viernes, 12 de abril de 2019
La compra de los terrenos de la ciudad romana de Caraca se estanca
La negociación que mantiene abierta el Ayuntamiento de Driebes, en Guadalajara con dos de los propietarios de las tierras donde yace la ciudad romana de Caraca, para convertir parte de estos terrenos en públicos, se encuentra en punto muerto.
Pedro Rincón, alcalde de la localidad asegura a eldiarioclm.es que “el proceso para adquirir las tierras sigue para adelante, nos hemos reunido varias con los dueños y les hemos transmitido que es importante para el pueblo, pero no hemos conseguido por el momento avanzar en la negociación”. La intención del Consistorio driebano es alcanzar un acuerdo de compra-venta con los propietarios que afecta a seis de las hectáreas del yacimiento arqueológico, descubierto a finales de 2016, con el objetivo de que pasen a ser gestionadas por el ayuntamiento en el futuro.
La oferta que el equipo municipal ha trasladado a los Hermanos Zorita, titulares de estas tierras de labranza desde hace 40 años desde que se iniciaran las conversaciones es de 3.000 euros por cada hectárea; por lo que el valor de la operación alcanzaría los 18.000 euros. La superficie que centra la negociación coincide, según las exploraciones realizadas por el equipo arqueológico del proyecto Driebes en el yacimiento, situado a cinco kilómetros de la población con el centro de la ciudad romana. En esta zona se hallaron, entre 2017 y 2018 el foro de Caraca con vestigios de varios edificios públicos y las termas, que pertenecen al siglo I D.C, la época más próspera de la ciudad romana.
Otra de las opciones que el Ayuntamiento ha ofrecido a los propietarios es una permuta entre diferentes terrenos. De esta forma, el Consistorio adquiriría otra parcela agrícola que entregaría a los dueños a cambio de que ellos cedieran los terrenos de Caraca. “Seguiremos insistiendo para convencerles del valor que esos terrenos tienen para Driebes y que se decidan a vender”, afirma Rincón.
Desde que los arqueólogos confirmaron la existencia de la ciudad romana, gracias a las prospecciones desarrolladas en la zona con la técnica del georradar, a finales de 2016, los dueños de los terrenos han colaborado con los trabajos de investigación que se han llevado a cabo en el Cerro de la Virgen de la Muela. Durante los dos últimos años, los propietarios han autorizado al Ayuntamiento para que solicitara a la Junta de Castilla-La Mancha la subvención, que ha permitido continuar con las excavaciones. Sin embargo, según reconoce el alcalde no se “deciden” a vender las tierras: “Ha habido buena disposición por su parte en cada campaña, pero conviene que Caraca pase a manos públicas para que el proyecto avance, podamos acceder a más ayudas y lo transformemos en un yacimiento arqueológico visitable en los próximos años”, asevera Rincón.
En caso de que finalmente estos terrenos pasaran a titularidad pública, supondría agilizar el proyecto y que el Consistorio pudiera acceder a otras vías de financiación que la Administración destina a la recuperación del patrimonio histórico. “Confío en que se llegue a un acuerdo, porque es la mejor salida para el futuro del pueblo y también con vistas a que otra institución se hiciera cargo del yacimiento de Caraca, que es espectacular”, concluye el alcalde.
Termas monumentales
La segunda campaña de excavaciones que se desarrolló, entre julio y agosto de 2018 en el noroeste de la ciudad romana de Caraca arrojaron un importante hallazgo. El equipo de arqueológos que lidera el proyecto de investigación 'Urbanismo y territorio: excavación arqueológica del sector noroeste de Caraca', Emilio Gamo y Javier Fernández descubrió parcialmente las termas, integradas en el foro de la ciudad romana y, que fueron construidas a mediados del siglo I D.C., coincidiendo con la etapa de mayor esplendor de Caraca. En concreto se trata de unos baños públicos con una superficie superior a los 1000 metros cuadrados, que llegaron a ser uno de los principales puntos de encuentro de la población del municipio, situado en una zona estratégica de la vía Complutum, que enlazaba la ciudad de Alcalá de Henares con Cartagena y a tan solo 40 kilómetros del yacimiento de Segóbriga (Cuenca).
“Las termas fueron un referente del ocio y del intercambio económico en la comarca y revelan la importancia histórica que alcanzó Caraca y cómo se edificó la ciudad, a través de un plan de monumentalización iniciado en el siglo I”, sostiene Emilio Gamo, director del proyecto Driebes a este digital.
El complejo termal, que estuvo en funcionamiento hasta que un incendio, acaecido en la segunda mitad del siglo II d.c. lo devastó, se estructuraba en torno a diferentes estancias. Durante las últimas excavaciones se localizaron en una superficie mayor de 190 metros cuadrados una palestra porticada que servía como sala de gimnasio para la práctica de ejercicio físico de los habitantes de la localidad. Además, el sofisticado complejo termal disponía de una piscina de agua fría (frigidarium), pavimentada con un suelo cerámico de figuras romboidales que se conserva en buen estado; y otra piscina de agua templada (tepidarium), revocada con un avanzado sistema impermeabilizante. A este espacio de los baños se accedía por una escalera de voluminosos sillares de piedra, rematada por un ábside.
Las exploraciones que han sacado a la luz estas termas revelan también otra información interesante sobre cómo se organizaba la sociedad romana. Según explica Gamo “las termas fueron un destacado lugar de encuentro social, que abría por las tardes y eran utilizadas unos días por hombres y otros por las mujeres”.
Asimismo, el lugar en el que se emplazaron los baños públicos, que se abastecían de las aguas del manantial de Lucus (bosque sagrado), cabecera del acueducto de la ciudad, ha conducido a los especialistas a la conclusión de que las termas de Caraca pudieron ser edificadas por los mismos especialistas o siguiendo el mismo esquema de las cercanas termas de Segóbriga, en la provincia conquense.
El devenir de las termas de la que fue la primera ciudad romana de la provincia de Guadalajara cambió radicalmente tras un incendio del que se desconoce su origen. Como consecuencia, este espacio del foro fue reocupado “en precario” como habitación, perdiendo su función termal originaria, durante la última parte de los siglos II y las primeras décadas del siglo III.
Además del hallazgo de las termas, los técnicos completaron el mapa de la ciudad de Caraca mediante la prospección con georradar de las ocho hectáreas de terreno. Este trabajo se cubrió con la subvención de 5.000 euros que la Diputación de Guadalajara aporta al proyecto Driebes.
En lo que respecta al entorno natural sobre el que se asentó el emplazamiento romano, el estudio geológico realizado por un grupo de expertos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) del yacimiento y sus alrededores desveló la existencia de cierta actividad sísmica en los valles del Tajo y del Tajuña a lo largo del Pleistoceno y el Holoceno. Los especialistas estiman que estos movimientos volcánicos pudieron influir en la evolución de Caraca y en cómo se produjo el asentamiento de la población en esta área.
Durante la conferencia 'Las termas públicas de la ciudad romana de Carac'", enmarcada dentro del IV ciclo de conferencias “Arqueología en Guadalajara del Museo Provincial de Guadalajara, Trabajos inéditos”, que organiza esta institución cultural, el equipo técnico del proyecto Driebes presentó este jueves los resultados de la última campaña de excavación en el Cerro de la Virgen de la Muela durante el verano de 2018. Para Gamo “la campaña fue un éxito ya que nos ha permitido acercarnos más a la fecha en la que Caraca fue promocionada jurídicamente para comprender y divulgar a la sociedad cómo se desarrolló la romanización de la provincia de Guadalajara”.
La disertación se acompañó de la proyección de un vídeo tridimensional, diseñado por Daniel Méndez, del estudio Revives, que reconstruye virtualmente las termas públicas de Caraca.
Próximo objetivo: el acueducto
Con vistas a la próxima campaña arqueológica que se desarrollará previsiblemente en el yacimiento durante el verano, los arqueólogos han fijado el foco en otra infraestructura de la ciudad romana: el acueducto. Con respecto a esta estructura de tres kilómetros de longitud, situada a escasos metros de Caraca, los arqueólogos descubrieron 112 metros de la canalización construida a base de hormigón de la época.
El objetivo de esta excavación es, según mantiene Gamo saber “cómo era el sistema de abastecimiento de aguas a las termas y confirmar las similitudes entre este acuífero y el del cercano emplazamiento romano de Segóbriga”.
El desarrollo de los trabajos depende de la subvención que cada año convoca la Junta de Castilla-La Mancha para la recuperación de yacimientos arqueológicos en la región y que todavía no ha publicado el Gobierno regional. La investigación se cofinancia también mediante la aportación del Ayuntamiento de Driebes, la Diputación de Guadalajara, el Ayuntamiento de Brea de Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara.