jueves, 27 de agosto de 2015

ABC:El bebé momificado que podría desvelar los secretos de los guerreros de Atila


Una vez más, el azar ha ayudado a los investigadores a encontrar un tesoro arqueológico. En este caso, el afortunado ha sido el equipo de Nikita Konstantinov (de la Gorno-Altaisk State University). Y es que, este grupo ha hallado los restos de un bebé momificado accidentalmente hace 1.500 años que podrían ayudar a completar la escasa información que existe sobre la cultura Bulan-Kobinskaya, de la que se cree que descendía el conocido guerrero Atila el Huno. Lo que queda de este pequeño ha sido encontrado en la aldea Kurai Kosh-Agach, ubicada en el sur de Siberia.

«Los restos son de un bebé. Creemos que tenía menos de un mes de edad o que era un recién nacido. De momento, se desconoce el género», ha determinado el propio Konstantinov en declaraciones recogidas por el diario «The Siberian Times». En palabras del arqueólogo, su equipo ha tenido suerte pues, cuando el pequeño fue enterrado, el «ataúd» de piedra en el que le introdujeron (el cual impidió que entrara el aire) y la mortaja de cuero en la que fue envuelto provocaron que sus restos se momificaran sin pretenderlo.

Junto a él fueron hallados los cuerpos de dos adultos. «El niño fue enterrado en un montículo separado entre los dos cuerpos, probablemente sus padres», determina Konstantinov. Su estado de conservación es envidiable, pues aún mantiene tejido corporal blando y fragmentos de la mortaja de cuero. Con todo, en palabras del arqueólogo, desgraciadamente la cabeza no se ha preservado y todavía no se ha podido determinar su sexo.

Una cultura milenaria

A pesar de que todavía no se han realizado los análisis de ADN pertinentes, los investigadores consideran que el cuerpo podría pertenecer a la cultura Bulan-Kobinskaya. De este grupo de seres humanos no se tiene cai información, pero se cree que tiene vínculos con los antiguos guerreros hunos, las diferentes tribus que Atila unificó para combatir en el S.V d.C..

De momento, los restos se encuentran en la universidad, aunque próximamente serán enviados a un laboratorio para iniciar su estudio. «Esperamos que los análisis de ADN nos ayuden a entender quienes formaban esta cultura, además de sus patrones de migración. El análisis genético podría determinar de donde llegaron estas personas y establecer las huellas que dejaron en la civilización moderna», añade el experto.