martes, 13 de diciembre de 2016
«Roma introdujo en Balears el gato, la liebre, la gallina y la rata negra»
Alex Valenzuela (Palma, 1983) es el autor de la tesis doctoral 'La gestió dels recursos animals a la integració de les Illes Balers al món romà'. Historiador y arqueólogo, trabaja en el Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (Imedea). Su tesis fue codirigida por Josep Antoni Alcover (Imedea) y Miquel Àngel Cau, director de la excavación de Pol·lèntia.
-¿Cómo se le ocurrió el tema de su tesis?
-Como arqueólogo, empecé a trabajar en Pol·lèntia. Al igual que en otros yacimientos arqueológicos, se prestaba mucha atención a los restos arquitectónicos y cerámicos, pero no así a los animales. En los yacimientos prehistóricos sí se da importancia a los restos animales porque en muchas ocasiones son los únicos que se encuentran. En yacimientos posteriores, como por ejemplo los romanos, los restos animales pierden importancia. Se recuperan, pero nadie les hace caso, cuando los materiales de un yacimiento se reparten al 50 % entre cerámicos y animales.
-¿Cuál es el objeto de su estudio?
-La relación de las comunidades humanas, en este caso la romana de Balears, con los animales, no sólo la relación alimentaria. Me interesan los animales como mascotas, especies introducidas, especies cinegéticas, signo de estatus o símbolo ritual o funerario.
-¿Qué especies introdujeron los romanos en Balears?
-Entre las más conocidas, la gallina, el gato, la marta, la tortuga de agua, la perdiz, la liebre y la rata negra. Sobre otras hay dudas. Pudieron ser introducidas por los romanos o ser un poco anteriores, como el conejo o la comadreja. También introdujeron ciervos y gamos como especies cinegéticas, aunque posteriormente desparecieron, probablemente por la propia práctica de la caza. Los restos más importantes de gamos de época romana se concentran en Mallorca, un animal cuya procedencia es Anatolia. Hubo nuevas introducciones de ciervos y gamos en época medieval, pero tampoco perduraron. También sabemos que, en época de Augusto, hubo en Mallorca una plaga de conejos y se combatió trayendo más comadrejas.
-Entonces, todas las especies ganaderas que conocemos ya estaban aquí antes.
-Sí, pero en la época talayótica predominan las ovejas y las cabras, y los romanos potencian la presencia de vacas y cerdos. Lo de las vacas tiene una triple explicación, como se ha comprobado en el yacimiento de Son Espases, que, por cierto, es más antiguo que el de Numancia. Para la intendencia de los militares romanos, las vacas son carne para alimentarse, animales de carga y su piel se utiliza para elaborar su vestimenta y las tiendas de campaña.
-¿Ovejas y cabras pasaron a un lugar secundario?
-No, al contrario. Hemos constatado que, con la llegada de los romanos, las ovejas y cabras de Balears, pero también las vacas y los cerdos, aumentan su tamaño. Ello ocurre por la introducción de especies foráneas. Estudiando su ADN, sabremos su procedencia. En Catalunya ya se ha hecho y se ha determinado la importación de ganados de la península itálica y del norte de África. Lo curioso es que el tamaño de estas especies ganaderas va en paralelo a la evolución del Imperio. Cuando éste decae, vuelven a reducir su tamaño, seguramente porque también disminuye el transporte de animales entre diferentes partes del Imperio.
-¿Qué especies conocidas actualmente fueron introducidas con posterioridad a los romanos?
-Por ejemplo, la gineta y el erizo, que son una introducción islámica.
-¿Podemos saber algo de la alimentación de los habitantes de Balears en época romana a través de las dentaduras halladas?
-Un dato que llama la atención es que hemos encontrado huesos de perro con signos de que han sido comidos por humanos. Coincidiría con el final de la époya talayótica y la invasión romana. No sabemos si era una costumbre o responde a un tiempo concreto de hambruna. Entre los romanos, no estaba bien visto comer perro. Los fenicios sí comían perro, aunque posteriormente lo prohibieron. De los yacimientos de Mallorca se ha estudiado poco la alimentación a partir de la dentición y su abrasión.
-¿Qué otras costumbres podemos destacar de las Balears romanas?
-Trituraban caracolas marinas para obtener tinte de color púrpura para los textiles. Y también implantaron la pesca de manera generalizada. Curiosamente, en unas islas como Balears, los pobladores talayóticos no pescaban, ni siquiera en los yacimientos más próximos al mar. De esa época no encontramos ningún resto de pescado ni de útiles de pesca, ni siquiera anzuelos, cuando está comprobado que los íberos de la Península sí pescaban.