martes, 12 de septiembre de 2017

ABC:Las termas romanas de Carmona se ganan ser visitables


La relevancia de lo descubierto que permite hacer comprensible todo un conjunto termal de época romana y la promesa de nuevos hallazgos ha conseguido que el yacimiento de la Plaza de Julián Besteiro en Carmona se contemple ya como un nuevo elemento patrimonial de Carmona que convertir en visitable.

La excavación se inició como actuación previa para la construcción de un aparcamiento en el casco histórico y se ha acometido en años sucesivos como aula práctica de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona. En sucesivas campañas bajo la dirección del arqueólogo municipal Juan Manuel Román, ha ido creciendo hasta que la entidad adquirida hace que se haya descartado la idea del aparcamiento y sustituido por la creación de un espacio que pueda ser visitable y sume un aliciente turístico y cultural más a la ciudad. Aunque está por definir la fórmula ya que queda parte por excavar, pero la idea del Ayuntamiento pasa por su conservación y puesta en valor.

Y es que ya puede hablarse de uno de los mejores conjuntos de termas romanas de Andalucía, y con un grado de conservación notable. En esta parcela puede verse la estructura casi completa de unas termas públicas de época de Augusto, construidas alrededor del cambio de era, época de esplendor de Carmona y momento  en el que la ciudad logra el estatus de municipio. Fue el resultado de su apoyo a Julio César en la guerra civil con Pompeyo, que finalmente ganó el primero.

La ciudad crece entonces, ocupa nuevas zonas y requiere nuevas infraestructuras. Una de ellas unas termas, las segundas públicas de la ciudad, puesto que ya existían otras en lo que hoy es la calle Pozo Nuevo, que ya fueron excavadas y que aportaron interesantes mosaicos. Se realizó entonces en el nuevo sector de la ciudad un edificio de bastante entidad cuya estructura es perfectamente visible. Hay tres piscinas de agua  fría, cada una de un tamaño. De ellas se conserva en perfecto estado el recubrimiento de mortero, tan bien hecho que aún hoy funciona para evitar fugas de agua como se evidencia en caso de lluvia.

Se localiza la ubicación de la piscina de agua templada y de otra de agua caliente. Estas últimas se hundieron, pero si se conserva el hipocaustum que estaba bajo ellas y en el que se hacía el fuego para calentar el  agua de su interior. Se mantiene en pie incluso uno de los arcos que las sostenían y son visibles los restos de carbones y material quemado. Las termas tenían también su distribuidor con unos huecos que posiblemente fueran taquillas para dejar la ropa y una sala contigua que podría ser una palestra para hacer ejercicio o un lugar para socializar. En ella se conservó milagrosamente un resto de pintura mural con varios colores y lo que parece ser un delfín, que ha sido retirado y llevado al Museo de Carmona.

Pero además y en particular en la última campaña se ha encontrado lo que todo indica que se trataría del sistema de suministro de agua para la instalación. Han aparecido pozos que llegan hasta las minas de agua subterránea que cruzaban la ciudad. Esto supone conectar las termas con otro descubrimiento importante. Desde hace unos meses se trabaja en el subsuelo de Carmona para conocer el sistema de galerías de agua que abastecían la ciudad. Cada vez que hay una exploración, crece la entidad y las ramificaciones. Es una auténtica mina de agua que ahora adquiere confirmación de su antigüedad al menos hasta época romana y evidencia de uso como una red de agua corriente para las casas y los edificios públicos de la ciudad como  ocurre por ejemplo en las termas.

La excavación tiene aún más que aportar. Está prevista una próxima fase en un solar aledaño, ahora desocupado, donde todo indica que aparecerán más restos. Por lo pronto parte de una de las piscinas de agua fría que tiene su desarrollo bajo él. En los últimos días de la excavación de este año  aparecieron también algunas teselas sueltas de mosaicos. Evidencian que debieron usarse en la decoración de lo descubierto por ahora, pero se han perdido. Puede que la parte por excavar haya alguna sorpresa en este sentido al estar en un punto donde el grado de conservación podría ser mejor al estar más cerca de la superficie, lo que en este caso supone que haya sufrido menos en los sucesivos aterrazamientos y rellenos realizados en la zona a lo largo de la historia. La intención es que para los meses de octubre o noviembre pueda iniciarse la nueva campaña.

El solar es tan rico que no sólo hay restos romanos, sino que contempla una secuencia completa hasta el siglo XVII. En la última campaña se ha producido un hallazgo interesante posterior a Roma. Se trata de tres silos para el almacenamiento de grano. Tres construcciones excavadas en la piedra del alcor con forma de campana y con una boca circular donde posiblemente se almacenara el grano destinado a las siguientes cosechas. Son de época medieval islámica y posiblemente se sellaran y dejaran de usarse en periodo  almohade. También han aparecido restos de cerámica que puede darse entre los siglos IV-V de nuestra era y que resultan muy interesantes ya que se trata de un periodo en el que parece que la ciudad sufrió un notable despoblamiento por lo que hay escasos restos.

La secuencia se completa con restos de viviendas mudéjares del siglo XVI y con los del convento del que han aparecido cimientos, un gran aljibe y pozos ciegos. En uno de ellos con ajuares de cocina completos que bien pueden responder a la costumbre de dejar de usar todos los bienes de un monje cuando fallecía. Y el inquietante hallazgos de los huesos de ocho o diez niños de entre dos y tres años, que más allá de leyendas, parecen corresponderse con algún episodio de epidemia que causara una gran mortalidad infantil.