lunes, 9 de septiembre de 2019

National Geographic:Consiguen recrear el pan que comían los faraones


Seamus Blackley es uno de los inventores de la consola Xbox. Pero además de su pasión por la tecnología, el físico y creador de vídeojuegos también siente fascinación por el Antiguo Egipto. Y por el pan. Empeñado en poner a prueba la receta del antiguo pan egipcio, para ello contó con la colaboración de la egiptóloga Serena Love, de la Universidad de Queensland, que vio las posibilidades del experimento.

En busca de colaboraciones

Love pensó que era posible recrear el pan que se consumía en el antiguo Egipto recuperando los restos de levadura que aún se conservaba en los poros de algunos recipientes de cerámica donde hace milenios se elaboró la masa para cocer hogazas. La egiptóloga visitó museos de EE. UU. y habló con los conservadores de sus colecciones faraónicas para lograr muestras de estos fermentos. "Nadie parecía entusiasmado cuando le hicimos llegar la propuesta", reconoce la investigadora. "Tuvimos que garantizar que nuestro método no era destructivo y que no causaría daño a los objetos", añade. Al final logró el permiso del Museo de Bellas Artes de Boston y del Museo Peabody de Harvard para que ella y el microbiólogo Richard Bowman reunieran las muestras de vasijas que se usaron para ese fin.

Elaborando un pan milenario

Bowman identificó en las muestras el microorganismo que da cuerpo al pan. Inyectó en la cerámica nutrientes y extrajo el líquido resultante. Después, con agua, granos antiguos y en recipientes esterilizados, el microbiólogo cultivó el fermento durante una semana. En este punto del experimento, Seamus Blackley tomó parte del material y se encargó de elaborar la hogaza y hornearla en su propio horno. Para ello mezcló la levadura resultante con cebada, kamut (una antigua variedad de trigo) y espelta pequeña, los mismos ingredientes usados en el antiguo Egipto para hacer pan. Blackley desvela la elaboración de la receta: "Una muestra de levadura del Reino Antiguo, a la que he añadido agua y aceite de oliva sin filtrar. La idea es hacer una masa idéntica a la de hace 4.500 años. El aroma del fermento es diferente a todo lo que he experimentado".


¿A qué sabe el pan egipcio?

Así, la masa creció en el interior de un horno casero y el resultado, según sus promotores, es "una miga de pan en forma de pastel, muy blanda y de una textura muy agradable. El aroma y el sabor son increíbles". A pesar de este primer éxito, la investigación apenas está en sus inicios, ya que los resultados científicos aún están pendientes y el estudio debe ser publicado en una revista especializada. El objetivo ahora es reunir muestras de levadura de recipientes de diferentes períodos de la historia egipcia y secuenciar los genomas para averiguar su evolución genética a través de los milenios.

Los investigadores también tienen la intención de construir réplicas de las vasijas usadas para cocer el pan y hornearlo tal como hacían los antiguos egipcios, siguiendo al pie de la letra las recetas que se han conservado. También pretenden hacer lo mismo con la cerveza. Pero ¿qué sabor tenía este antiguo pan? Según Love, que lo probó para desayunar, "tiene un sabor fuerte, como se esperaría de una masa madre, pero está rico y tiene una textura ligera y deliciosa".