Una estatua romana de mármol, de un metro de longitud aproximadamente, ha aparecido en las obras que se están acometiendo en un edificio del Casco Histórico de Toledo, bajo la calle de Navarro Ledesma, en el que también se localizó, el pasado mes de febrero, una galería subterránea de 30 metros de longitud por cuatro de ancho, que formó parte de un gran edificio civil fundacional del Toledo romano, hace 2.000 años.
El Consorcio de la ciudad de Toledo ha informado del hallazgo de la estatua de mármol en las obras que se realizan en la plaza Amador de los Ríos, bajo la calle Navarro Ledesma.
La estatua representa a un personaje masculino, desnudo, del que han aparecido, por el momento, el torso y parte de las extremidades, que revelan «una buena factura técnica», según el Consorcio.
La pieza ha aparecido durante los trabajos de rehabilitación de un edificio, donde también se localizó una galería subterránea (criptopórtico) de unos treinta metros de longitud.
El hallazgo de la nueva estatua contribuye a añadir una pieza más al complejo puzzle del Toletum romano, en cuyo análisis y configuración historiográfica trabaja el Consorcio de la Ciudad de Toledo desde su creación, hace más de quince años. Y aunque la mayor parte de sus conclusiones, trasladadas a una completa planimetría de la ciudad romana, tienen que ver con estructuras y materiales arqueológicos, especialmente los relacionados con infraestructuras hidráulicas, también sería posible destacar la aparición de otros restos estatuarios en el pasado, como el personaje togado descubierto en 2008 en unas obras de la calle de la Plata que el Consorcio subvencionaba.