lunes, 9 de abril de 2018

Ruido, tráfico y botellón: los problemas callejeros de la antigua Roma


El ruido callejero nocturno, la saturación de vehículos, el botellón... Muy a menudo nos parecen problemas propios de nuestra era con difícil solución. Pero lo cierto es que ya sucedían hace dos mil años y los seguimos arrastrando.

Urbes importantes de la romanidad, como Tarraco o la misma Roma, contaban con un sistema complejo de calles que era un verdadero hervidero de vida y de actividad durante todas las horas del día. Este es, precisamente, el tema que quiere abordar la nueva instalación de grandes dimensiones que se presentará, como gran novedad, en la edición 2018 de Tarraco Viva. Los interesados podrán gozar de esta actividad del 13 al 27 de mayo, días en los que se celebrará el festival.

“En ciudades importantes del imperio romano, la gente vivía en las calles aún más que hoy en día y, de hecho, las personas que vivían directamente sin hogar, durmiendo en cualquier rincón, nos asombraría si ahora pudiésemos verlo con nuestros propios ojos”, cuenta Julio Sanz de Argos Serveis Culturals que, junto con Projecte Phoenix, son dos de las entidades que organizaran actividades y recreaciones dirigidas a diferentes colectivos, que son uno de los platos fuertes de la edición del festival prevista para esta primavera.

El festival presentará esta infraestructura de grandes dimensiones que pretende abordar, de manera holística y por primera vez como cabeza de cartel, cómo era la vida en la calle durante el día a día, cómo vivía la gente normal y corriente en las ciudades. “Lo que más nos sorprendería si nos encontráramos en una calle de la Roma antigua sería la suciedad, el olor pestilente y la pobreza… ¡detrás de una brillante fachada de mármol!”, reza la introducción del programa de este año.

La actividad pondrá su foco en los ciudadanos de a pie y los niños y se presentará en tres formatos distintos, dirigidos a las asociaciones de vecinos, las escuelas y en formato de espectáculo nocturno de grandes dimensiones. “Queremos mostrar la realidad diversa de unas vías que nunca descansaban, que por el día era un hervidero de tiendas, de comercios, de carros transportando mercancía, de niños de clase alta tomando clases al aire libre y que, por la noche y en completa oscuridad, acogían la delincuencia, las tabernas o la prostitución”, apunta Sanz, en un resumen que comparte plenamente el dossier de prensa del festival.

Un año más Tarraco Viva tratará de acercarnos a una época de la que somos totalmente herederos. También en materia de urbanismo, ya que a pesar del paso del tiempo nuestras ciudades cuentan con muchos elementos que beben de la tradición romana. Según defienden sus impulsores, esta será una de las primeras veces que un festival de recreación histórica se fija, con una escenificación de grandes dimensiones, en aspectos tan cotidianos como el sentir de las calles.