La esfinge de Cástulo, uno de los principales descubrimientos arqueológicos que salieron a la luz en el yacimiento íberorromano durante la década de los ochenta, vuelve a despertar interés. Y es que dicha pieza, que fue hallada en la zona conocida como la Necrópolis de los Higuerones de Torrubia, podrá verse, a partir de mañana, en Madrid. En concreto, será en la exposición “Cleopatra y la fascinación de Egipto”, que permanecerá abierta, hasta el próximo 8 de mayo del año 2016, en el Centro de Exposiciones Arte Canal.
Esta pieza, conservada en el Museo Arqueológico Monográfico de Cástulo, saldrá de dichas dependencias linarenses para ser mostrada, en la capital de España, a través de una colección que abordará los principales aspectos de la vida de Cleopatra, una de las figuras más populares de la historia universal. El motivo es la tipología egipcia de la esfinge, que fue realizada en bronce y posee una longitud de once centímetros, cinco centímetros de anchura y unos escasos gramos de peso.
“Es habitual la colaboración que se mantiene entre el yacimiento y aquellas instituciones que nos demandan algunas piezas para montar exposiciones. No es la primera vez que sale algo del museo y se ve en Madrid. En esta ocasión, se verá la esfinge, que fue considerada un símbolo de la ciudad en cierto momento, y es una muestra de que Cástulo también cuenta con elementos con cierto aspecto egipcio en su historia, debido a sus comunicaciones fluviales con el Mediterráneo”, señaló Marcelo Castro, director del conjunto arqueológico de Cástulo.
La pieza pertenece a las colecciones antiguas del enclave linarense y simboliza una esfinge alada apoyada sobre una placa rectangular, con función de peana, que presenta por su parte inferior un trabajo de piqueteado y en la parte superior dos rebajes, que a modo de rectángulos concéntricos, bordean el extremo. Al ser de tipología egipcia, mantiene la típica postura de esta clase de animales fantásticos, es decir, tumbado y con la cola doblada hacia arriba en forma serpenteante. Lleva el característico “klaft” sobre el que se ciñe la doble tiara. Las plumas de las alas están trabajadas con gran esmero y el cuerpo está adornado por hiladas de diminutos puntos. Un borrado reticulado en la zona del pecho sugiere la presencia de un pectoral “usekh”.
Así, según los expertos, fue traída por los fenicios y llegó a convertirse en símbolo de la ciudad, hasta el punto de que aparecía en las monedas de plata que allí se acuñaban. La esfinge de Cástulo tiene cuerpo de león, alas de águila y cabeza humana, portando la doble corona que llevaban los faraones egipcios.
El historiador Jiménez Ávila considera que esta pieza fue fabricada en un taller fenicio del sur peninsular; por su analogías estilística y procesos de fabricación, tanto el “thymiaterion” como esta pieza podrían haber salido del mismo taller y pertenecido a un mismo equipo ritual.