jueves, 22 de agosto de 2019
Descubierta la fachada griega del puerto de Empúries
Las excavaciones del curso número 73 de arqueología de Empúries han puesto al descubierto la fachada portuaria de la ciudad griega. Los trabajos, que finalizan este viernes, se han enmarcado en un nuevo proyecto de investigación impulsado por el Museo de Arqueología de Catalunya, con el objetivo de estudiar las antiguas áreas portuarias. La actuación ha permitido hacer visible la parte superior del acantilado que definía el límite de la urbe con el puerto. Los sectores en los que se ha trabajado han permitido documentar construcciones y espacios que pertenecían a la primera ocupación del núcleo urbano durante la segunda mitad del siglo VI a.C., además de otros edificios de la época helenística y romana.
Investigación del puerto
Durante estas tres semanas, 27 estudiantes procedentes de diversas universidades de todo el Estado así como algunas italianas y alemanas, han participado en las diferentes actividades programadas en el marco del Curso Internacional de Arqueología de Empúries. Por segundo año consecutivo, las actividades han girado en torno al proyecto del Museo de Arqueología de Catalunya sobre las instalaciones y espacios portuarios.
Además de los trabajos de prospección encaminados a la reconstrucción del relieve de la fachada litoral de la ciudad griega también se espera el inicio de nuevos sondeos sedimentológicos, con tal de poder documentar el proceso de colmatación de este espacio, es decir, el desarrollo del relleno de una depresión natural mediante la acumulación de sedimentos.
Recuperación de la antigua ciudad
Los trabajos de excavación, en los que han participado los alumnos del curso, se han centrado en el extremo norte del núcleo urbano de la ciudad, con el propósito de documentar la evolución del urbanismo de este sector y su conexión con el puerto.
La investigación de algunas tumbas ha permitido aumentar el conocimiento sobre la reocupación de este sector como un espacio funerario durante los últimos dos siglos de vida del Imperio romano, tras haberse abandonado el núcleo urbano. A su vez, delante del barrio portuario se ha comenzado a rebajar parcialmente la arena que llena la depresión geográfica del puerto, hecho que ha permitido recuperar la vista del cabo rocoso que forma un pequeño acantilado abierto al mar.