania ya sometida a la bota de Roma, alguien abandona los 10 cuerpos. Entre ellos una chica de 22 años, boca abajo y embarazada de nueve meses o con el bebé recién nacido. El estudio antropológico indica que podría ser mestiza (negroide subsahariana y caucásica), algo que se confirmará con análisis de ADN. Su rostro se ha recuperado gracias al trabajo de los antropólogos y artistas plásticos. "Está claro", señala Argüello, "que sufrieron una muerte en extrañas circunstancias porque sus cuerpos fueron abandonados de cualquier forma”. ¿La cuestión es por qué?. La posibilidad de que sus muertes fueran producto de un ritual es escasa y la investigación continúa".

Hasta el momento se han recuperado y restaurado más 200 piezas metálicas y cerámicas de esa época. El islote no fue vuelto a pisar por nadie durante más de mil años, hasta la Edad Media, de la que se han encontrado algunos materiales. En la Edad Contemporánea, la cercanía a un matadero y sus consiguientes olores y desperdicios hizo que no fuera urbanizado. En el siglo XX, solo los militares lo utilizaron como campo de tiro. Desconocían que estaban bombardeando un yacimiento de 4.000 años frente a las costas de Palma, al tiempo que permitían que el islote se librase de la salvaje ocupación urbanística de los años 60 y 70, y llegase así, casi intacto, hasta nuestros días. Con misterio incluido.

viernes, 17 de mayo de 2019

El Arco de Jano Augusto ya es Bien de Interés Cultural


Un paso más en uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de las últimas décadas en la provincia. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, a instancias de su Delegación Territorial en Jaén, inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la consideración de Bien de Interés Cultural, el Arco de Augusto (Ianus Augustus) en Mengíbar, Jaén. Lo ha hecho, según explica la Junta, en referencia al Decreto 571/1963 sobre protección de los escudos, emblemas, piedras heráldicas, rollos de justicia, cruces de término y piezas similares de interés histórico-artístico, gracias al cual se ha podido inscribir “instantáneamente y sin necesidad de declaración expresa”. “El basamento del Arco de Augusto en Mengíbar, punto de inicio de la Vía de Augusto en la Bética, se puede considerar con justicia una de las demás piezas y monumentos de análoga índole que el Artículo 1 de la citada disposición contempla”, destaca la Administración autonómica.

Este kilómetro 0 de la Via Augusta en Andalucía fue descubierto por los trabajos arqueológicos desarrollados por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, en el marco del Proyecto General de Investigación “Iliturgi: conflicto, territorio y paisajes sagrados”. Gracias a la disposición y morfología de la cimentación, junto a su posición con respecto al camino, permite plantear que es la huella material conservada de un gran arco, de 14,80 metros de longitud, casi 5 metros de anchura, y un único vano central de 5,15 metros por donde discurría la Via Augusta. El hallazgo permitió “colocar” el kilómetro cero de esta vía en el término de Mengíbar, la frontera entre la Bética y la Tarraconense. La importancia del descubrimiento motivó que el Ayuntamiento de Mengíbar adquiriera los terrenos donde se encontró el arco y los restos anejos, lo que facilita cualquier iniciativa inversora.

excavaciones. Los primeros trabajos de excavación arqueológica en el Ianus Augustus se realizaron en 2018. Cuando se corroboró la tesis de los científicos, el Ayuntamiento adquirió los terrenos del yacimiento e invirtió una partida económica y puso a disposición de los investigadores de la UJA operarios para ayudarlos en los trabajos, como recuerda el propio Ayuntamiento. Hace un mes comenzó la segunda fase de la investigación, en la que la Administración mengibareña vuelve a invertir fondos para la participación de trabajadores y maquinaria del Ayuntamiento, a disposición de los arqueólogos Juan Pedro Bellón, Miguel Ángel Lechuga y María Isabel Moreno. El equipo de científicos encontró más restos del edificio anejo al Arco. “El Ayuntamiento de Mengíbar es partícipe del descubrimiento del Arco de Jano desde el minuto cero. Primero, apoyamos económica y logísticamente los primeros trabajos que lograron el hito histórico. Después, adquirimos en tiempo récord los terrenos y, ahora, hemos vuelto a invertir en los trabajos arqueológicos que han encontrado los nuevos restos que han contribuido a sustentar la declaración como BIC. La compra de los terrenos ha sido fundamental. Y es toda una satisfacción de la que los vecinos de Mengíbar nos tenemos que sentir muy orgullosos”, destacó el alcalde, Juan Bravo, tras esta catalogación.

jueves, 16 de mayo de 2019

National Geographic:El Partenón afronta una restauración histórica


Tras sopesar los pros y los contras, el Consejo Arqueológico Central del Ministerio de Cultura de Grecia (KAS) ha autorizado esta semana la restauración de algunas partes de la cella o naos del Partenón, el gran templo dórico dedicado a Atenea, diosa patrona de la ciudad, que se alza en lo alto de la Acrópolis de Atenas. La cella era la parte más sagrada de un templo griego, el lugar donde se conservaba la estatua de culto de la divinidad, en este caso, la estatua crisoelefantina (de marfil y oro) de doce metros de altura de la diosa Atenea, obra del escultor Fidias.

La restauración consistirá en rehabilitar los dos lados más largos de la cella, el lado norte y el lado sur, con el propósito de recuperar gran parte de la geometría del edificio, su identidad y su historia. La altura del muro de la cella en el lado norte se prevé que alcance los 4,5 metros y en el lado sur, unos diez metros. Esta propuesta se basa en la efectuada por el arquitecto, restaurador e ingeniero Charálambos Bouras, que presidió el Comité de Monumentos de la Acrópolis hasta su muerte en 2006. De este modo, según los expertos, los visitantes no verán un espacio vacío en medio de las columnas que rodean el templo y podrán entender mejor cómo era la arquitectura original del edificio.

El Partenón recuperará su silueta

El proyecto, que tiene prevista una duración de quince años, pretende utilizar piezas procedentes del templo, en concreto 360 sillares originales que se encuentran dispersos alrededor del Partenón, a los que se añadirán unos noventa nuevos de mármol de Dioniso, un tipo de piedra muy parecida al original mármol pentélico que se usó para erigir el edificio.

De este modo, la restauración permitirá contemplar el Partenón en el estado en que se encontraba tras la explosión del polvorín turco que tuvo lugar durante el ataque de las tropas venecianas en 1687, que a pesar de su potencia dejó la cella en pie. Esta parte del templo fue destruida en 1822, fecha en que los otomanos rompieron las paredes de la cella para extraer el plomo que se encontraba en el interior de los sillares de mármol que la formaban –hay que pensar que los antiguos griegos no usaban argamasa para unir los sillares de piedra, sino que los enlazaban con abrazaderas de hierro recubiertas con plomo para evitar la oxidación–. Los sillares rotos fueron abandonados alrededor del templo, donde han yacido todo este tiempo.

Este anuncio ha avivado la polémica sobre la reclamación de los frisos del Partenón por parte del gobierno griego al gobierno británico, ya que algunos especialistas griegos creen que esta restauración debería ir seguida de la del friso interior que recorre el muro de la nave, y consideran que para Grecia sería una oportunidad única de volver a plantear esta histórica reclamación.

miércoles, 15 de mayo de 2019

Hallan en Munich la cabeza romana robada en Bornos en 2010


El Ayuntamiento de Bornos, en colaboración con las fuerzas de seguridad, no ha cesado en su intento de recuperar la conocida como ‘Cabeza de Livia’, escultura romana de mármol blanco encontrada en las ruinas del yacimiento de Carissa Aurelia en 1960 y sustraída en noviembre de 2010 del Castillo Palacio de los Ribera de la localidad serrana.

Durante muchos años, este busto de mujer permaneció en el Ayuntamiento sobre una columna de mármol que se encuentra en la escalera de acceso a la planta alta del edificio consistorial, y posteriormente fue trasladada al centro de interpretación turística ubicado en la planta alta del Castillo Palacio de los Ribera, de donde fue robada. Tras numerosas pesquisas y una orden europea de investigación, ha sido pieza clave en su localización el catedrático de Arqueología de la Universidad de Sevilla José Beltrán Fortes, que mientras realizaba un estudio particular sobre las escultura romana en la provincia de Cádiz,  encontró casualmente una cabeza en Munich con similares características. Después de los exámenes pertinentes resultó ser la cabeza sustraída en Bornos, aunque su verdadero nombre es Antonia ‘La menor’, hija de Marco Antonio y Octavia.

La justicia ha tomado las medidas necesarias para impedir su destrucción, transformación, desplazamiento, trasferencia o enajenación hasta que concluya el proceso judicial, en el que el Ayuntamiento está personado como acusación particular.   

Desde el Ayuntamiento, han mostrado su gran satisfacción por la localización de esta importante pieza de su patrimonio y esperan que en breve se pueda disfrutar de nuevo de su presencia en la localidad.

martes, 14 de mayo de 2019

Buscan más tumbas de época romana en las obras de Serafín Avendaño


Un equipo de arqueólogos de la empresa A Citania estudia los restos arqueológicos hallados en la calle de Serafín Avendaño. Es un paso previo y obligatorio al inicio de las obras de mejora de la calle que el Concello iniciará próximamente. En el tramo más próximo a la calle Areal, aparecieron varias tumbas así como un tramo de salina durante unos sondeos previos. Todo el conjunto, que pertenece a distintos momentos cronológicos, es de época romana. La Dirección Xeral de Patrimonio ordenó al Concello que volviera a abrir la mencionada calle para que la arqueología iniciara un estudio más pormenorizado de este terreno. La excavación todavía durará unas dos semanas más ya que está previsto que se profundice en las zanjas abiertas hasta llegar a los niveles con mayor potencialidad arqueológica. Ahí fue donde, durante los sondeos realizados previamente, se detectaron varias tumbas que posiblemente se daten entre los siglo IV y V. En un nivel todavía más inferior está situada una salina romana de los siglo I-II, que ocupó la mayor parte de la zona del Areal y Rosalía de Castro. Un parte de ese campo de extracción de sal marina se muestra al público en la Salinae, museo situado junto al centro de salud de la calle de Rosalía de Castro.

Con esta excavación, Patrimonio espera que los arqueólogos contratados por el Concello de Vigo puedan ampliar los datos históricos correspondientes a esta zona. A diferencia del sondeo ya efectuado previamente, en la acción actual, el equipo de arqueología se detiene de una forma más amplia e investiga todo el terreno que durante los sondeos no se había abierto.Marqués de ValladaresPor otro lado, concluyó ya la excavación arqueológica que se estaba realizando en el número 43 de la calle Marqués de Valladares, en el interior del edificio diseñado por el arquitecto Francisco Castro que adquirió hace unos meses el grupo Inveravante, de Manuel Jove. Durante estos trabajos aparecieron diferentes tipos de material romano de poca relevancia ya que en subsuelo de este edificio estaba muy alterado por anterior obras. Ahora, las obras se trasladarán a los solares correspondientes a los números 39 y 41 de la misma calle del Marqués de Valladares, en cuya parte final había aparecido hace más de quince años una factoría de salazón de época romana en muy buenas condiciones.La importancia de este yacimiento quedó reflejada en la determinación de la Dirección Xeral de Patrimonio de conservar en el lugar estos restos. De hecho, llegó a firmarse un convenio de colaboración entre el Concello de Vigo y la Consellería de Cultura para que la ciudadanía pudiese visitar el enclave. Debido a diferentes problemas urbanísticos, el proyecto quedó paralizado aunque no la decisión de conservar los restos.

Hace unos meses, se ampliaron los estudios de este yacimiento desde los inmuebles con entrada por la plaza de Compostela. La factoría cuenta con grandes pilas destinadas a tratar el pescado con sal para lograr su conservación durante un largo período de tiempo. La amplitud de esas pilas llevó a los expertos a pensar que ese pescado se destinaba a la exportación.

lunes, 13 de mayo de 2019

ABC:Una ciudad romana en territorio vascón, sin restos de pasado vascón


Los habitantes de la antigua ciudad romana de Santa Criz de Eslava, en Navarra, adoraban a Júpiter, pero también mantenían el culto ancestral a Peremusta, una divinidad de origen céltico. Hablaban un peculiar latín y algunos tenían nombres como Piculla, Rusticola u Oborius, de los que no se tienen noticia en el resto de la Península. Solo unas pocas familias, los Cornelios, Calpurnios, Aurelios y Valerios, formaban la élite sociopolítica que mandaba en el lugar y que grabó sus nombres en inscripciones sobre piedra que han llegado hasta nuestros días. El historiador de la Universidad de Navarra Javier Andreu y la arqueóloga Txaro Mateo han recopilado y analizado una veintena de estas inscripciones halladas en el yacimiento y sus alrededores. Su detallado estudio sobre «Epigrafía romana de Santa Criz», publicado por la prestigiosa revista internacional « Epigraphica» junto a un notable conjunto de grafitos inéditos analizados por Pablo Ozcáriz, revela datos de cómo era la sociedad que hace 2.000 años habitó esa urbe romana en territorio vascón.

«Llaman la atención algunos rasgos locales como el predominio, entre los sobrenombres de muchos de los personajes documentados, de nombres de animales y, también, las reminiscencias célticas, indoeuropeas, de muchos de los nombres sin que haya evidencias de onomástica vascónica, éuscara, como sería esperable por la ubicación de la ciudad», afirma Javier Andreu. En poblaciones navarras cercanas como Lerga o Ujué, que tal vez pertenecieron al territorio de Santa Criz, se han hallado antropónimos (nombres de personas) y teónimos (nombres de divinidades) en vasco antiguo, pero en las inscripciones que con certeza se encontraban en el ámbito de esta ciudad romana no hay nada que remita a ese sustrato. Para los autores de esta obra, esta ausencia subraya que «la presencia de poblaciones vasconas de habla éuscara en el territorio actualmente navarro no constituyó una mayoría sino, más bien, un fondo de saco de la notable presencia de los mismos en el ámbito aquitano, transpirenaico».

Andreu explica que las reminiscencias indígenas que han descubierto en las inscripciones «remiten al mundo céltico», lo que pone de relieve que «el peso de lo indoeuropeo era notable y probablemente esas ciudades vasconas y los propios vascones eran poblaciones muy mezcladas desde el punto de vista lingüístico y cultural y obviamente, como demuestra la generosidad del repertorio epigráfico, intensamente romanizadas».

Por la intensa urbanización que vivió Santa Criz, acogió muy bien el hábito de grabar inscripciones, una de las «grandes marcas de la globalización difundida por Roma», y ahora es una de las que conserva un mayor volumen de epigrafía romana, según indica este historiador. Además, al ser abandonada en el siglo III y convertirse en un despoblado, muchos documentos han llegado hasta nosotros en un extraordinario estado de conservación.
¿El origen del nombre de Santa Criz?

Es el caso de una de las inscripciones que documenta la presencia en Santa Criz de un «dispensador», una especie de prestamista de una caja pública que suele atestiguarse en lugares de intensa actividad comercial, explica Andreu. Este experto de la Universidad de Navarra cree que en esta pieza podría estar el origen del nombre de Santa Criz. En su inscripción, partida en líneas, se lee «Ant (onia) Crysaeis», de «crisálida», que sería el apellido de Antonia. «No debe descartarse que antes de quedar oculto este escrito fuera visto por alguien en época medieval y que su lectura generara en el hagiotopónimo Santa Criz», sostiene.

El libro, cuyo prólogo firma la catedrática de Filología Latina Carmen Castillo, incluye algunas inscripciones inéditas entre las que destaca una serie de numerales hallados en un pilar del foro, probablemente marcas de colocación. «Nos obliga a buscar una explicación -¿ocupaba una posición axial en el conjunto?- y a ahondar un poco en toda esa epigrafía escondida, hecha para servir a los canteros o a los constructores», afirma Andreu antes de indicar que ese subgénero siempre será menor en el estudio de la epigrafía romana frente al de las grandes inscripciones públicas, pero «es muy interesante y vuelve a demostrar que Santa Criz tiene inscripciones de todo tipo, desde grafitos sobre pintura parietal hasta inscripciones funerarias, honoríficas, votivas o en obras públicas, al servicio de la construcción».

El estudio da a conocer también la lectura de un altar dedicado al dios Peremusta, procedente del Soto de Eslava, que se creía que era una inscripción funeraria. Es la segunda referencia que existe en Santa Criz a esa antigua divinidad prerromana, lo que indica la importancia de su culto en el momento en que los habitantes de esta ciudad romana utilizaban las inscripciones como medio de comunicación.
Primer testimonio del cristianismo en Navarra

El escrito en piedra más reciente de los hallados en el territorio de Santa Criz revela, sin embargo, que otra religión se abría paso en aquellas tierras en el siglo IV d.C. Una estela funeraria encontrada en los años 80 durante unos trabajos agrícolas en el límite entre Eslava y Gallipienzo podría ser el primer testimonio de cristianismo, quizás encubierto, en Navarra.

Ya se conocía su texto de «Salua Rusticola / felix Oborius», con esa fórmula a medio camino entre el mundo pagano y cristiano en el que el dedicante aparece como «felix» (contra la costumbre en la epigrafía funeraria clásica de aludir a unos dedicantes "infelices") y que parte de la base de que la difunta se ha salvado, resucitando en la otra vida, de ahí el empleo del «salua». Los autores de «Epigrafía romana de Santa Criz» aportan en el libro un profundo estudio de la iconografía que decora la inscripción, de esas palmetas y de esa concha/palmeta que podrían ser cristianas, pero también aparecen en la decoración de piezas de terra sigilata hispánicas.

«Hay una ambigüedad no solo en el texto y en el formulario, sino también en la iconografía, que permite suponer que esta señora Rusticola probablemente era cristiana, pero no quería evidenciarlo», explica Andreu.

Aunque Santa Criz se abandonó en el siglo III d.C., esta pieza del siglo IV procedía de una «vilae» (villa) que habría en Gallipienzo y que sobrevivió un tiempo al final de la ciudad.

La estela se conserva en el domicilio de sus descubridores, la familia Irisarri, que no han puesto ningún problema para el estudio de la pieza ni para su próxima exposición en la muestra «Santa Criz de Eslava: reflejos de Roma en territorio vascón» que se inaugurará en esta localidad navarra a finales de junio. A juicio de Andreu, una vez que el Museo de Navarra finalice la remodelación de sus salas de romanización esta pieza «debería estar» en su exposición permanente «por el valor histórico del inicio del cristianismo en Navarra que tiene».


Un volumen pionero

De momento, ésta y el resto de las piezas estudiadas se muestran en el libro con modelos 3D realizados por el experto en fotogrametría digital Pablo Serrano Basterra que permiten «que el lector pueda chequear nuestras propuestas de lectura y hacerse cargo de los soportes de una forma mucho más interactiva que la fotografía tradicional, que está llamada a ser sustituida por los modelos 3D en epigrafía», subraya Andreu antes de añadir que en esto este trabajo, fruto de la colaboración entre la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra y su Diploma de Arqueología y el Ayuntamiento de Eslava, «es pionero pues es el primer repertorio epigráfico que se publica en España que incorpora este formato».

El libro podrá adquirirse en Eslava en la presentación del mismo el próximo 11 de mayo y durante la próxima exposición, pero también a través de la web de la editorial italiana Fratelli Lega Editori, dentro de la serie «Epigrafia e Antichità». Los interesados podrán comprobar así que, como dice Andreu, «las piedras hablan -para quien sabe leerlas- y en Santa Criz susurran mucha información sobre el pasado de esta ciudad romana imperial».

sábado, 11 de mayo de 2019

ABC:Egipto descubre tres nuevas tumbas bajo la sombra de las pirámides de Guiza


A pocos kilómetros al sur de las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, una misión arqueológica egipcia ha descubierto tres nuevas tumbas en el desierto de Guiza, entre las que se encuentra una que comparten dos sacerdotes de hace más de 4.400 años.

En el desierto de Guiza, el Ministerio de Antigüedades egipcio ha presentado este sábado las tumbas de los nuevos inquilinos de la necrópolis, Behen Wi Ka y Nuwi, dos sacerdotes de la V dinastía (2500-2350 a.C).

«Al principio pensábamos que íbamos a encontrar tumbas del periodo tardío (s.VII a.C.), pero encontramos una tumba del Imperio Antiguo de Egipto, de la V dinastía. Estamos hablando de una tumba de 4.400 años», dijo a Efe Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades egipcio.

Waziri explica que la misión empezó el pasado agosto y, tras remover más de 450 metros cúbicos de escombros, descubrieron tres tumbas y, para su sorpresa, una de ellas repleta de sarcófagos de madera y fragmentos en perfecto estado de conservación pertenecientes a los dos sacerdotes de la V dinastía.

Ambos fueron enterrados en la misma tumba: Behen Wi Ka ostentaba siete títulos y era el sacerdote de la purificación del faraón Kefrén, mientras que Nuwi tenía cinco títulos, entre ellos el de sacerdote de Maat, la diosa de la justicia y la verdad, de acuerdo con la mitología egipcia.

Las tres tumbas fueron mostradas a decenas de periodistas tras una rueda de prensa en la explanada de las pirámides, a la que asistió el ministro de Antigüedades de Egipto, Jaled al Enani.

Las tumbas, separadas por pocos metros, se esconden bajo las dunas y tras puertas de piedra caliza, un indicador del poder de los sacerdotes, ya que para obtener tal material era indispensable «el permiso del mismísimo rey», aseguró a Efe Waziri.

Las puertas guardan estrechos pasillos decorados con grabados jeroglíficos y pueden verse sarcófagos de madera intactos que conservan los colores originales y que actualmente se están restaurando dentro de las mismas tumbas.

«Los sarcófagos están en perfectas condiciones porque estaban bien pintados, bien coloreados y bien decorados. Los vamos a exhibir en nuestros museos egipcios, como los de Sharm el Sheij o Hurgada», anunció Waziri, después de la visita al yacimiento.

El conocido egiptólogo Zahi Hawas, quien asistió a la presentación de los nuevos descubrimientos, aseguró a Efe que está «muy contento» porque las escenas de los grabados y las estatuas «también pueden fechar esta tumba a la dinastía XXVI» (664-525 a.C), última antes de la conquista persa.

«Detrás de la gran esfinge encontramos grandes tumbas de sacerdotes de Kefrén y, esas personas de las que hemos descubierto sus tumbas, están conectadas a los sacerdotes de la dinastía XXVI de detrás de la esfinge», argumentó Hawas a Efe.

«Este descubrimiento es muy importante porque promueve el turismo a Egipto. El ministro fue capaz de traer las herramientas para (fomentar) el turismo. Y las herramientas para promover el turismo son descubrimientos arqueológicos», explicó Hawas ante los medios.

El arqueólogo, emocionado por el descubrimiento, advirtió de que este descubrimiento «demuestra» que hasta ahora se ha encontrado «solo el 30 %» de los monumentos del Antiguo Egipto y «todavía el 70 % está enterrado bajo la arena».

«El Egipto moderno está construido encima del Antiguo Egipto. Puedes excavar en el patio de tu casa y encontrar algo. Esto es lo que hace a Egipto único», sentenció.

viernes, 10 de mayo de 2019

ABC:El Partenón lleva a cabo una reconstrucción histórica para recuperar su identidad


Ha sido una decisión importante: el Consejo Arqueológico Central del Ministerio de Cultura griego (conocido por sus siglas KAS) ha autorizado esta semana, en una larga sesión, la restauración de partes de la cámara central del templo del Partenón, el más conocido del conjunto artístico de la Acrópolis de Atenas. Dicha cámara, conocida como naos o cella, era la parte sagrada de los templos clásicos griegos, donde se guardaba la estatua del dios o diosa al que estaba dedicado, en este caso el de la diosa Atenea. Precisamente es en este santuario donde se encontraba la estatua de la diosa, con partes en oro y marfil (de ahí el nombre de crisoelefantina) de más de siete metros de altura y creada por el escultor Fidias.

La decisión del KAS resalta que «gracias a la implementación de las investigaciones relativas a la restauración de la cella, tendremos una reconstrucción que será un evento importante para la historia del Partenón». Cuando finalice este proyecto, en el que se restaurarán los dos lados más largos de la cella (norte y sur), «se recuperará en gran parte la geometría del edificio, la identidad y la historia del monumento, permitiendo al visitante una comprensión de su arquitectura». Como explica Dionisis, uno de los guías oficiales del monumento, «los visitantes no verán solo columnas y un espacio vacío en el medio, sino que podrán entender como era el templo».

El detallado proyecto utilizará unas piezas originales procedentes de los sillares del templo ya identificado, basándose en la propuesta efectuada por Charalambos Bouras, el arquitecto restaurador, ingeniero y profesor de historia de la arquitectura que presidió durante años y hasta su fallecimiento en 2016 el Comité de Conservación de Monumentos de la Acrópolis.

Según el estudio, que fue aprobado esta semana por unanimidad (salvo una pequeña parte en la que dos miembros solicitaron más precisiones de carácter técnico) se utilizarán 360 sillares originales que se encontraban dispersas alrededor del Partenón y se añadirán unos 90 nuevos, de mármol proveniente de la zona Dioniso, cerca de Atenas, el más parecido al mármol original de la montaña de Pendeli, utilizado para construir toda la Acrópolis.

La duración de esta restauración durará unos quince años y en la parte norte del monumento no superará los 4,5 metros de altura mientras en la parte sur alcanzará los 10 metros.
La destrucción otomana

La Secretaria General del Ministerio de Cultura, Maria Andreadaki-Vlazáki, declaró que esta decisión es un paso muy importante para la Acrópolis y se espera muestre el edificio en el estado en el que estaba tras la explosión del polvorín durante el ataque de las fuerzas venecianas contra los ocupantes turcos, dirigidas por el almirante Francesco Morosini en 1687 y antes del sitio de 1822, fecha en la que las fuerzas otomanas ocuparon el edificio y rompieron las paredes de la cella para extraer el plomo en el interior de los sillares de mármol que la formaban.

Estos sillares habían sido colocados en la Antigüedad los unos sobre los otros sin argamasa y estaban enlazados entre ellos por abrazaderas de hierro recubiertas después de plomo para evitar su oxidación. La destrucción de los soldados turcos tuvo lugar durante un mes y los sillares de mármol rotos fueron abandonados a los alrededores... Y conservados hasta ahora. Es por eso que los restauradores, con nuevos métodos (comenzando por el estudio con ordenadores que ofrecen una visión tridimensional de cualquier objeto o parte de él) han podido estudiar y ofrecer este proyecto.

El profesor Manolis Korres que, junto con el profesor Bouras, es quien mejor conoce el Partenón y preside ahora el Comité de Conservación de la Acrópolis, describió gráficamente que «los turcos destruyeron 500 piezas. Dejaron tras ellos 500 “heridos” graves, porque tenían prisa. Podrían haber destruido solo 50 y dejado los demás sanos».

Esta decisión alegra no solo a los arqueólogos y restauradores griegos, que ven como cualquier proyecto de la Acrópolis es efectuado con la mayor seriedad y se convierten en un modelo a seguir para todo edificio clásico en el mundo entero, sino a quienes luchan para el regreso de las esculturas y relieves de mármol del Partenónque se encuentran en el Museo Británico de Londres y otras instituciones.

Para Alexis Mantheakis, presidente del Comité Internacional de Acción de Nueva Zelanda para el regreso de las Esculturas del Partenón, es «una magnífica noticia que se añade a las solicitudes oficiales efectuadas el año pasado por Alexis Tsipras en su entrevista con Theresa May, por el presidente de la Republica Griega Prokopis Pavlopulos al Príncipe de Gales y por la entonces Ministra de Cultura Lydia Koniordou a su homólogo británico Matt Hancock».

jueves, 9 de mayo de 2019

ABC:El lujoso hotel de Turquía que alberga un mosaico romano de 1050 metros cuadrados


En el recientemente inaugurado museo hotel de Hilton Antakya, en Turquía, se ha localizado el mosaico más largo –como una única pieza– del país. Así lo atestiguan sus 1050 metros cuadrados, según el perfil de Instagram «antiqua_archeologia» y la revista especializada en arquitectura y diseño «Metropolis». Esta pieza forma parte de una alfombra que consta de casi 10.000 metros cuadrados.

Este increíble mosaico se descubrió durante la construcción del edificio, que cuenta con el diseño de la empresa de Emre Arolat y 199 habitaciones. Ubicado en la zona céntrica de la ciudad de Antioquía, cerca de él se encuentra la Gruta de San Pedro, uno de los lugares de peregrinación más importantes del Cristianismo. En esta región es habitual para los trabajadores encontrar –de vez en cuando– reliquias escondidas tras las rocas.

Si bien las vistas del hotel pueden llegar a impresionar –está rodeado de montañas y las habitaciones están dispuestas como contenedores acristalados–, sus huéspedes descubrirán una «pequeña» joya escondida sobre sus pies: escombros de calles, paredes y antiguos mosaicos romanos. Tal y como explica «Metropolis», este «laberinto de piedra» forma parte de la antigua ciudad griega Antioquía del Orontes, célebre por su multiculturalidad en una de las esquinas del Mediterráneo y donde latinos, griegos y arameos comerciaban entre ellos y convivían.

Aunque en estos casos suele cuestionarse la pertinencia (o no) de construir un edificio de esta envergadura sobre estas ruinas, uno de los responsables de la empresa de arquitectura lo defiende en «Metropolis»: «En lugares y situaciones parecidas, es muy común cubrir y olvidar hallazgos arqueológicos.Estas partes valiosas de la historia nunca hubieran sido a la luz sin este proyecto». De este modo, el hotel ha transformado este descubrimiento en una estrategia de preservación histórica.

Tras el descubrimiento, el gran reto de la firma de arquitectura fue cómo destacar la presencia de estas antigüedades y combinarlas con los armazones y las técnicas contemporáneas como las predominantes y extensas columnas de metal.

miércoles, 8 de mayo de 2019

ABC:El arco de Augusto descubierto en Mengíbar, nuevo bien de interés cultural de Andalucía


La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha inscrito en el catálogo general del patrimonio histórico con la consideración de bien de interés cultural el arco de Augusto, descubierto en 2018 en el término del municipio jiennense de Mengíbar. La importancia de este monumento estriba en que oficiaba de frontera entre las provincias romanas de la Tarraconense y la Bética hace más de 20 siglos, cuando Augusto regía el imperio.

El basamento del arco de Augusto descubierto hace un año en Mengíbar es, en opinión de la Consejería de Cultura, un marcador territorial de primer orden. En concreto, el punto desde el cual se medían las distancias de la vía en todos los miliarios andaluces. Además, separaba la provincia Bética senatorial de la Tarraconense imperial. Dada su relevancia, el ayuntamiento del municipio ha adquirido los terrenos en el que se ha encontrado.

Este kilómetro cero de la vía Augusta en Andalucía fue descubierto en el marco del proyecto desarrollado en esa zona por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén. El hallazgo ha permitido a los investigadores conocer la disposición y morfología de la cimentación, así como los restos conservados de elementos que formaban y decoraban el alzado de la estructura.

Los vestigios descubiertos, unido a su posición con respecto al camino, ha permitido a los arqueólogos calificar los restos del monumento como la huella material conservada de un gran arco que tenía 14,80 metros de longitud, casi 5 de anchura y un único vano central de 5,15 metros por donde discurría la vía Augusta.

La Junta ha resaltado el valor del arco como legado. De ahí que lo haya protegido legalmente para que se custodie como reserva arqueológica. Asimismo, la Consejería ha destacado su importancia como documento histórico, por cuanto aporta información sobre el momento de la historia en el que Augusto decide unir Cástulo y sus minas a la provincia imperial Tarraconense y sitúa el límite de la Bética en el Guadalquivir.

La Consejería ha destacado, asimismo, su valor educativo, derivado de la difusión pública de los resultados de las excavaciones. Y también su potencial como reclamo turístico, lo que le convierte en generador de riqueza, según el delegado de Cultura y Patrimonio, Jesús Estrella, quien ha destacado la «respuesta inmediata» de la Consejería al inscribir el hallazgo.