lunes, 21 de octubre de 2019
ABC:Descubren una calle en Jerusalén construida en tiempos de Poncio Pilato
El próximo diciembre se cierra una de las sagas más longevas y taquilleras de la historia del cine, la correspondiente a los Skywalker de Star Wars, que empezó en 1977 y terminará en 2019 con el estreno de Star Wars Episodio IX - El ascenso de Skywalker.
Una película que, a diferencia de otras anteriores, parece que Disney ha querido mantener en el secretismo absoluto y de la que apenas hemos visto nada promocional, por lo menos lanzado por el estudio. No obstante, con solo a dos meses vista del 20 de diciembre, la fecha en la que llegará a las salas de cine de todo el mundo, Disney ha querido lanzar el tráiler final de El ascenso de Skywalker, que podremos ver el próximo martes 22 de octubre, tal como ha anunciado la cuenta oficial en español de Star Wars a través de Twitter.
Y no solo eso, tal como anuncia el tweet, parece que se abrirá la preventa de entradas para aquellos que no quieren perderse la llegada del Episodio IX a los cines desde su primer día en cartelera. Dirigida por J.J. Abrams, El ascenso de Skywalker vuelve a contar con los protagonistas de la nueva trilogía, interpretados por Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaacs y Adam Driver como el líder sith, Kylo Ren. Por otro lado, esta será la última película en la que veamos a Carrie Fisher como Leia, gracias a las imagénes de archivo que no se utilizaron en las dos entregas anteriores.
Las extensas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en los últimos seis años han destapado una sección de 220 metros de largo de esta antigua calle cuya existencia revelaron arqueólogos británicos en 1894. Los trabajos han sacado a la luz más de 100 monedas atrapadas debajo de adoquines. Las últimas datan entre el 17 y el 31 después de Cristo, lo que proporciona una evidencia firme de que el trabajo comenzó y se completó durante el tiempo en que Poncio Pilato gobernó Judea.
«Datar usando monedas es muy exacto», asegura Donald T. Ariel, arqueólogo y experto en monedas de la Autoridad de Antigüedades de Israel, y uno de los coautores del artículo, antes de explicar que como algunas monedas tienen el año en que fueron acuñadas, si una moneda con la fecha del año 30 después de Cristo se encuentra debajo de la calle, «la calle tuvo que construirse en el mismo año o después de que esa moneda fuera acuñada».
«Sin embargo, nuestro estudio va más allá, porque estadísticamente, las monedas acuñadas unos 10 años después son las monedas más comunes en Jerusalén, por lo que no tenerlas debajo de la calle significa que la calle fue construida antes de su aparición, en otras palabras, solo en tiempos de Pilato», añade.
La calle, de unos 600 metros de longitud y unos 8 de anchura, estaba pavimentada con grandes losas de piedra, como era habitual en todo el Imperio Romano. Los investigadores estiman que en su construcción se usaron unas 10.000 toneladas de roca caliza.
La opulenta y grandiosa naturaleza de la calle, junto con el hecho de que une dos de los lugares más importantes de Jerusalén, la piscina de Siloam y el Monte del Templo, refuerza la convicción de los expertos de que la calle fue una ruta de peregrinación.
«Si se tratara de una simple pasarela que conecta el punto A con el punto B, no habría necesidad de construir una calle tan grandiosa», razonan los doctores Joe Uziel y Moran Hagbi, arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, coautores del estudio. «Como mínimo tiene 8 metros de ancho. Esto, junto con su piedra finamente tallada y sus "adornos" ornamentados como un podio escalonado a lo largo de la calle, indica que se trataba de una calle especial».
Nahshon Szanton, de la Universidad de Tel Aviv y la Autoridad de Antigüedades de Israel, sostiene que, en parte, su construcción pudo haberse ordenado «para apaciguar a los habitantes de Jerusalén», así como para que Jerusalén encajara en el mundo romano y para «engrandecer su nombre con grandes proyectos de construcción».
Los adoquines de la calle se encontraron ocultos bajo capas de escombros, que se cree que datan de cuando los romanos tomaron y destruyeron la ciudad en el año 70 después de Cristo. Los escombros contenían armas como puntas de flecha y piedras de honda, restos de árboles quemados y piedras derrumbadas de los edificios a lo largo de su borde.
Los expertos creen posible que la calle se construyera para reducir las tensiones con la población judía, aunque no lo pueden asegurar con total seguridad. Aunque todas estas explicaciones se sustentan en documentos históricos, es probable que fuera una combinación de las tres causas.