lunes, 6 de julio de 2015

El anfiteatro de El Djem: la arena de los gladiadores de Túnez


El anfiteatro es una de las contribuciones arquitectónicas más emblemáticas de la antigua Roma. El ejemplo más famoso de dicha estructura es el Coliseo Romano, donde se llevaban a cabo batallas brutales entre gladiadores. Sin embargo, los anfiteatros fueron construidos por todo el Imperio Romano. Se conocen alrededor de 230 anfiteatros que a día de hoy aún existen. Uno de los ejemplos más espléndidos puede encontrarse en la ciudad tunecina de El Djem, la cual es considerada como el hogar de los restos romanos más impresionantes de toda África y es famosa por su aparición estelar en la película de Hollywood: "Gladiador." De hecho, hay dos anfiteatros localizados en El Djem. El pequeño es mucho menos famoso que el grande, no está tan bien cuidado y se cree que fue construido en tres fases: primero se elaboró con toba volcánica (un tipo de caliza), y luego fue reconstruido antes de ser finalmente rediseñado y ampliado. Sin embargo, la principal atracción de El Djem se encuentra a unos 7.2 km al norte de este pequeño anfiteatro y se conoce como el Anfiteatro de El Djem.

El Anfiteatro de El Djem es un monumento independiente que fue construido completamente con bloques y sin cimientos. Con relación a esto, se dice que fue inspirado en el Coliseo Romano. Si bien el Coliseo conserva el título de ser el anfiteatro romano más grande, el Anfiteatro de El Djem no se queda atrás. El eje más grande del Anfiteatro de El Djem mide 148 metros y el eje más pequeño mide 122 metros. Además, las filas de sillas alcanzaban una altura de 36 metros. Se creía que el anfiteatro podía albergar hasta 35 000 espectadores. Dada la grandiosidad de esta estructura, se podría creer que el anfiteatro fue construido cuando el Imperio Romano estaba atravesando por un periodo de paz y prosperidad. Pero este no era el caso

Pese a que la fecha exacta de la construcción del anfiteatro se desconoce, se especula que los trabajos comenzaron para el 238 A.C., año que también se conoce como el "Año de los Seis Emperadores", ya que hubo seis personas que fueron reconocidas como emperadores de Roma durante ese periodo. El anfiteatro pudo haber sido encargado por uno de estos emperadores, Gordiano I o su nieto Gordiano III (quien también fue uno de los seis emperadores). El 238 A.C. no fue precisamente un año de paz para el Imperio Romano. Fue una revuelta en las zonas de África dominadas por Roma las que llevaron a Gordiano I, quien casualmente tenía casi 80 años para ese entonces, a ser emperador de Roma. 

La revuelta fue provocada por la insatisfacción con el emperador Maximino el Tracio. Con el fin de pagar los gastos de su campaña en la frontera del Danubio, Maximino fue obligado a sacar más y más ingresos de los aristócratas y terratenientes romanos. Para satisfacer las demandas del emperador, algunos procuradores inescrupulosos estaban dispuestos a realizar juicios falsos para expedir multas y confiscar propiedades. Uno de esos procuradores de la provincia de África fue asesinado en El Djem y llevó a la proclamación de Gordiano I como emperador. El Senado Romano reconoció esto días después, ya que ellos también detestaban a Maximino. Sin embargo, el reinado de Gordiano I duró menos de un mes, ya que Capeliano, el gobernador de la vecina provincia de Numidia, marchó con sus tropas contra él. Mientras Capeliano tenía un ejército formidable a su mando, Gordiano I solo pudo reunir a una multitud de entre los residentes de Cartago, ciudad donde él vivía. Se decía que Capeliano había estado involucrado en una demanda contra Gordiano I, lo cual podría indicar que el gobernador le guardaba rencor al nuevo emperador. Además, Gordiano I había enviado a alguien a remplazar a Capeliano como gobernador, ya que este último había sido un defensor fiel de Maximino. Las tropas de Gordiano I, lideradas por su hijo Gordiano II, fueron derrotadas fácilmente y se cree que el emperador se suicidó. Más tarde ese año, Gordiano III se convirtió en el nuevo emperador. 

Otra señal de que el anfiteatro no fue construido durante un periodo de prosperidad de Roma, es que la estructura parece no haber sido terminada. Esto puede deberse a la falta de fondos y a la agitación política que había dentro del Imperio. De este modo, aunque Gordiano I quiso ofrecer un gran anfiteatro en su ciudad natal y Gordiano III pretendió honrar la memoria de su abuelo con este monumento, no se pudo materializar. Sin embargo, el Anfiteatro de El Djem, completo o no, sigue siendo una impresionante atracción turística hoy en día y su importancia histórica fue reconocida en el año 1979 cuando fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad.