viernes, 26 de abril de 2019
National Geographic:Una tumba egipcia con dieciocho puertas
En la orilla occidental de Luxor se extiende la necrópolis de Dra Abu el-Naga, situada a unos 6oo kilómetros al sur de El Cairo, un emplazamiento que cobija un gran número de sepulturas de la élite egipcia excavadas en la roca.
Una misión arqueológica egipcia que trabajaba en la zona, al norte de la tumba del escriba real Roy (TT 255) –que vivió bajo el reinado del faraón Horemheb (1319-1292 a.C.)–, descubrió una espectacular sepultura cuando estaba retirando los escombros acumulados por doscientos años de excavaciones extranjeras. Esta acumulación de materiales cubría la entrada de la tumba, la mayor descubierta hasta la fecha en el lugar, a la cual puede accederse nada menos que por dieciocho puertas. Tras ocho meses de minuciosos trabajos de excavación y restauración, el ministro de antigüedades de Egipto, Khaled el Anani, ha anunciado su apertura al público.
La tumba más grande de la necrópolis
El hipogeo mide unos 450 metros cuadrados y data de época ramésida (1279-1213 a.C.). Los arqueólogos han descubierto que fue construido como lugar de reposo para el noble Shedsu-Djehuty, quien ostentó diversos cargos de importancia, entre ellos alcalde de Tebas y portador del sello real del Alto Egipto, y cuyo nombre y títulos aparecen inscritos en la entrada de la tumba.
Los muros interiores están decorados con algunas escenas que muestran al difunto ante los dioses y con otras que reflejan momentos y actividades de la vida cotidiana a orillas del Nilo, como la caza y la pesca o la fabricación de embarcaciones de madera. Asimismo, un enorme patio decorado con coloridas baldosas se abre dentro del hipogeo, y en sus lados norte y sur se han hallado dos pozos funerarios de once metros de profundidad cada uno. Los arqueólogos han encontrado en la tumba un sarcófago antropomorfo, una máscara funeraria, varios ushebtis (figurillas funerarias destinadas a realizar los quehaceres diarios en sustitución del difunto) hechos de fayenza, arcilla y madera, más de cincuenta sellos funerarios, recipientes de cerámica y algunas tapas de vasos canopos (donde se conservaban las vísceras momificadas del finado), de piedra caliza, en forma de babuino.
Un yacimiento rico en hallazgos
La colina de Dra Abu el-Naga ha aportado varios descubrimientos importantes en los últimos años. En 2017, se descubrió la tumba del noble Userhat, que vivió durante el Reino Medio (1980-1760 a.C.). Ese mismo año, la misión española del Proyecto Djehuty, liderada por José Manuel Galán, que lleva desde 2002 excavando en la necrópolis, encontró los restos de un jardín funerario plantado en la entrada de una gran tumba de la dinastía XII (1939-1760 a.C.). El jardín presentaba la peculiaridad de conservar en buen estado las semillas que se sembraron en él hace cuatro mil años, e incluso se había preservado la parte inferior del tronco de un tamarisco.