martes, 23 de mayo de 2017
Descubren un campamento romano de las Guerras Cántabras en Castañeda
Arqueólogos cántabros han sacado a la luz un nuevo campamento militar romano en un lugar conocido como La Cabaña, en el municipio de Castañeda. La campaña, dirigida por el arqueólogo Enrique Gutiérrez Cuenca, con la colaboración de José Ángel Hierro Gárate, Rafael Bolado del Castillo y Eduardo Peralta Labrador, ha reunido numerosos testimonios (una moneda, una fíbula omega o una vaina de puñal labrada), que permiten datar el asentamiento en el año 25 a. de C., coincidiendo con las Guerras Cántabras. Por otro lado, esta misma loma fue el escenario de una contienda con el ejército italiano en el año 1937.
A pesar de que el yacimiento estaba "muy alterado" por un incendio forestal ocurrido en 2015, durante la prospección se ha conseguido recuperar valiosas piezas, "que confirman el carácter militar y la cronología del yacimiento", fijándolo en este periodo convulso de la historia entre el 29 y el 19 a.de C. Así, según describen los investigadores, se ha encontrado una moneda romana de bronce acuñada en la Colonia Lépida Celsa (Velilla del Ebro, Zaragoza) entre los años 44 y 36 a. de C., una pieza de suspensión de una vaina de puñal fínamente decorada y una fíbula en omega –broche que utilizaban los romanos para sujetarse la vestimenta– y que ya descansan en el el Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac) para su estudio, restauración y exposición.
Además, también han aparecido otros útiles usados por los legionarios como una dolabra –un tipo de herramienta para cavar fosos– o parte de un molino de mano portátil para moler la ración diaria de cereal.
El recinto tiene una extensión de dos hectáreas, "superficie suficiente para alojar a unos 1500 hombres", describen. Además, las estructuras mejor conservadas definen una línea "triple de fosos y terraplenes en la zona norte" y se completaban con una fortificación "más sencilla".
También, junto al yacimiento, una prospección previa mediante fotografía aérea permitió localizar otro posible campamento "de mayor tamaño" a poco más de un kilómetro hacia el sur, en el barrio de Pando (Santiurde de Toranzo). De hecho, ambos fueron incluidos en la obra colectiva ‘Las Guerras Astur-Cántabras’ en 2015.
Además, los dos asentamientos están en relación visual tanto con los del Campo de Las Cercas y Cildá, o el castro de la Espina del Gallego, "que forman parte del mismo dispositivo militar romano, en la otra orilla del Pas", describen.
A juicio de este equipo de arqueólogos, el hallazgo de La Cabaña es en sí mismo, una "evidencia arqueológica" que permitiría situar "en la Bahía de Santander" el mítico Portus Victoriae, cuya existencia describía ya Plinio el Viejo, pero del que existen varias teorías sobre su posible situación geográfica. "Su ubicación, a menos de 20 kilómetros de la bahía, vincula este establecimiento militar con el desembarco de tropas romanas que hizo posible la conquista de Cantabria por Roma", afirman.
Operación de salvamento
Gutierrez Cuenca y sus colaboradores pusieron también el acento en el peligro que ha corrido La Cabaña, debido a un incendio forestal en 2015 y los trabajos posteriores de acondicionamiento "que se llevaron a cabo sin supervisión arqueológica", dejando el yacimiento "muy alterado". Todo ello a pesar que, en 2014, ya habían avisado a Cultura de la existencia de los mismos. La actuación ha consistido en una "operación de salvamento" con el objetivo de documentar y recuperar los restos "que la maquinaria pesada se había llevado por delante", con autorización de Cultura y financiada por los arqueólogos.
Durante los trabajos, también se ha recuperado material importante de la Guerra Civil, ya esta misma loma fue el escenario de una batalla entre la División Littorio (italiana) y algunas unidades republicanas.