El hallazgo en la bahía de Cullera de la primera ánfora romana entera y el quinto cepo romano que ya tiene en su haber la población refuerzan la teoría de que el mítico Portum Sucrone, la importante ciudad romana que albergó la comarca, se emplazaba en el territorio que ocupa la actual localidad.
Las labores de extracción arqueológica se han desarrollado dentro del proyecto de Prospección Arqueológica Subacuática Bahía de Cullera, financiado por la Concejalía de Patrimonio Histórico, ha informado el consistorio en un comunicado. Los autores de la extracción han sido los buzos descubridores del posible Portum Sucrone, el presidente del Club de Buceo Delfín, Óscar Pellicer, y José Puig, acompañados por el arqueólogo municipal, Kike Gandía, y la directora del Centro de Arqueología Subacuática de la Comunitat Valenciana, Asunción Fernández.
La operación se ha iniciado en la bocana del puerto pasadas las 9:30 horas de hoy y se ha podido realizar con éxito gracias a la buena visibilidad en un mar en calma. Aunque no es posible todavía determinar la época de las dos piezas, ambas en excelentes condiciones, y en los próximos días se procederá a un estudio exhaustivo a fin de conocer los siglos de los que datan y otros detalles como la carga que llevaba el ánfora. "Es un hallazgo singular porque no es fácil encontrarse piezas enteras y menos en superficie" como ha sido el caso, ha apuntado Gandía, quien ha incidido en que los restos suelen estar enterrados y presentan roturas.
Además, el hecho de que haya aparecido otro cepo apuntala algo que, según las mismas fuentes, ya nadie discute: el enorme tráfico comercial que albergó la bahía. Pese a que el responsable de museos se ha mostrado prudente y no ha querido afirmar que ello suponga definitivamente la confirmación de la presencia del Portum Sucrone, ha hecho hincapié en que se trata de "dos indicios muy potentes".
Se trata de la primera extracción que se lleva a cabo en el marco del Proyecto de Prospección Arqueológica Subacuática Bahía de Cullera, puesto en marcha este año por el consistorio. "Ya no es un hallazgo casual, sino programado", ha expuesto Gandía, quien ha recordado que el proyecto tiene dividida la costa cullerense en cuatro áreas que van desde la Isla de los Pensamientos hasta la Penya Roja (frente al Marenyet), pasando por la desembocadura del Xúquer y la Penyeta del Moro. Pellicer ha agradecido el interés municipal por financiar estas iniciativas y ha recordado que tras "casi 20 años de historia, hasta ahora todos nos habían puesto problemas con la financiación".
Esta inyección financiera permitirá un mínimo de 45 inmersiones anuales aunque Pellicer ha afirmado que ya llevan más de un centenar porque lo hacen "no por dinero sino por amor a la arqueología y a Cullera".
El hallazgo de las piezas rescatadas tuvo lugar el pasado mes de noviembre y se determinó la necesidad de extraerlas por peligro de expolio. "Ha sido un milagro porque estaban en superficie en la bocana del puerto, por donde pasan muchas embarcaciones, pero las piezas están perfectas", ha destacado Pellicer.
El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha planteado la posibilidad de crear un museo del mar en el futuro para exponer la riqueza arqueológica de la bahía y ha valorado que el hallazgo "contribuye a aumentar el atractivo de Cullera como paraíso para los amantes del buceo".