miércoles, 27 de noviembre de 2019
EL País:La Venus capitolina no quiere ir al museo
En 2011, cuando se llevaban a cabo unas obras municipales a las afueras de Salar (Granada), apareció la estructura de una villa romana. El Ayuntamiento la excavó con sus propios fondos y creó un centro de interpretación. Entre los muros de la construcción se hallaron dos bellos ejemplares de Venus romanas, denominadas Venera y Púdica. El municipio, tal y como establece la ley, entregó a regañadientes las piezas al Museo Arqueológico y Etnológico de Granada. Las esculturas fueron entonces restauradas. En 2017, Salar reclamó las Venus para exponerlas. La Junta de Andalucía se las entregó en “préstamo” por un año. El Ayuntamiento las colocó en su centro de interpretación, una dependencia municipal, y esperó la llegada de visitantes: más de 3.000 anuales. Ahora, el Gobierno andaluz reclama la devolución de las piezas bajo amenaza de exigir la acción de la Fiscalía y una denuncia “por apropiación indebida”.
El alcalde de Salar, Armando Moya, se muestra desolado. “Las devolveremos y nos gastaremos 2.000 en el transporte, pero esto no tiene sentido. ¿Para qué las quieren? ¿Para meterlas otra vez en un almacén, que es donde estaban cuando fuimos a recogerlas en 2011?". El plazo de devolución acaba mañana.
Isidro Toro, director del Museo Arqueológico de Granada, niega las afirmaciones de Moya. "En primer lugar, no estaban en un almacén, sino siendo restauradas. No se puede tener estas dos obras de arte en unos bajos municipales, que es como las tienen, y otra escultura más que también tendrán que entregar".
Toro asegura que el alcalde de Salar ha rechazado dos copias en 3D que el museo estaba dispuesto a "hacer con los mejores escultores de mármol". "Cuando tengan un museo con las condiciones necesarias, podrán exponerlas, pero no en un centro de interpretación dentro del Ayuntamiento, que ellos llaman museo, como en Madrid dicen que tienen un Museo del Jamón. Hay que ser serio"
El valor de estas obras de arte romano es incalculable. La primera Venus Capitolina de la que se tiene noticia fue desenterrada en la colina romana de Viminal a finales del siglo XVII. El papa Benedicto XIV la adquirió y fue trasladada a los Museos Capitolinos, donde permanece. Se supone que este tipo de figuras son una adaptación de la Venus de Praxíteles, escultor griego del siglo III antes de Cristo. En la Roma clásica, las familias pudientes adquirían copias para decorar sus villas.
La de Salar mide unos 75 centímetros de altura, aunque pudo alcanzar los 1,2 metros, ya que le faltan las piernas. Fue hallada incrustada en uno de los muros de la edificación junto con frescos, mosaicos y esculturas de ninfas conforme avanzaban las excavaciones.
Una de las razones que la Junta argumenta para la devolución es la falta de medidas de seguridad en Salar. El alcalde lo niega. “Las tenemos en vitrinas de seguridad, con sistemas alarma y detección por movimiento. Para nosotros son muy importantes porque suponen un atractivo turístico y cultural”, explica el regidor de un municipio de 2.700 habitantes que en algunos meses del año, cuando no hay recogida de la cosecha, alcanza un nivel de paro superior al 26%.
Armando Moya recuerda que la Ley de Museos y Colecciones Museográficas permite la cesión en depósito de una pieza cuando existan “justificadas y excepcionales razones en aras a la difusión del patrimonio histórico, garantizando que puedan verse las piezas”. La respuesta oficial de la directora de Innovación Cultural y Museos, Pía Halcón, es que, en virtud de “las actuaciones técnicas y los informes jurídicos”, que las devuelvan. "¿Pero para qué las quieren?", se vuelve a preguntar el alcalde. La respuesta del director del museo es clara. "Para exponerlas para todos".