miércoles, 18 de diciembre de 2019
ABC:Objetos hallados en las excavaciones de Burguete demuestran la romanización del Pirineo navarro
Los ocho años de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Zaldua, en la localidad navarra de Burguete, han sacado a la luz un posible complejo termal de época romana, además de grandes edificios y material interesante que refleja la importante romanización existente en las inmediaciones de la calzada del Pirineo que unía Astorga con Burdeos. Ésta no era una zona de paso impermeable, sino que tenía muy instauradas sus costumbres y tradiciones, según las investigaciones llevadas a cabo por arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y del Museo Arqueológico de Londres, bajo la supervisión de la sección de Registro, Bienes Muebles y Arqueología del Gobierno de Navarra.
Una de las directoras del yacimiento, Ohiane Mendizabal, presentó este lunes algunos de los objetos más relevantes que se han encontrado en el complejo termal, que estaría situado en el centro de la ciudad romana de Iturissa, junto a la calzada.
Entre estos objetos, datados entre los siglos I y IV, destaca un anillo de oro (annulus aureus) con un entalle de nicolo onyx azul con una talla que, según Mendizabal, se sospecha que representa a la diosa Fortuna sosteniendo una cornucopia que remite a la fecundidad. Una pieza de gran valor no solo por su antigüedad y por su extraordinaria calidad, sino también por su factura técnica, representativa de que «al menos parte de los habitantes de Zaldua tenían bastante poder y riqueza», indicó.
También se mostraron otros amuletos de buena suerte encontrados en distintas estancias del complejo termal como un amuleto fálico de bronce (fascinus), muy habitual en el mundo romano para atraer la buena suerte y alejar el mal de ojo, que según Mendizabal podría haberse utilizado como adorno para los caballos o la vestimenta militar, o una lúnula de bronce, un amuleto en forma de creciente lunar, habitualmente utilizada como colgante entre las mujeres y los soldados.
Entre los objetos de la vida cotidiana descubiertos figuran un dado de bronce, fichas de juego y varias lucernas, unas lámparas de aceite empleadas comúnmente para iluminar las estancias, así como objetos de adorno personal como alfileres para sujetar el pelo.
También se han localizado monedas que, si bien son bastante habituales en las excavaciones, aportan mucha información para establecer el contexto del edificio y situar su uso en la historia.
«La investigación del área de Zaldua es importante para conocer cómo fue la Navarra romana en esta zona tan poco estudiada», pero que fue una importante vía de comunicación y comercial, destacó el director general de Cultura, Ignacio Apezteguía. Se trata de un punto «diferencial para el conocimiento del patrimonio histórico de la Comunidad Foral» y por ello, Apezteguía aseguró que desde el Gobierno Foral se está trabajando para dotar a este espacio con el mayor nivel de protección posible y en breve se prevé incoar el expediente de bien de interés cultural.
El secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Juantxo Aguirre, explicó que «éste es un importante yacimiento de carácter urbano situado justo en el paso del Pirineo de la calzada Iter XXXIV que unía Astorga- Asturica con Bourdeaux-Burdigala, donde los autores clásicos romanos mencionan los enclaves de Summum Pirineum e Iturissa en este territorio de los vascones».
«Todas las intervenciones de Zaldua han seguido las directrices metodológicas del MOLA, Museum of London Archaeology, entidad especializada en la arqueología romana de Londinium, un trabajo de excavación que cumplió este verano su octava campaña», añadió Aguirre.
Asimismo, destacó el uso de nuevas tecnologías de prospección magnética y con georradar empleadas en este yacimiento que han permitido conocer cómo era este edificio y su distribución antes de excavar, unos resultados recogidos en la tesis doctoral de Ekhiñe García.
Por su parte, el alcalde de Burguete, Joxepe Irigaray, subrayó la importancia de estos hallazgos para la comarca. El yacimiento podría tener un importante potencial turístico que impulse a «una de las zonas más deprimidas de Navarra», convirtiéndose así en «una vía de ingresos y de asentamiento de población».