jueves, 18 de agosto de 2016

El Mundo:Arqueólogos británicos descubren el monumento megalítico más grande del Reino Unido


Durante los últimos seis años, un equipo de arqueólogos británico -dirigido por el profesor Vincent Gaffney, de la Universidad de Bradford, y el profesor Mike Parker (University College de Londres)- ha llevado a cabo una de las investigaciones más importantes hasta la fecha en Durrington Walls; un gran asentamiento neolítico a sólo tres kilómetros del famoso complejo arqueológico británico de Stonehenge. Según ha explicado el profesor Gaffney a EL MUNDO, las investigaciones han descubierto lo que parece ser un círculo de unos 500 metros de diámetro construido mediante enormes palos de madera. "Pensamos que podrían haber hasta 300 postes -de entre seis y siete metros de largo- clavados a una profundidad de casi dos metros", explica el arqueólogo que ha liderado "uno de los estudios de este tipo más complejos jamás llevado a cabo". En un principio, los investigadores creyeron por error que la construcción estaría hecha de piedras, pero el descubrimiento de los postes de madera les ha hecho cambiar su visión sobre el que han considerado el monumento más grande de su categoría en toda Gran Bretaña.Pero lo que realmente ha sorprendido al equipo es el hecho de que este nuevo descubrimiento sugiere que, "cuando el poblado de las personas que habrían construido Stonehenge fue abandonado, el equivalente a lo que sería una catedral para estas sociedades primitivas fue derribado y se construyó otro enorme monumento encima". Esta última construcción -de la que él profesor Gaffney insiste en destacar su enorme tamaño, sin precedentes en la zona- sería la encontrada por los arqueólogos, que creen haber dado con la prueba de que el famoso Stonehenge fue construido en un contexto que revela un importante cambio en las creencias teológicas de aquella sociedad. Pero, ¿porque estos nuevos descubrimientos en Durrington Walls representan un elemento clave en la transición de la era neolítica a la edad de bronce? Dice el arqueólogo que va mucho más allá de entender "cómo vivían nuestros antepasados". "El área que rodea a Stonehenge es un complejo ritual de dimensiones masivas, y muchísimas personas se vieron involucradas en la construcción de monumentos religiosos", explica Gaffney. Pero lo que parece alegrarle más no es el qué, sino el cuándo: "Parece que hemos descubierto el momento en que aquella gente decidió crear una gran estructura para conmemorar el trabajo realizado en Stonehenge y -probablemente por razones teológicas- después derribarlo y reconstruirlo de manera diferente". Se trata de saber cómo pensaban, cómo "inspiraron a un gran número de personas para construir estructuras sin ninguna finalidad práctica más allá que entablar relaciones con los dioses". Y de cómo todo eso se desplomó cuando cambió la mentalidad de la época.

"Considera la historia de España y cómo la conquista de los árabes cambió los edificios de tradición católica", explica Gaffney para hacer entender la magnitud de la transformación que supuso el derribo del monumento para construir lo que su equipo ha hallado en Durrington Walls. "No estamos diciendo que hubiera una invasión, pero estamos hablando de algo que hizo temblar los rituales religiosos que se conocían", añade. Sin embargo, el arqueólogo español miembro de la asociación Apiaa, Luís Blanco, advierte a EL MUNDO que no debemos entender los cambios religiosos a los que se refieren los investigadores apelando a nuestros referentes; sino "como algo más espiritual". A pesar de mostrarse reticente a "extrapolar datos físicos para extraer conclusiones", Blanco ha alabado los resultados de las investigaciones.

Estudios que, además de por sus hallazgos, destacan por sus procedimientos: en lugar de excavaciones, los restos se han encontrado mediante estudios geofísicos. "Se han cubierto alrededor de 16 kilómetros cuadrados con un radar que reveló bajo tierra una serie de anomalías u objetos enterrados", explica Nicola Snashall, arqueóloga del National Trust, que gestiona el emplazamiento. Snashall califica los descubrimientos como "un nuevo episodio de la historia de Durrington Walls, donde se ha revelado el gran "dinamismo que se vivió aquí en una época pasada". Esta nueva tecnología geofísica está cambiando la arqueología desde la base, ya que permite concentrar las búsquedas en puntos concretos dentro de enormes extensiones de terreno.