sábado, 2 de enero de 2016

ABC:Naucratis, el puerto comercial del S.V con «rascacielos» que prohibió los matrimonios entre diferentes etnias


Cuando, en 1884, el arqueólogo Flinders Petrie halló los restos de una ciudad en el norte de Egipto, jamás se podría haber imaginado que lo que estaba excavando realmente -como luego se demostró- era la urbe de Naucratis. Un asentamiento griego en el país de las pirámides que, aunque estaba construido de mutuo acuerdo entre ambos gobiernos para favorecer el comercio en el Mediterráneo, prohibió curiosamente los matrimonios entre los egipcios y los griegos que vivían entre sus muros. Con todo, y a pesar de esta negativa, el asentamiento se destacó siempre por estar avanzado a su época y por contar con unas viviendas de varios pisos tan altas como torres (lo que las convertía en los rascacielos de la época).

La historia de Naucratis ha asombrado a historiadores desde hace casi 200 años. Sin embargo, ahora ha vuelto a salir a la luz gracias a un grupo de arqueólogos del Museo Británico que, hace menos de dos jornadas, ha informado del hallazgo de una gran cantidad de objetos (10.000) en la ciudad. Unos restos entre los que destacan varias figuras egipcias dedicadas al «festival de la embriaguez» y que han desvelado, por primera vez desde 1884, que el tamaño de esta urbe era casi el doble del que se creía hasta ahora. «Anteriormente se pensaba que sólo contaba con unas 30 hectáreas, pero ahora sabemos que es más de 60. Hay muchos restos arqueológicos todavía por excavar», ha señalado Ross Thomas, el jefe de proyecto del Museo.

La Hong Kong griega

Naucratis, según afirma la Doctora en Historia M. Pilar Fernández Uriel en su libro «Historia Antigua Universal. El mundo Griego», fue fundada en el S.V en el Delta del Nilo por mercaderes griegos con el permiso del faraón. Al parecer, los extranjeros pretendían crear un puerto comercial de paso obligado para todos aquellos que entrasen en Egipto y los habitantes de la zona, por su parte, estaban encantados con la idea de enriquecerse gracias a él. Así lo afirmó el historiador Heródoto, uno de los primeros que deja constancia de la existencia de esta urbe. «Antes de Naucratis se creía que los barcos solo se detenían en la costa del Mediterráneo para descargar mercancías. Luego se supo que llegaron a viajar hasta Egipto», añade Thomas.

Como ciudad comercial que era, esta urbe se levantó sobre la mezcla de multitud de culturas que provocaron su avance en todo tipo de ámbitos. De hecho, los nuevos objetos encontrados corroboran una idea que ya se barajaba: la de que Naucratis contaba con unos primitivos «rascacielos» sumamente modernos para la época. «Gracias a las nuevas evidencias sabemos que Naucratis fue poblada por casas torre de gran altura que habitualmente tenían de tres a seis plantas. Eran de una construcción similar a las que se pueden encontrar hoy en Yemen», añade Thomas. A su vez, el experto compara estas viviendas como el equivalente de Manhattan en la época.

En este sentido -y tal y como afirma la versión de la versión digital del «The Guardian»- el experto también cree que Naucratis era la Hong Kong de la época. Tanto por el tipo de viviendas, como por su carácter cosmopolita. De hecho, señala que llegó a contar con una población de, como mínimo, 16.000 personas. Todas ellas, ávidas de comerciar con objetos como papiros, perfumes, plata, vino o aceite. No obstante, y a pesar de la cantidad de culturas que se mezclaban en esta urbe, había una serie de normas estrictas en relación a su política matrimonial. «El barrio griego estaba separado del egipcio y los matrimonios entre ambos estaban totalmente prohibidos», explica, en este caso, Fernández.

Una nueva remesa de objetos

La historia milenaria de esta ciudad (que se perdió en el tiempo hasta 1884), no obstante, se ha vuelto ha reescribir esta misma semana después de que los expertos hayan encontrado hasta 10.000 nuevos objetos en la ciudad (entre ellos, ánforas de estilos griego y egipcio con dibujos de un festival de la embriaguez). Las excavaciones han desvelado además la ubicación del puerto de la ciudad (nombrado por Heródoto), así como de dos templos griegos y la madera de buques de todo tipo de pueblos. «Hasta ahora se creía que la ciudad era relativamente pequeña», determina Thomas en sus declaraciones.

A su vez, los hallazgos han desvelado nuevos datos sobre la vida de las mujeres en la ciudad. «Hay más inscripciones griegas del siglo VI en Naucratis que en cualquier santuario griego. Estas nos dicen mucho acerca de los comerciantes: hay algunas mujeres representadas; aunque por lo general son simplemente comerciantes masculinos. Hay personajes que también aparecen en otras ciudades griegas, por lo que puede comenzar a realizar un seguimiento de los mismos», finaliza.