Badalona, la ciudad que evolucionó de la antigua Baetulo romana, tiene un nuevo símbolo: un espléndido busto de Baco, quien fue adorado como el dios del vino y de los festines, de la embriaguez y del éxtasis. La impresionante pieza, descubierta recientemente durante unas excavaciones arqueológicas previas a la construcción de un vial lateral en la C-31, está hecha de mármol giallo antico, una variedad procedente de Túnez, y formaba parte de una herma, un pilar cuadrado o rectangular sobre el cual se colocaba un busto. El dios del vino y de la viña, el cultivo predominante en la antigua Baetulo, aparece aquí con una barba densa y elegante, con una estética claramente orientalizante, por lo que podría ser una copia de una pieza de época helenística, unas obras que durante la época altoimperial gozaron de mucha popularidad, según explica el Museu de Badalona. El busto de Baco ha sido excavado en un antiguo larario, un pequeño altar sagrado de una de las domus halladas en Baetulo, donde se realizaban ofrendas y oraciones a los dioses.