La arqueóloga ha explicado a los periodistas que el registro hallado en “Lobos 2” corresponde a malacofauna, usada para púrpura y asociada a fragmentos de cerámica romana además de elementos estructurales pétreos, ocultos por el jable, pero que pueden permitir la hipótesis de la existencia de construcciones de muros.
Desde entonces, se han realizado tres campañas de excavación coordinadas por la Universidad de La Laguna, el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife y el Cabildo majorero.
El yacimiento, con una superficie abierta de unos 570 metros cuadrados y con la firme posibilidad de seguir creciendo en posteriores excavaciones, ha permitido documentar un yacimiento romano estacional, fechado entre el siglo I a.C y el I d.C., vinculado a la explotación de la púrpura para su uso como tinte en tiempos del Imperio romano.
Del Arco ha explicado hoy a los periodistas los resultados de los trabajos llevados a cabo durante la tercera campaña de intervención arqueológica sistemática realizada en Lobos, que comenzó el 28 de octubre y que culminará el día 19 de noviembre, y por donde han desfilado un equipo de unas 15 personas de distintas disciplinas como la arqueología o la paleontología.
Las excavaciones se han centrado en seguir descubriendo fragmentos de los muros detectados durante los trabajos arqueológicos de la campaña anterior y han dado como resultado el hallazgo de tres nuevas estructuras habitacionales, además de restos de cerámica y una lucerna en buen estado de conservación.
Los arqueólogos, después de semanas descubriendo la huella romana tapada por montañas de jable (arena), hablan ya de la existencia de un núcleo principal con concheros de púrpura, donde se ha procesado la misma, además de estructuras habitacionales con muros que rodean ese ámbito.
Los trabajos iniciados en 2012 y que han continuado a lo largo de estos dos últimos años han puesto al descubierto cinco estructuras habitacionales, una de ellas con función fabril, al detectarse restos de una importante estructura de combustión, imprescindible para el procesado de la púrpura, además de moluscos afectados por el fuego.
Carmen del Arco ha detallado que además de las estructuras habitacionales, se han localizado cuatro montículos de concheros, “aunque solo uno de ellos está hasta el momento estudiado en su totalidad y nos ha dado unas 70.000 unidades de Stramonita de las que se extrae la púrpura”.
Las túnicas que vistieron emperadores y senadores romanos aún no se sabe si se llegaron a tintarse en Lobos o en la costa africana, tal y como señala Mercedes del Arco, otra de las responsables de la excavación junto a la arqueóloga del Cabildo majorero, Milagros Estupiñán, ante “la falta” aún de una serie de elementos para saber el lugar del tintado.
Gran cantidad de material cerámico
Las excavaciones también han permitido hallar gran cantidad de material cerámico como ánforas de salazones y vinarias, anzuelos, vajilla variada de mesa y de cocina (cuellos y asas de ánfora, tapas de olla, recipientes para el fuego, vajillas de mesa), una fíbula, fragmentos metálicos de hierro y bronce (anzuelos y clavos) además de restos óseos de animales ovicápridos.
Lobos se perfila como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Canarias, ante la posibilidad de incorporarlo bajo el paraguas del Imperio romano.
El presidente del Cabildo majorero, Mario Cabrera, y el consejero de Patrimonio Histórico, Juan Jiménez, también han resaltado la importancia del descubrimiento de Lobos y la necesidad de ampliar la implicación de otras instituciones como el Gobierno canario para continuar las siguientes fases de excavación y estudio.
Cabrera, incluso, ha hablado de la posibilidad de hacer estudios para convertir el lugar en “visitable” para los turistas que a diario transitan por el Parque Natural de Lobos.