jueves, 27 de febrero de 2020
La Vanguardia:El calendario de los dioses romanos
Enero, febrero, marzo, abril… ¿alguna vez te has preguntado el origen del nombre de los meses del año?
Existen diferentes calendarios en todo el mundo. Cada uno marca las principales fechas relacionadas con la cultura o religión de una región: el calendario persa o iraní, el calendario hebreo, el calendario chino…
Los calendarios se dividen en dos grupos: los calendarios solares, diseñados siguiendo los movimientos del sol alrededor de la Tierra, y los calendarios lunares, que definen días y meses según la posición de la luna. También existen calendarios lunisolares, que combinan ambos ciclos astronómicos.
Hoy en día, el calendario más utilizado en todo el mundo es el calendario gregoriano. Este calendario solar se creó en 1582 durante el Concilio de Trento, una reunión de altos cargos de la Iglesia Católica presidida por el papa Gregorio XIII.
Sin embargo, el origen de los meses que utilizamos hoy en día es muy anterior y se remonta más de 2.000 años a la antigua Roma.
Se dice que la primera versión del calendario romano fue creada por Rómulo, uno de los dos fundadores de Roma.
Al principio estaba dividido en 10 meses (el sistema numérico romano también utilizaba un sistema decimal), pero después se amplió hasta 12 meses, en parte por la influencia de la antigua Grecia pero también porque así se ajustaba mejor al ciclo de la Tierra alrededor del sol, es decir, al tiempo que nuestro planeta tardaba en completar una vuelta al sol.
En la antigua Roma, enero era Ianuro en honor a Iano, dios de las puertas y entradas que simbolizaba el inicio y final de todas las cosas. El mes de febrero estaba dedicado a Februus o Plutón, dios de los muertos, para rendirle homenaje y evitar su ira. Estos fueron los dos meses que se añadieron.
Marzo era otro mes dedicado a los dioses, en concreto a Marte, dios de la guerra. Los romanos creían que la primavera era un momento propicio para iniciar campañas militares y de esta forma se llamaba a su fortuna.
Existen varias teorías sobre el mes de abril. Por un lado, podría ser un mes dedicado a Venus, diosa de la fertilidad, que en griego era Aphros. Otros teóricos defienden que el origen de la palabra es el verbo latín aperire, que significa “abrir”, porque coincide con la apertura de las flores en primavera.
La diosa romana Maia era una divinidad relacionada con la fertilidad y la naturaleza. De ahí el nombre del mes de mayo, cuando empiezan a aparecer los primeros frutos. La palabra mayo también podría derivar les término latín maius o majorum, en referencia a los mayores.
Del mismo modo, el mes de junio podría estar dedicado a Juno, diosa de la maternidad. Otras teorías señalan que podría derivar de la palabra latina iuvenis, en honor a los jóvenes.
Julio está dedicado a Julio César, destacado político y militar romano que nació en este mes. Su sucesor, el emperador Augusto, hizo que pusieran su nombre al siguiente mes del calendario: agosto.
Septiembre, octubre, noviembre y diciembre deben sus nombres al orden que ocupaban en el calendario romano original, cuando todavía tenía diez meses: eran el séptimo, octavo, noveno y décimo mes, respectivamente.