jueves, 20 de julio de 2017
ABC:El arte contemporáneo llega a la colina del Palatino
El arte contemporáneo se confronta con el pasado de la antigua Roma y sus restos arqueológicos en uno de los escenarios más sugestivos de la ciudad eterna: la colina del Palatino, lugar mítico romano, entre los arcos del palacio de Septimio Severo, emperador desde el 193 al 211, y la explanada del estadio palatino. Aquí se inauguró ayer la exposición titulada «Desde Duchamp a Cattelan – Arte contemporáneo en el Palatino», que presenta un centenar de obras: Grandes instalaciones, esculturas, pinturas y fotografías de artistas de 25 países.
Sobre algunas hierbas que crecen en el estadio, se han erigido dos grandes instalaciones: En el lado septentrional está «After love» (2003), una caseta creada por el dúo artístico italiano Vedovamazzei, y que se ha convertido en la obra símbolo de esta exposición. Se trata de una reproducción de la caseta de Buster Keaton en la película «Una semana» (1920), un cortometraje y comedia que critica la sociedad de consumo en sus albores. En el centro del estadio aparece la instalación «Los ojos de Segantini» (2008), de Luca Vitone: Una copia fiel del quiosco de madera con planta circular de los Alpes pintado por el artista trentino Segantini en el siglo XIX, quien recreó las cumbres alpinas. Completa el trío la instalación denominada «Lugar de concentración multiconfesional y laico» de Michelangelo Pistoletto.
El comisario de la exposición, Alberto Fiz, crítico de arte, considera que el desafío de la mostra es «buscar una clave de lectura, además de colocar las obras en un ambiente sugestivo». Así, el diálogo de lo antiguo con lo contemporáneo, entre las majestuosas arquitecturas de los palacios imperiales del Palatino confrontadas con obras modernas, permite a los visitantes interrogarse sobre el sentido del tiempo y de la permanencia. Por otro lado, el felpudo espejo de Maurizio Cattalan, uno de los artistas italianos más cotizados, ofrecerá a quien lo pisa un inédito punto de vista. Hará reflexionar también la fotografía de una actuación de Marina Abramovic en el 2001 en el hospital psiquiátrico de Volterra. La obra de Thorsten Kirkoff -cajas de fruta y sacos de yute estampados con imágenes de inmigrantes- da pie a pensar en la condición humana.
Hasta el día 29 de octubre se podrá visitar esta exposición de arte moderno en diálogo con el pasado, que invita a las reflexiones sobre la memoria. La «invasión» de arte contemporáneo, que sirve también para homenajear y reavivar la historia de un lugar mítico, quizás sirva especialmente a quienes viven diariamente la realidad romana, a la vista del comentario de unos turistas americanos al contemplar la exposición: «Nosotros hemos venido aquí por las ruinas…»