sábado, 5 de diciembre de 2015
El Mundo:El Museo del Bardo vive y no se rinde
"¿Tú vas a Túnez? Yo, sí", decía un anuncio que colgaba de algunas farolas en las calles de Roma hasta hace escasos meses. Con el anuncio, se animaba a visitar Túnez a pesar del ataque contra el Museo Nacional del Bardo ocurrido el pasado 18 de marzo y en el que murieron 22 personas. En junio, tras un nuevo atentado contra extranjeros en el país magrebí -esta vez en una playa de la localidad de Susa donde un terrorista abrió fuego contra los turistas que tomaban el sol-, la publicidad desapareció de las calles de Roma. Ahora, tras cinco meses, se inaugura en Italia una exposición con obras del Museo del Bardo. Ya que la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña.La exposición se titula El Bardo en Aquileia, porque tendrá lugar en el Museo Nacional Arqueológico de Aquileia, una localidad en el noreste de Italia, cerca de la frontera con Eslovenia, que es Patrimonio de la UNESCO desde 1998. Aquileia fue lugar de convivencia de romanos, judíos, griegos y alejandrinos, y por eso se ha elegido ahora como escenario de una muestra que pretende promover el diálogo y defender el patrimonio cultural ante la barbarie del terrorismo islámico. La exposición, que se podrá ver del 6 de diciembre al 31 de enero, es la primera de una serie bautizada con el nombre Arqueología herida, en la que se pretende traer a Italia obras de arte significativas de otros países afectados por el terrorismo fundamentalista. Con este objetivo, cada seis meses se inaugurará una nueva exposición.
"Estamos ya negociando con otros tres países de la cuenca mediterránea y Oriente Próximo", aseguró el director de la Fundación de Aquileia, Cristiano Tiussi, que prefirió no desvelar todavía el nombres de esos países. Dicha fundación es la organizadora de esta serie, en colaboración con la Oficina Arqueológica y de Museos de la región italiana Friuli-Venezia Giulia.
Las obras del Museo del Bardo que ya están en Aquileia son ocho piezas de un valor extraordinario: tres mosaicos, tres esculturas y dos cerámicas. Todas datan de los siglos I, II y III después de Cristo.
Entre las obras, destaca la cabeza de Lucio Vero, que fue emperador de Roma junto a Marco Aurelio. Museo Nacional Arqueológico de Aquileia mostró un especial interés por contar con esta escultura, porque Lucio Vero combatió en la frontera con el Danubio, cerca de Aquileia, antes de morir. "Deseo agradecer al Museo del Bardo el sacrificio de prescindir de esta obra durante algunas semanas", destacó el presidente de la Fundación Aquileia, Antonio Zanardi Landi, ya que esta escultura ocupa precisamente un lugar destacado en el Bardo.
Las obras procedentes de Túnez se integrarán con las de la colección del Museo Nacional Arqueológico de Aquileia con el objetivo de poner en evidencia los estrechos vínculos culturales que existieron entre el norte de África y el Adriático durante la época romana.
De hecho, Aquileia se considera la ciudad de los mosaicos. De ahí la importancia de traer desde Túnez mosaicos de la misma época. En cuanto a las cerámicas que se expondrán, fueron encontradas en la necrópolis de El Aouja, y demuestran el intercambio comercial que existía entre las dos ribas mediterráneas.
"La exposición no sólo pretende recordar un periodo de fértil convivencia entre las dos orillas del Mediterráneo, sino que también tiene como objetivo hacer comprender a los visitantes que nuestros países tienen matrices culturales comunes, que estuvimos interconectados, y que lo continuamos estando", subrayó el ministro italiano de Bienes y Actividades culturales y Turismo, Dario Franceschini, que asistió este miércoles a la presentación de la muestra.
El director de la Fundación Aquileia fue más allá. Destacó que El Bardo en Aquileia quiere enviar un mensaje claro: "La importancia de defender el patrimonio cultural, porque los ataques al Bardo o a Palmira son ataques contra toda la humanidad", afirmó.