jueves, 27 de octubre de 2016
Arrancan las obras de restauración del Templo Romano de Córdoba
Las columnas del Templo Romano forman parte inseparable del magnífico paisaje urbano de la ciudad de Córdoba. A pesar de formar parte de los circuitos habituales, son pocos los turistas que no pasan en alguna ocasión durante su visita a la ciudad califal bajo los capitales corintios de este hermoso edificio romano. Incluso los modernos habitantes del templo, una colonia de gatos callejeros, han pasado a ser una atracción más que los turistas y los cordobeses contemplan con agrado. Las últimas investigaciones apuntan a que este hermoso templo pudo haber estado consagrado a los emperadores Tito y Vespasiano, un gesto de respeto de los habitantes de la antigua Colonia Patricia hacia la dinastía que llegó al poder en el año 68 d.C. tras la caída de Nerón.
Con el objetivo de restaurar los restos del templo y dotar a la estructura de un centro de interpretación, el ayuntamiento de Córdoba ha iniciado un proyecto que durará seis meses y que tendrá al Templo Romano de Córdoba rodeado de andamios y grúas. Una vez finalicen las obras, el templo contará con una plataforma sobre la que los visitantes podrán pasear a la misma altura que lo hacían los romanos que conocieron el edificio en todo su esplendor. Además, se colocarán en su lugar diversos restos del friso y el arquitrabe que habían quedado deteriorados por el paso de los siglos. Las columnas corintias que son signo de identidad de este monumento serán limpiadas y restauradas para devolverles su belleza marmórea. Además de todo esto, se construirá un centro de interpretación subterráneo que estará comunicado con el recinto del templo, y que albergará paneles explicativos y expositores con los restos más delicados que no se puedan reintegrar en el cuerpo del templo. El proyecto de construir un centro de interpretación existe desde los años sesenta, pero sólo ha podido ponerse en marcha ahora debido a problemas de presupuesto.
El último paso del proyecto, y sin duda el que ofrecerá unos resultados más espectaculares, es la digitalización en 3D de las piezas más importantes de este recinto arqueológico. Tal y como están haciendo en numerosas instituciones, los responsables del Templo Romano de Córdoba se suman de este modo al uso de las nuevas tecnologías para digitalizar parte de su patrimonio, una decisión que ayudará a divulgar el conocimiento de este monumento y facilitará la labor de los investigadores.