viernes, 14 de junio de 2019
ABC:Las únicas minas de esmeraldas del Imperio Romano pudieron ser de propiedad privada
Las únicas minas de esmeraldas del Imperio Romano, situadas en el Alto Egipto, pudieron ser de propiedad privada, según la investigación liderada por el Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y dirigida por el profesor Joan Oller.
El equipo de investigadores de la UAB ha identificado una entrada a las minas en unas construcciones en el yacimiento de Sikait, próximo a la ciudad portuaria de Berenike, en el desierto oriental egipcio. El emplazamiento se encuentra en un valle seco de una zona montañosa, con viviendas junto al cauce del río y edificaciones en las laderas del valle.
Hasta ahora estos edificios de las laderas se habían identificado como viviendas, pero con los datos recogidos a lo largo de la campaña arqueológica de 2018, que ahora se publican en la revista Nilus, los arqueólogos creen que «es muy probable que fueran en realidad las entradas a una serie de minas de carácter privado», indica la UAB en una nota.
Durante el estudio de uno de los edificios, que identifican como Six Windows Building, los investigadores se dieron cuenta de que formaba parte de un complejo para la extracción de esmeraldas, con espacios de descanso, vestuarios y avituallamiento. Allí encontraron monedas, un recipiente cerámico relleno de fruta desecada y también elementos militares que podrían pertenecer a los soldados que custodiaban estas entradas.
Los arqueólogos excavaron en lo que parecía un armario o un nicho en la pared apoyada en la roca y descubrieron que se trataba de la boca de una mina que se introducía en forma de galería. «Al cabo de aproximadamente medio metro, la galería se transformaba en un pequeño pozo vertical de acceso a las vetas de mineral», según explican. El hallazgo de abundantes fragmentos y restos de berilio en la habitación confirman esta propuesta.
El yacimiento de esmeraldas, una variante verde del mineral de berilio, estaba probablemente vinculado a la ciudad de Berenike, fundada por Ptolomeo II en el siglo III aC, y fue ocupado en época romana entre los siglos I y VI dC.
«El hecho de que no haya textos en esta zona multiplica la importancia de estos hallazgos, ya que dan mucha información de cómo se vivía en aquella época», afirma el coordinador de la investigación, Joan Oller. De hecho, «el modelo económico que inferimos es diferente al esperado en este área, ya que se trata de minas protegidas que podrían ser de propiedad privada, mientras en el imperio había muchas minas y canteras de titularidad pública».
El hecho de que fuera un espacio cerrado y la posible presencia de militares, «indicaría que no sería una explotación minera abierta, sino que existirían concesiones mineras privadas donde familias o grupos determinados podrían explotar una veta de berilio concreta. Si esta hipótesis se pudiera confirmar, esto podría variar radicalmente la visión sobre este asentamiento, ya que las estructuras situadas en la ladera rocosa de la montaña podrían estar vinculadas con la explotación minera de berilio y no con las áreas residenciales, que se concentrarían en el nivel del suelo del valle», explica Oller.
El complejo arqueológico cuenta con entre 150 y 200 estructuras documentadas. Los investigadores también han observado que uno de los edificios de la población, una imponente construcción situada en una terraza que parecía de uso administrativo, era en realidad un templo. «Su estructura, su posición preeminente y los materiales recuperados con una clara vinculación ritual, como estatuillas, pebeteros, vidrio de mosaico, deposiciones monetarias y una plaquita con iconografía posiblemente copta» hacen pensar al profesor Joan Oller que «en realidad no estamos ante un edificio administrativo, sino más bien ante un templo».
El proyecto arqueológico Sikait Project trabaja en el Desierto Oriental egipcio. Hizo la primera campaña en 2018 con financiación de la Fundación Palarq y el último mes de enero de 2019 llevó a cabo una segunda campaña. El interés principal es la zona del Parque Nacional de Wadi Gemal, donde están los únicos yacimientos arqueológicos de época romana dedicados a la explotación de esmeraldas. Cuenta con la participación de las universidades de Delaware (EE.UU.) y de Varsovia (Polonia) y con el apoyo del Ministerio de Antigüedades egipcio.