Pompeya sigue viva. Sepultada en el año 79 por la erupción del Vesubio, nos sigue ofreciendo maravillas. Los arqueólogos han descubierto un nuevo y sorprendente fresco: La escena de combate de dos gladiadores en una fase crucial y final de su lucha, cuando aparece claro quién es el vencedor y quién está, inclinado sobre la rodilla, a punto de sucumbir.
Dicen los expertos que este nuevo descubrimiento causará sensación por sus dimensiones y originalidad: El fresco, de 1,12x1,5 m., recoge el instante trágico de un combate de dos gladiadores con las heridas sangrantes del vencido. Los combatientes son un «Mirmillone» y un «Trace», dos categorías de gladiadores que se exhibían en los anfiteatros de la época romana.
Hasta ahora se han encontrado escenas de gladiadores en diversos ambientes, pero en este caso la representación es extremadamente realista de las heridas, como la del pulso y la del pecho del gladiador vencido, con la sangre que sale y baña las polainas.
El arqueólogo Massimo Osanna, director del Parque Arqueológico de Pompeya, habla de «hiperrealismo trash»: “Son importantes estas imágenes, porque en Pompeya y en el mundo romano un tipo de gladiador pintado así no hay. Veo incluso algo de cómico en el gesto del perdedor que levanta un dedo como para pedir la gracia», afirma el profesor Ossanna, que adjudica la obra a un artista con un temperamento seguramente jovial. «En cualquier caso –añade Osanna- es una escena sorprendente, porque nos revela algo más sobre cómo los pompeyanos veían el mundo: con un toque de humorismo».
Taberna de gladiadores
El fresco adornaba la pared situada bajo una escalera, lo que se refleja en la pintura con su forma de trapecio rectángulo. El edificio acogía seguramente un «thermopolium» (taberna), donde era posible comprar alimentos para consumo inmediato. De ahí que los guías turísticos de Pompeya para evitar mayores explicaciones se limiten a decir que era un «fast food» –comida rápida- de la época romana.
Según el profesor Osanna , el local era frecuentado probablemente por gladiadores, porque cerca se encontraba su cuartel, mientras en el piso superior había una vivienda destinada a los propietarios del negocio o bien como era frecuente, teniendo en cuenta la presencia de gladiadores, estaba destinado a las prostitutas.
«El descubrimiento de este fresco excepcional demuestra que Pompeya es realmente una mina inagotable de investigación y de conocimiento para los arqueólogos de hoy y del futuro».