sábado, 30 de junio de 2018
ABC:Descubren un podio romano junto al arco de Augusto
El Instituto de Arqueología Ibera de la Universidad de Jaén ha descubierto junto al Arco de Augusto un podio de grandes dimensiones, de más de 2.000 años de antigüedad, que oficiaba de basamento de una gran escultora o de un edificio de culto. Para Juan Pedro Bellón, director del proyecto de la excavación, que se lleva a cabo en el municipio de Mengíbar, resulta lógico que junto al monumento que delimitaba la entrada a la Bética se alzara un monumento de estas características.
“Ambas construcciones forman parte de un mismo proyecto arquitectónico”, asegura Bellón, quien aclara al respecto que mientras el arco oficia de frontera entre la Tarraconense y la Bética en el marco de la vía Augusta, el pedestal, de ocho metros de largo por cinco de ancho, revela que sobre él alzó un monumento, también relacionado, al parecer, con el primer emperador romano.
El hallazgo ofrecerá previsiblemente información sobre el proyecto del arco, ya que éste fue desmontado casi en su totalidad. El director de la excavación, tras resaltar que faltan elementos ornamentales e inscripciones, ha mostrado su confianza en encontrar restos que aclaren al menos la función del monumento que se alzaba junto al mismo. Siempre, puntualiza, que su departamento no tenga que abandonar la excavación por falta de medios económicos.
Los Investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Íbera de la Universidad de Jaén han hallado el podio tan sólo un mes después de descubrir la puerta de entrada a la nueva provincia romana de la Bética sobre la principal vía de comunicación de la Hispania romana, la vía Augusta. En mayo, la Universidad expuso que la localización del arco disipará incógnitas sobre el pasado romano de Andalucía y ayudará, como punto de referencia, a resolver aspectos de la geografía antigua.
En concreto, el arco, según Bellón, “monumentaliza una frontera, un camino, establece un punto cero y resalta la importancia que el alto Guadalquivir tenía para Roma en ese momento, al igual que otras zonas como Iliturgi y Cástulo”. En este sentido, aclaró, la constitución de esta nueva provincia Bética estaría asociada a la idea de dotarla de unos límites propios y también una concepción propia del espacio provincial. Por este motivo, la principal vía de articulación de toda Hispania, la Vía Augusta, fue el lugar idóneo para emplazar el monumento.
El arco, situado en el inicio de la provincia Bética, tal y como revelan los miliarios era el punto de arranque para contar la distancia de la vía Augusta en todo el territorio bético. Se trata, según la Universidad, del único caput viae, es decir, final de camino, que es citado en la documentación epigráfica viaria, relacionado estrechamente con la propaganda que Augusto quiso hacer, no sólo en este punto concreto, sino en el conjunto de la provincia.
viernes, 29 de junio de 2018
National Geographic:Hallazgo en el fuerte romano de Vindolanda, en Inglaterra: una mano de bronce de un realismo inquietante
Una mano pequeña de bronce, del tamaño de la de un niño, ha sido descubierta a 1,5 metros de profundidad aproximadamente en el fuerte romano de Vindolanda, en el norte de Inglaterra y junto a la Muralla de Adriano, según ha anunciado The Vindolanda Trust. La mano, de un realismo inquietante, ha sido atribuida a Júpiter Doliqueno, un dios romano con rasgos orientales y occidentales, cuyo culto mistérico fue muy popular en el Imperio romano desde comienos del siglo II hasta mediados del siglo III d.C. Júpiter Doliqueno aparece habitualmente representado sosteniendo un rayo con una mano y con el otro brazo levantado como símbolo de su poder destructivo, mientras que la mano votiva abierta simboliza la protección y el bienestar que también proporcionaba el dios romano.
La mano de bronce, de 10 centímetros, ha sido excavada junto a un templo dedicado a Júpiter Doliqueno, en un foso de relleno del periodo severo de Vindolanda, entre el 208 y el 212 d.C. aproximadamente, una época caracterizada por el conflicto interno, la guerra civil, el genocidio y la rebelión contra el dominio romano. La mano fue desechada en el foso y, según ha revelado la inspección de la pieza, originalmente estaba anexada a otra pieza a través de la palma, pero se ha perdido; y la parte inferior se podía encajar, probablemente en un poste. El culto a Júpiter Doliqueno está rodeado de misterio, pues se han conservado pocas evidencias sobre sus mitos, liturgias o rituales. La información conocida se limita a las inscripciones, esculturas u otras formas de arte decorativo procedentes de diferentes partes del Imperio romano.
jueves, 28 de junio de 2018
ABC:Hallados cuatro vasos canopos egipcios en una antigua tumba tebana
Cuatro vasos canopos, los recipintes en los que los egipcios guardaban los órganos de los difuntos que les eran extraidos durante el proceso de momificación, han sido hallados en un tumba ubicada en la necrópolis al sur de Asasif, en la orilla oeste de Lúxor (conocida como Tebas en la antigüedad), según ha informado el Ministerio de Antigüedades de Egipto.
El descubrimiento se realizó en un espacio tallado en la roca -de 60 centímetros de largo y ancho y 50 de profundidad- en el interior de en un compartimento funerario tallado en el muro sur de la sala hipóstila de la tumba kushita de Karabasken, el que fuera alcalde la antigüedad de la ciudad de Tebas. Karabasken vivió durante la XXV dinastía, es decir, en torno al 700 a.C.
Las tapas que cubren los vasos están algo desgastadas y tienen la forma de cabeza humana, de halcón, de babuino y de chacal. La elección de este tipo de testas no era al azar, sino que eran las empleadas tradicionalmente por los egipcios. La humana -llamada Apset- contenía el hígado del difunto. En la de babuino (Hapy) se guardaban los pulmones. La de halcón (Kebeshenuef) hacía lo propio con los intestinos. Mientras que la de chacal (Duamutef) contenía el estómago.
En el interior de los vasos se ha encontrado restos de resina, pero ningún resto humano. Debido probablemente a una inundación. Uno de ellos ha tenido que ser reconstruido.
miércoles, 27 de junio de 2018
ABC:Encuentran la momia de una «Bella durmiente» de hace 2.000 años enterrada con su espejo
En el sur de Siberia han sido encontrados momificados los restos de una mujer, vestida de seda y enterrada junto a un espejo, según «The Siberian Times». A pesar de que la tumba había estado sumergida bajo el agua, el lugar se ha conservado intacto hasta nuestros días.
Apodada la «Bella durmiente», probablemente fue enterrada alrededor del siglo I D.C. de una manera inhabitual: ataúd de piedra, totalmente sellado debajo de una cubierta de piedra provocando una momificación natural del cuerpo de la mujer. «Los tejidos blandos, la piel, la ropa e incluso los objetos funerarios se encontraron intactos», dijo un arqueólogo a este medio ruso. Estos incluyen un cinturón de cuentas con una hebilla, un jarrón de estilo Hun y una caja redonda de madera cubierta con corteza de abedul en la que había un espejo chino en un estuche de fieltro.
Los arqueólogos, del Instituto de Historia de la Cultura Material de San Petersburgo, encontraron a la momia en la orilla del río Yenisei, aguas arriba de la represa gigante Sayano-Shushenskaya en la sur-central República de Khakassia. Una caída en el nivel del agua en mayo expuso la tumba rectangular de la Bella Durmiente, que previamente había estado bajo el agua, como ya habíamos comentado.
«La parte inferior del cuerpo estaba especialmente bien conservada», explicó Marina Kilunovskaya, arqueóloga del Instituto de Historia de la Cultura Material. «Esta no es una momia clásica, en este caso, el entierro estaba bien cerrado con una tapa de piedra, lo que permite un proceso de momificación natural».
Una análisis de los bienes funerarios reveló que la persona momificada probablemente era una mujer noble durante su vida. Debido a las características mencionadas antes, ya que los objetos funerarios eran ornamentados, el contenedor de maquillaje redondo estaba cubierto con corteza de abedul y el espejo chino dentro de él estaba ubicado en un estuche de fieltro, dijeron los arqueólogos.
En el futuro, los arqueólogos están trabajando para preservar los restos de la Bella Durmiente y estudiar los artefactos dentro de su tumba, dijeron los investigadores.
martes, 26 de junio de 2018
Descubren muros de la época romana en Almuñécar
La riqueza arqueológica que dejaron las distintas civilizaciones que pasaron por Almuñécar en sus 3000 años de historia hacen del municipio sexitano un referente destacado en Andalucía. Una parte importante de esa riqueza monumental la dejaron civilizaciones como la romana, con un gran acueducto, columbarios y murallas, amén del patrimonio que aflora cada vez que se realizar una excavación en zonas como el casco antiguo.
Esto es lo que ha ocurrido en los últimos meses con motivo de las obras de rehabilitación integral de calles como la de San Joaquín, donde se renueva el saneamiento y de abastecimiento de agua, además de dotarla de una red de pluviales que carecía.
Y es que el seguimiento arqueológico de las citada obras que lleva a cabo la arqueóloga municipal Elena Navas, dependiente del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almuñécar, “está dando unos resultados muy interesantes, pues estamos documentando restos del ese pasado romano de la ciudad y del riquísimo patrimonio arqueológico que hay en el subsuelo del casco antiguo, y que es importante que los vecinos de Almuñécar conozcan y valoren”, dijo la arqueóloga municipal.
“Si hace unas semanas dábamos cuenta del hallazgo de piletas romanas en la calle San Joaquín, ahora, en la misma calle pero a la altura de su confluencia con la plaza Eras del Castillo, hemos encontrado dos muros de época romana”, dijo Elena Navas.
La responsable municipal de arqueología explicó que sobre uno de los muros hallados, monta la muralla medieval musulmana, perteneciente a la antigua Alcazaba de “al-munakkar”, -nombre dado por los romanos a la ciudad- correspondiéndose con el paño de muralla que se conserva en la citada plaza de las Eras del Castillo, a la que sirve de cimentación. Sobre el otro muro romano, monta la actual casa que también se adosa a la muralla medieval musulmana.
“Por motivos de seguridad, sólo se ha podido excavar un metro de profundidad, pero los muros continúan enlucidos, lo que significa que más abajo, quizá se conserven restos del pavimento original. Los numerosos restos cerámicos encontrados, éstos se corresponden con fragmentos de “terra sigillata”, que constituía la vajilla de lujo de aquella época, así como trozos de lucernas, o pequeñas lámparas de aceite. Ambos muros están cortados por la zanja de canalización de las tuberías de los años 70 del pasado siglo”. También se ha podido documentar una potente estructura de hormigón antiguo, situada bajo un muro de piedra, que sobresale del alineamiento de las fachadas, a media altura de la calle San Joaquín”, indicó la arqueóloga sexitana
lunes, 25 de junio de 2018
National Geographic:Destapado un sarcófago romano intacto con un rico ajuar funerario
Un equipo de arqueólogos serbios ha descubierto un sarcófago romano intacto en el sitio arqueológico de Viminacium, cerca de Kostolac y al este de Belgrado, en Serbia, donde a partir del siglo I d.C. se establecieron un campamento militar y una de las ciudades romanas más importantes de su tiempo, la capital de la Mesia Superior. El sarcófago contenía dos esqueletos, el de un hombre alto de edad mediana y el de una mujer delgada y más joven. "Podemos concluir por el ajuar funerario que estas dos personas seguramente pertenecieron a la clase social alta", ha explicado Ilija Mikic, del Instituto de Arqueología de Serbia, a Reuters.
La mujer fue enterrada junto a un ajuar funerario excepcional: delicadas botellas de vidrio que contenían perfumes, pendientes de oro, un collar, un espejo de plata y varias horquillas para el pelo. Junto al hombre se han conservado una hebilla de cinturón de plata y los restos de sus zapatos. La antigua Viminacium tuvo foro, palacio, templos, anfiteatro, hipódromo, baños y talleres, acueductos y fortificaciones. Y, de momento, sólo se ha explorado un 4% del sitio arqueológico, según Miomir Korac, el director del sitio. "Viminacium, con sus 450 hectáreas, es una zona abierta para la exploración. Estoy seguro de que aportará una inconmensurable cantidad de información", concluye Korac.
domingo, 24 de junio de 2018
La Vanguardia:“Solo ha habido una faraona en la historia… y no era egipcia”
Los faraones del antiguo Egipto no hubiesen tenido motivo para envidiar los largos nombres y títulos que han heredado los monarcas de nuestros tiempos. Ellos tenían cinco nombres reales… y ninguno de ellos solía ser de mujer. “Que no gobernase un hombre era una irregularidad”, ha explicado Carles Buenacasa, profesor de Historia y Arqueología de la UB, en la segunda conferencia del ciclo dedicado al Egipto de los Faraones en el CaixaForum de Barcelona con la colaboración de la revista Historia y Vida , que celebra su 50 aniversario.
Bajo el título de Hijo de Ra: los aspectos divinos del poder de los faraones, el egiptólogo ha roto uno de los falsos mitos de esta cultura milenaria. “Nunca hubieron faraonas en el antiguo Egipto, se trataban de esposas reales”, ha explicado antes de añadir que “solo ha habido una faraona en la historia… y no era egipcia, sino española y se llamaba Lola Flores”.
Con este toque de humor, Buenacasa ha querido dejar patente que la mujer difícilmente accedió en lo más alto del poder durante el Egipto faraónico, aunque sí hubo algunas excepciones. La más significativa fue el caso Hatshepsut durante la dinastía XVIII, la mujer que “ocupó el trono durante más tiempo”. Nieta, hija y esposa de faraón, no tuvo un hijo varón y aprovechó que su hijastro (el futuro Tutmosis III, el llamado Napoleón egipcio) era demasiado pequeño para liderar el país. Pero nunca fue una faraona, sino “una mujer faraón”. Y cuando murió, cayó sobre ella la damnatio memoriae.
En un principio siempre se creyó que su hijastro se vengó así de ella, borrando su nombre de las inscripciones, pero esta teoría cada vez es más discutida. Quizás las generaciones posteriores no le perdonaron ‘la osadía’ de que se proclamase faraón e incluso su nombre fue suprimido de las listas reales. En su magnífico templo mortuorio de Deir el-Bahari no solo se puede ver cómo tuvo que masculinizar su aspecto (lucía incluso la barba faraónica) sino también cómo justificó su acceso al trono con la complicidad de los sacerdotes del culto a Amón (el más importante de la época), que accedieron a ‘vender la historia’ de que era hija del propio dios.
Y es que los faraones, en realidad, eran hijos divinos, concretamente de Ra. De hecho, la quinta titulatura real era precisamente esta para que “nadie pusiera en discusión su estrecha relación divina”. Su primer nombre también hacía referencia a un dios, en este caso a Horus, “el padre divino de la monarquía cuyos descendientes son los faraones”. El segundo, el título Nebty, el de las dos señoras, se refiere a las diosas Nejbet (la buitre del Alto Egipto) y Uadyet (la cobra del Bajo Egipto), “protectoras del monarca y que representan la unión de los dos tierras”. El tercer título es el más “enigmático”, ya que existen diferentes teorías sobre su significado. Se trata del nombre de Horus de oro y haría referencia a “la divinidad del faraón, a la que llegaba cuando moría” . Y el cuarto es el Nesut-Bity, conocido como el del junco y la abeja, símbolos del alto y el bajo Egipto. “Era un título dual que simbolizaba también la unión de las dos tierras”, aclara Buenacasa.
Todos los nombres de estas titulaciones iban siempre inscritos dentro de un cartucho, un privilegio del que solo gozaban los faraones. Su simbología también es amplia, aunque Buenacasa destaca sobre todo su funcionalidad protectora. “Era como una bolsa atada que evitaba el maleficio y aseguraba la eternidad”, comenta.
Para un antiguo egipcio lo peor que le podía suceder era que “su nombre se perdiese”, de ahí viene el gran castigo que sufrió Hatshepsut y otros faraones como Akenatón o el conocido Tutankamón. “Significaba perder la esencia, caer en el olvido y la incapacidad de ir al más allá”. Por tanto, no se alcanzaba la tan deseada inmortalidad, ni que el rey hubiera cumplido con creces sus funciones.
El faraón tenía cuatro grandes encomiendas. En primer lugar, debía mantener la ‘maat’, es decir, “el orden del universo, el equilibrio y la justicia de los dioses”. En segundo lugar, debía garantizar la unidad de los dos egiptos. En tercer lugar, debía asegurar una buena inundación de la crecida del Nilo para que las tierras fuesen fértiles y llevasen a una buena cosecha. Para ello, “cada año viajaba hasta Asuán para rezar y hacer ofrendas”, detalla Buenacasa. Finalmente, debía potenciar el culto a los dioses mediante la constante construcción de templos, “un monopolio real que también debía alimentar con donaciones”.
¿Y qué ocurría si el faraón fallaba o, por ejemplo (y lo que vendría a ser lo mismo), las crecidas del Nilo fuesen insuficientes y hubiese carestía? “Los nilómetros permitían prever cómo sería la inundación y así gestionar épocas de malas cosechas”, detalla Buenacasa antes de añadir que no se conoce ningún caso de un faraón destronado por este u otro motivo. En cambio, sí constan casos de asesinatos, como el que sufrió Ramsés III en la llamada conjura del Harén, aunque el papiro que explica la historia no detalla que acabase muerto, lo que sí constata el corte de tráquea de su momia. “Los egipcios no daban detalles del fin traumático de sus faraones”, aclara el egiptólogo. Pero de haberlos haylos, ni que sea a posteriori como le ocurrió a Hatshepsut.
sábado, 23 de junio de 2018
Hallan los restos de una villa romana del siglo I en Bruñel
Hallan en la villa romana de Bruñel los restos de una villa anterior datada en el siglo I. Es la sorpresa que se ha encontrado en su visita de hoy a las obras de protección y acondicionamiento del conjunto arqueológico tanto la delegada de cultura, turismo y deporte, Pilar Salazar como el alcalde de Quesada, Manuel Vallejo.
Las obras se llevan a cabo en un asentamiento romano de los siglos II al IV d. n. e. y una necrópolis ibera del siglo IV a. n. e, en la que, entre otros elementos, destacan sus mosaicos, formados principalmente por composiciones geométricas.
Se trata de un gran descubrimiento arqueológico. Aunque los expertos ya sospechan que lo que hay a la vista de la villa romana de Bruñel es solo una mínima parte, pero no que fuesen a encontrar una ciudad más antigua.
El reciente hallazgo desvelado hoy, confirma además que allí existió otra villa datada el siglo primero de nuestra era. La delegada de cultura, turismo y deporte, Pilar Salazar, ha apreciado el gran cambio que está experimentado la zona con las obras de remodelación para hacerla visitable turísticamente. Ha destacado que la adaptación con las pasarelas “ponen en valor que en esta zona a raíz de este último descubrimiento conserva vestigios de asentamientos romanos de los cinco primero siglos de la época alto imperial”. La adecuación de la Villa Romana de Bruñel “viene a poner en valor un bien cultural que representa a ese binomio turismo-cultura del que siempre hablamos”, para que quienes vienen a Quesada disfruten de ello.
La actividad arqueológica es en realidad de apoyo y seguimiento de la infraestructura que se está realizando en la villa romana, tanto de la cubierta como la pasarela para que se adecue a la protección del bien y en un futuro próximo se puedan visitar los mosaicos. Por lo que la excavación que se realiza se limita a los movimientos de tierra que se están realizando.
Los propios arqueólogos como Yolanda Jiménez no esperaban la sorpresa de que aparecieran los restos de una villa anterior “tanto en las fuentes literarias como demás excavaciones realizadas desde 1965 por Rafael de Nido no había constancia de esta fase del siglo I alto imperial”. Algo muy importante si se tiene en cuenta que las estructuras emergentes que están a la vista se apoyan en una primera vivienda. El hallazgo se ha producido en la zona norte del yacimiento “con esta actividad se revalorizan los restos de esta villa, que bien lo merece”, concluye la arqueóloga.
En cuanto a las obras de remodelación, se ha vuelto a perimetral la zona con un nuevo vallado, y se ha adaptado además una zona de aparcamientos. La inversión prevista es de 360.000 euros para la puesta en valor de la Villa Romana de Bruñel.
Las obras que se realizaran en la Villa Romana contemplan la construcción de una zona de aparcamientos, resituar las cubiertas de los mosaicos para que tenga una mejor vista para el visitante mediante caminos accesibles (muy similares a los de Cástulo en Linares) y una zona de atención al visitante.
viernes, 22 de junio de 2018
ABC:Encuentran un ánfora ibérica del siglo IV a.C en la playa
Un ánfora ibérica con tapa, que data del siglo IV a.C, ha sido encontrada en las playas del municipio de El Puig de Santa María (Valencia) y ha pasado a manos del Centro de Arqueología Subacuática de la Generalitat para proceder a su estabilización.
Según un comunicado de la Generalitat, la pieza, que fue hallada a 17 metros de profundidad en un área habitual de buceo, presentaba en su interior una tapadera de madera. Es la primera vez que en aguas de la Comunitat Valenciana aparece un ánfora ibérica con tapa.
La pieza está ahora siendo desalada. Posteriormente se llevarán a cabo labores de restauración que consisten en «limpiar las adherencias marinas, aplicarle un barniz de protección y subsanar las fisuras detectadas», según explica el comunicado. Una vez finalizado el proceso, la pieza se expondrá, posiblemente en el Museo Arqueológico de Sagunto.
El ánfora, que está hecha de terracota, debía de servir para el almacenamiento y el transporte de productos alimenticios. Pesa 25 kilos y tiene una capacidad para más de 25 litros.
Cuando fue hallada, la pieza aún mantenía atado en una de sus asas un cabo fino, que era utilizado para señalizar o balizar con una boya en la superficie el hallazgo, por lo que ha sido necesario sacarla, ya que corría peligro de expolio.
jueves, 21 de junio de 2018
National Geographic:Las Murallas Aurelianas, el monumento más grande de la Roma imperial
Las Murallas Aurelianas fueron erigidas por Lucio Domicio Aureliano (emperador romano entre el 270 y el 275 d.C.) para defender la ciudad de Roma de las invasiones bárbaras y, a lo largo de los siglos, se integraron en el tejido urbano: solemnes o solitarias, en palacios, cementerios, obras, a lo largo de avenidas u ocultas por la naturaleza. Las Murallas Aurelianas, con sus más de 12 kilómetros de largo en la actualidad, son el monumento más grande de la Roma imperial y el cinturón mural urbano más largo, antiguo y mejor conservado de la historia, según explicó ayer en un comunicado la Superintendencia Capitolina de Bienes Culturales, que ha encargado la primera campaña fotográfica integral sobre el recorrido entero de las murallas, incluso en los puntos no accesibles al público.
El elegido para documentar el recorrido de las Murallas Aurelianas ha sido el fotógrafo Andrea Jemolo, nacido en Roma el 10 de marzo de 1957, quien ha obtenido unas imágenes de gran definición. La exposición Walls. Las murallas de Roma. Fotografías de Andrea Jemolo, ideada por Claudio Parisi Presicce y comisionada por Federica Pirani y Orietta Rossini, abre hoy al público en el Museo dell'Ara Pacis de Roma y se podrá visitar hasta el 9 de septiembre de 2018. La muestra reúne una selección de 77 fotografías en color y en gran formato: cada una representa un pedazo de la historia y de la vida cotidiana. Hoy en día, tal y como expresa Marco Lodoli en el catálogo de la exposición, "las murallas siguen ahí, maravillosas, derrotadas, poéticas en su potente rendición, y el romano no les presta atención, como si esa gran serpiente formara parte de un paisaje eterno e indiferente, una arruga del tiempo, una melancolía habitual (...) Pocas obras en el mundo son tan grandiosas y melancólicas, tan trágicas y bellas, capaces de enseñarnos tantas cosas y quizá una sola cosa, pero decisiva: que de la vida no nos defendemos".
miércoles, 20 de junio de 2018
National Geographic:Descubierto un nuevo mosaico romano en Asturias
Un nuevo mosaico romano polícromo fue descubierto el pasado mes de abril en el yacimiento de la Villa de San Martín o Villa de Andayón en el concejo de Las Regueras, al noroeste de Oviedo, y se trata del cuarto que se localiza en Asturias y el segundo del yacimiento arqueológico, según informa Juan R. Muñiz, el director de las excavaciones, a este medio. Las grandes dimensiones del mosaico, con toda probabilidad superiores a los cinco metros de lado, además de su calidad formal y rica combinación de colores, "parecen confirmar la impresión de que nos encontramos ante la villa romana con el mayor y más rico repertorio decorativo de todas las que han podido ser documentadas arqueológicamente hasta ahora en Asturias".
La parte descubierta "se encuentra en excelente estado de conservación y corresponde con toda probabilidad a menos de una cuarta parte de la superficie total", según ha avanzado el equipo de excavación. La ornamentación está formada por motivos geométricos: flores hexapétalas (que tienen seis pétalos), cuadrados, losanges (rombos), círculos, sogueados (cuerdas) y cruces gamadas. Sobre el pavimento yacen restos significativos de los pavimentos y revocos que cubrían las paredes y que se derrumbaron tras el abandono de la villa. Marta Corrada, la conservadora y restauradora del equipo, ha dirigido los trabajos de sellado de estos restos en espera de una futura reexcavación integral.
El hallazgo se ha producido durante los trabajos de excavación que realizaba el equipo de Juan R. Muñiz en una finca incluida en el perímetro del yacimiento; la excavación ha contado con la colaboración de los propietarios de los terrenos. El valor aqueológico del lugar ya era bien conocido gracias a los restos significativos hallados en las excavaciones realizadas en 1958, 1961 y 2013. Los nuevos trabajos, financiados por el Ayuntamiento de Las Regueras, tenían por objeto precisar la potencialidad y el grado de conservación del yacimiento romano, con vistas a su posible declaración como Bien de Interés Cultural. La actuación se integra dentro del proyecto Las Regueras Romanas, dirigido por Juan R. Muñiz en la parte técnica y por Elías Carrocera, de la Universidad de Oviedo, en la parte científica.
martes, 19 de junio de 2018
El País: Pompeya, en busca de una segunda vida
En el viaje al interior del nuevo yacimiento aparecen tres domus originales con balcones asombrosamente bien conservados, frescos intactos como el que da la bienvenida a la llamada casa de los delfines, con la representación de una pareja de estos mamíferos en color dorado nadando en un fondo negro. O propaganda política grabada en rojo y negro en los muros de una casa de una calle transitada que confirma que la ciudad estaba en plena campaña electoral, aunque no pudieron concluirla antes de que la furia del Vesubio arrasara con todo. “Os ruego que votéis a Elvio Sabino, digno del Estado, un hombre bueno”, se lee en una. D’Esposito aclara que era un personaje respetado en la urbe y, a juzgar por el gran número de inscripciones con su nombre que se han encontrado en otros periodos, muy presente en la vida pública. Algo que no resultaba fácil, dada la reputación histórica de votantes exigentes que tenían los pompeyanos. Cicerón incluso solía comentar que era más sencillo llegar a senador en Roma que a decurión en Pompeya.
Estos y otros importantes descubrimientos que han resurgido en ese sector, conocido como Regio V, al norte del yacimiento, se presentaron la semana pasada a un grupo de medios. “Pompeya todavía vive y nos deja mensajes día tras día”, resumió el general Mauro Cipolletta, director del Gran Proyecto Pompeya. La zona está en proceso de excavación y llena de fosos todavía abiertos, pero, cuando concluyan las obras y se hayan sacado a la luz todos los tesoros, abrirá al público.
En esta fase se aprecia un gran contraste entre las calles del resto de la ciudad, sorprendentemente bien conservadas y por las que transitan cómodamente cada año tres millones y medio de turistas, y la Pompeya inédita. Aquí los pies se hunden en el suelo al avanzar entre el material volcánico que cubrió la ciudad. Y las pequeñas piedras de lapilli —fragmentos sólidos de lava, una especie de granizo negro— se cuelan en los zapatos.
En esta parte hay un constante trajín de brochas, escobas, palas y carretillas envueltas por una polvareda perenne. Los excavadores remueven la tierra mezclada con piedra pómez, cenizas y el flujo piroclástico por todas partes. Lo hacen bajo un calor sofocante que recuerda a aquel tórrido verano del año 79 de nuestra era, cuando el Vesubio se despertó y barrió la próspera Pompeya.
Poco a poco van saliendo a la luz pinturas que conservan casi inalterado el clásico rojo pompeyano, decoraciones y todo tipo de mobiliario. Como un elegante candelabro de bronce, que emergió íntegro, apoyado sobre una pared en la llamada casa de Júpiter. O un conjunto de ánforas, en el callejón de los balcones, colocadas boca abajo para que se secaran al sol. Cada hallazgo es como una cápsula del tiempo cada vez más precisa. “Con las nuevas técnicas somos capaces de ver las estructuras exactamente tal y como se encontraban en el momento de la erupción y eso nos ayuda a entender las dinámicas de destrucción del paso del tiempo”, explica la arquitecta Arianna Spinosa, directora de las excavaciones del Gran Proyecto Pompeya.
En el parque arqueológico, cada día se revive la emoción de las primeras excavaciones. Todos comentan el hallazgo más significativo de esta nueva etapa, que retrata el lado humano de la tragedia y que ha dado la vuelta al mundo: el esqueleto de un hombre que murió decapitado por una gran roca cuando trataba de salvarse de la erupción. Corría todo lo deprisa que su pierna enferma le permitía, pensando probablemente que escapaba del castigo de los dioses y no de una de las mayores catástrofes naturales de la historia. “Es dramático”, dice Giordano, que presenció el descubrimiento, mientras señala la posición en la que aparecieron los restos, que ahora se encuentran en un laboratorio. También habla de la lluvia que lo sepultó en cuestión de segundos, a la vez que señala con respeto al imponente Vesubio, una mole ingente que domina la bahía de Nápoles y que por ahora duerme.
El Gran Proyecto Pompeya se lanzó en 2012 para subsanar lo que se apodó la “segunda destrucción” de la ciudad, casi más terrible que la primera por la desidia que la provocó: acabó asolada por el abandono y los derrumbes. Años de gestión deficiente y la injerencia de la camorra napolitana pusieron en peligro incluso la denominación de Patrimonio de la Humanidad. A partir de 2014 empezaron a dejarse atrás esos fantasmas y se dio salida a los fondos que la Unión Europea aportó al plan —115 millones de euros— hasta entonces bloqueados en un cajón. La administración del yacimiento tomó un nuevo rumbo y ahora comienzan a verse frutos trascendentales. Pompeya parece lista para afrontar el reto de la ardua conservación de los restos descubiertos y para evitar que alguna parte vuelva a quedar sepultada. Aunque el director del parque arqueológico, Massimo Osanna, invita a la prudencia: “No hay que bajar la guardia, tres años sin manutención serían suficientes para que hubiera que comenzar de cero”.
lunes, 18 de junio de 2018
ABC:El misterio del águila bicéfala romana al que los arqueólogos no dan respuesta
Los arqueólogos internacionales especializados en el mundo clásico siguen sin resolver el significado de la mano de bronce romana (siglo I d.C.) que empuña una espada con una excepcional águila de dos cabezas hallada hace ya trece años en el yacimiento romano de Lucentum (antigua Alicante). De 6.110 gramos, 35 centímetros de largo y 11,2 de ancho, esta mano izquierda sostiene el pomo de una espada ceremonial con el águila bicéfala y es la única parte que se conserva de una escultura erigida a un emperador ataviado de militar (se desconoce quién) que se salvó de la refundición de los siglos posteriores debido, probablemente, a su valor como talismán.
Esta escultura lleva el característico anillo imperial con el trazo de un «lituus» (representa el bastón de los sacerdotes augures), debió medir unos 2,2 metros de altura y por su incalculable valor y singularidad el fragmento fue exhibido en la Sala del Trono (o de San Jorge) del prestigioso museo Hermitage de San Petersburgo (Rusia) con motivo del año 'España en Rusia' en 2011.
Posteriormente fue a Assen (Holanda) antes de también formar parte de una exposición antológica del Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid. El director técnico del centro expositivo donde se exhibe, el Museo Arqueológico de la Diputación de Alicante (MARQ), Manuel Olcina, ha relatado a Efe que se trata de una pieza «única» y «sin paralelos» en el mundo romano por tener el águila bicéfala.
Hay numerosos ejemplos de águilas de una cabeza en el mundo romano pero «nunca de dos», en palabras de Olcina, quien ha recordado que un águila bicéfala protagoniza el escudo de Rusia, pero no proviene de los romanos sino en la caída del imperio Bizantino, momento en el que los zares heredaron esta simbología.
A su vez, los bizantinos la habían tomado de los Selyúcidas musulmanes turcos y el único antecedente de este símbolo se halla en la civilización Hitita (dos mil años antes en la misma zona), aunque sin una aparente conexión directa con los romanos.
«Hemos presentado este 'unicum' (único en latín) en congresos internacionales y hemos consultado con decenas de colegas europeos y estadounidenses, y no hay nada parecido por lo que no sabemos qué significan esas dos cabezas de águila», según el arqueólogo del MARQ, quien especula que podrían simbolizar dos poderes, dos legiones distintas o, incluso, Oriente y Occidente.
En todo caso, la comunidad científica no tiene claro a qué hace referencia, «y no poder interpretar el significado de esta pieza supone, para mí, una frustración», ha confesado.
La mano con el águila bicéfala fue descubierta el 23 de marzo de 2005 (un Miércoles Santo) a un metro de profundidad en una excavación en el Tossal de Manises de la antigua Lucentum dirigida por Olcina y Rafael Pérez Jiménez, arquitecto de la Diputación y responsable de la conservación del yacimiento, al frente de un equipo de arqueólogos, restauradores, dibujantes, topógrafos, encargados y peones.
Los afortunados en toparse con ella y extraerla fueron los arqueólogos Antonio Guilabert y Eva Tendero; en un principio, los expertos internacionales dudaron de su autenticidad y pusieron en tela de juicio la procedencia y antigüedad, pero una vez acreditada la metodología científica de su extracción se abrió un nuevo debate para tratar de contextualizarla e interpretar el mensaje que se quería trasladar.
Se cree que se pudo fabricar en un taller de alguna provincia de la actual Italia, Grecia o Turquía, y «al ser el retrato oficial de un emperador, no puede ser una improvisación del artista sino que tiene que querer decir algo, seguramente un mensaje que fue repetido en otras obras que, quizá, estén por encontrarse», según el director técnico del museo alicantino.
Otra aportación de la mano de Lucentum es que el característico gesto de los dedos del emperador, sujetando el pomo de la espada para que la hoja repose en el antebrazo, ha facilitado saber que era precisamente una espada lo que habrían llevado en un principio otras manos romanas halladas con la misma disposición pero que se han encontrado vacías, como la estatua acorazada de Sancti Petri (Cádiz), del siglo II a.C.
sábado, 16 de junio de 2018
National Geographic:Un eslogan político de Pompeya: "Por favor elegid al edil Helvio Sabino, uno bueno"
Tres inscripciones electorales han aparecido en los antiguos muros de Pompeya durante las recientes excavaciones en la inexplorada Región V del sitio arqueológico, según informa el Parque Arqueológico de Pompeya. Un eslogan político, pintado con letras negras sobre un fondo blanco, dice lo siguiente en latín: "Helvium Sabinum Aedilem D(ignum) R(ei) P(ublicae) V(irum) B(onum) O(ro) V(os) F(aciatis)". Significa lo siguiente: "Por favor elegid al edil Helvio Sabino, digno del Estado, uno bueno".
En el muro sur, en letras rojas sobre fondo blanco, pone lo siguiente: "L(ucium) Albucium Aed(ilem)", una inscripción que quizá continúa por debajo del nivel excavado, en la zona cubierta por los fragmentos piroclásticos expulsados por el Vesubio, y que hace referencia a los Albucios, que probablemente eran los propietarios de la Casa de las Bodas de Plata. Las inscripciones fueron realizadas sobre un estrato de pintura blanca, quizá para tapar unas inscripciones anteriores y, de todas formas, para crear una superficie regular sobre la cual se han conservado los eslóganes políticos, relacionados con las últimas elecciones de Pompeya antes de la catástrofe del 79 d.C.
Por otro lado, las excavaciones arqueológicas también han sacado a la luz nuevos frescos de la Domus de los Delfines (denominada así porque uno de los corredores de entrada o fauces estaba decorado con una pareja de delfines, además de varios animales y perspectivas arquitectónicas) y un precioso portalucernas de bronce de un ambiente residencial de la Casa de Júpiter.
viernes, 15 de junio de 2018
ABC:Los dioses y héroes que habitan el Olimpo del Prado
Si creen que las películas de Tarantino son violentas y crueles, vayan al Museo del Prado y admiren «El banquete de Tereo», de Rubens. Es una de las 90 obras de la colección del Prado incluidas en el libro «Los mitos en el Museo del Prado» (Guillermo Escolar Editor), escrito por los historiadores del Arte Miguel Ángel Elvira –fue conservador jefe de escultura en el Prado y director del Museo Arqueológico Nacional– y Marta Carrasco, pareja editorial y en la vida real. En los cuadros que cuelgan en el Prado hay encerradas historias de amor arrebatado, pasiones desatadas, tragedias, celos, torturas, violaciones, raptos, bacanales y hasta escenas de canibalismo. No se andaban con chiquitas los viejos maestros. Hay un «Prado gore» no apto para la pacata era de Facebook, donde se censuran los desnudos más castos. ¿Habría que quemar el museo ante semejante iconografía orgiástica?
La colección del Prado es tan rica que admite múltiples miradas. Una de ellas es la mitología: las increíbles historias de dioses, héroes, ninfas, musas y sátiros que pueblan este Olimpo artístico. «Detectamos un vacío en la pinacoteca -advierte Carrasco-. Faltaba un libro, de formato cómodo y con ilustraciones de calidad, que fuese académico y a la vez divulgativo para escolares, aficionados a la mitología y visitantes del museo». Un proyecto que les ha llevado cuatro años y en el que el Prado ha colaborado cediendo todas las imágenes.
No se trataba, dicen los autores, de hacer meras descripciones de los cuadros, sino de explicar los mitos, las circunstancias en que fueron pintados, las fuentes literarias... «El Prado tiene la colección más importante de temas mitológicos que hay en España –añade Elvira–. Los reyes siempre han sido muy aficionados a la mitología. Se veían reflejados como dioses». La mitología ha sido constante motivo de inspiración para el arte. Ha excitado la imaginación y creatividad de los pintores y escultores. No es de extrañar, pues, que las musas acudieran a visitarlos (o pasasen de largo, según los casos) en sus talleres. La principal fuente en que se basaron fue «Las Metamorfosis», de Ovidio.
Rubens, Tiziano y Velázquez
Si hay un pintor de mitologías por excelencia, ese es Rubens. Su catálogo de deidades es impresionante: Prometeo, el rapto de Proserpina, Andrómeda liberada por Perseo, Diana y sus ninfas sorprendidas por sátiros, las tres Gracias... Las obras que le encargan para la Torre de la Parada son, según los autores, «el más importante conjunto de mitología del mundo». Tiziano y Velázquez, explican Carrasco y Elvira, «tienen formas muy peculiares de ver la mitología. El primero llamaba a sus cuadros mitológicos “Poesías”, porque consideraba que eran muy personales. Velázquez quería reivindicar la importancia del artista como creador». Del genio veneciano, el Prado atesora brillantes creaciones mitológicas. El celestino más célebre de la Historia, Cupido, se cuela en varias obras del Prado. De los héroes, aparece un Hércules pintado por Zurbarán. «Es una figura que fascinaba a los reyes de España. Todos se consideraban sus descendientes», explica Miguel Ángel Elvira. Ni rastro del coqueto Narciso
Podeís leer el articulo completo en: http://www.abc.es/cultura/arte/abci-dioses-y-heroes-habitan-olimpo-prado-201806150628_noticia.html
jueves, 14 de junio de 2018
National Geographic:La fundación de Cartago, el origen de la gran potencia mediterránea
Uno de los episodios más célebres de la literatura occidental es el de la llegada del príncipe troyano Eneas a Cartago, donde es acogido por la bella reina Elisa, también conocida como Dido. Entre largas conversaciones, banquetes y partidas de caza ambos protagonizan una historia de amor que se verá truncada por la huida intempestiva del troyano para cumplir su destino de fundar una nueva ciudad en Italia, a lo que sigue el suicidio de la reina cartaginesa. Sin embargo, el idilio entre Dido y Eneas no es la única leyenda en torno al origen de Cartago. Una antigua tradición, recogida entre otros por el cronista romano Justino, relata asimismo las circunstancias en que la propia Dido había fundado la ciudad y cómo se inmoló para asegurar su pervivencia.
Todo comenzó en Tiro, la gran ciudad-estado fenicia en la costa del actual Líbano. El rey de la ciudad, Mattan, tenía dos hijos: un varón, Pigmalión, y una mujer, Dido. Tras la muerte del padre, los hermanos se disputaron la sucesión al trono. Dido, quizá por intereses políticos y hereditarios, contrajo matrimonio con su tío paterno, Acerbas, sacerdote de Melkart, quien reunía en su entorno un enorme poder político y militar. Pero Pigmalión, por miedo a perder su posición, asesinó brutalmente a Acerbas. Durante un tiempo Dido disimuló su horror, pero sólo para preparar mejor su huida de la ciudad, llevándose consigo los inmensos tesoros de su esposo, que su hermano codiciaba.
Finalmente, la princesa y un nutrido grupo de fieles se embarcaron hacia Occidente. En su primera escala, en Chipre, la comitiva se acrecentó con nuevos colonos fenicios. Asimismo, con el beneplácito de los sacerdotes del templo de Astarté, Dido se llevó a unas ochenta mujeres jóvenes para casarlas con sus seguidores y fundar una nueva colonia –aunque, según la versión de Justino, las doncellas fueron secuestradas–. Tras escuchar un oráculo que anunciaba la fundación de una nueva ciudad, Dido y sus seguidores partieron de Chipre y prosiguieron la ruta hasta alcanzar la costa del actual Túnez.
La leyenda sigue contando que el rey ingeniosamente engañado por Dido quedó prendado de su belleza e inteligencia y se propuso a toda costa tomarla como esposa. Expuso su pretensión a un grupo de notables fenicios, a los que amenazó con declararles la guerra si no convencían a la princesa. Sabedores del horror que sentía Dido por los «bárbaros» africanos, los nobles fenicios intentaron engañarla. Le dijeron que el rey Hiarbas pedía que alguien acudiera a su corte para civilizarlos, y cuando la reina les dijo que cualquiera de ellos debería estar dispuesto a cumplir esa misión aun al precio de su vida, le revelaron la verdadera pretensión de Hiarbas. Dido, entre sollozos y lamentos, les aseguró que haría lo que pedían, pero al cabo de tres meses mandó erigir una pira en las puertas de la ciudad, se subió a ella y se atravesó el pecho con un cuchillo.
Detrás de esta historia legendaria, que conocemos tan sólo por las fuentes grecorromanas, puede adivinarse una realidad histórica. Para empezar, el viaje de Dido y sus compañeros evoca el fenómeno de la colonización fenicia en el Mediterráneo. Sabemos que, desde finales del II milenio a.C., gentes de Tiro, Sidón y otras ciudades fenicias, bajo la amenaza constante del vecino Imperio asirio, surcaron el Mediterráneo en sus barcos. Los marinos fenicios adquirieron un amplio conocimiento no sólo de las técnicas de navegación, sino también de los fondeaderos y los puntos de aguada para sus flotas. Así establecieron rutas marítimas fijas y entraron en contacto con los distintos pueblos de las orillas del Mediterráneo, con los que establecían pactos. La fundación de colonias fue el último paso en este proceso.
Lo que dice la arqueología
Cartago es una de las fundaciones coloniales fenicias más antigua. Según algunos autores (como Filisto de Siracusa, Eudoxo de Cnido o Apiano), su establecimiento se remonta a la época de la guerra de Troya –datada hoy hacia 1200 a.C.–, lo que justificaría el encuentro entre Eneas y Dido. Otras fuentes, con más verosimilitud, sitúan esa fundación hacia finales del siglo IX a.C. Una inscripción del rey asirio Salmanasar III la data entre 825 y 820 a.C., e incluso alude a un rey Mattenos/Mattan de Tiro. Esta última fecha ha sido confirmada por la arqueología y por las dataciones de radiocarbono.
También hay indicios de que los colonos fenicios entraron en contacto con la población indígena del lugar. El nombre de Cartago, en fenicio Qart Hadasht, significa «ciudad nueva», un topónimo que los fenicios utilizaron para sucesivos asentamientos de similar carácter en Chipre, Cerdeña, el norte de África o en la península Ibérica, donde los propios cartagineses fundarían en el siglo III a.C. la actual Cartagena. En el caso de Cartago, el topónimo tal vez indica que a la llegada de los tirios existía un asentamiento indígena en la colina de Byrsa. Los arqueólogos han hallado en la zona agujeros de postes, propios de pequeñas cabañas típicas de un asentamiento anterior a la llegada de los fenicios. Estas cabañas, de planta oval, presentan una estructura arquitectónica simple con cimientos de mampostería y muros de adobes. Hemos de imaginar toda la ladera sur de la colina de Byrsa construida con estas cabañas de cubierta vegetal, agrupadas dejando espacios abiertos entre sí a modo de plazas, donde se intercambiarían todo tipo de productos y ganado. No en vano, en la Eneida Virgilio explica cómo Eneas, a la vista de Cartago, «admira esta obra hasta no hace mucho constituida por simples chozas».
Tal como se relatan en el mito, las negociaciones entre Dido y los indígenas de la zona, primero para comprar el terreno y luego para negociar un enlace, también pueden reflejar hechos de épocas remotas. Las relaciones coloniales solían ir acompañadas de pactos, del pago de tributos y de adquisición de terrenos. Además, Cartago no fue una colonia aislada de su entorno, sino que surgió como una cultura mestiza desde su inicio. La base cultural fenicia de la nueva colonia no impidió que los pobladores de origen africano dejaran en ella su rastro, como atestiguan las fuentes documentales. Justino describe cómo, «atraídos por la esperanza de ganancias, los habitantes de los lugares cercanos acudieron en tropel para vender sus géneros a estos nuevos huéspedes, estableciéndose junto a ellos, y su número creciente daba a la colina el aspecto de una ciudad». Las posibilidades que ofrecía el lugar eran óptimas, sobre todo para el desarrollo de la agricultura y la ganadería.
De aldea a gran metrópoli
Asimismo, la arqueología aporta información sobre la fisionomía de la Cartago arcaica. Las casas, de planta rectangular, se disponían en varias alturas y contaban con terrazas y pequeños patios interiores. Desde muy temprano se desarrolló un urbanismo organizado en torno a calles y plazas. De la primera Cartago se han localizado los restos de los puertos, algunos espacios sagrados como el tofet (santuario dedicado a los dioses Tanit y Baal donde se practicaban sacrificios humanos) y las murallas.
Gracias a su posición geográfica y a los beneficios de su actividad comercial, Cartago estableció en pocas décadas su liderazgo sobre el resto de las colonias fenicias del Mediterráneo central, al tiempo que sellaba diversos tratados político-económicos con otros Estados de la región. Todo ello, acompañado por la construcción de una potente armada, sentó las bases del denominado imperialismo cartaginés a partir del siglo V a.C., que acabaría entrando en colisión con el de Roma. En este aspecto, cabe señalar que los cartagineses rompieron con la tradición de las ciudades fenicias. Mientras que éstas se habían centrado en la fundación de colonias comerciales y no habían mostrado interés en controlar el territorio circundante, los cartagineses, siguiendo el modelo colonizador griego, pronto se propusieron extender su dominio sobre amplios territorios, de modo que la primigenia colonia se convirtió en una entidad urbana de carácter estatal.
Esta evolución fue posible gracias al tipo de sociedad mestiza que surgió en Cartago. Prácticamente desde los inicios de su historia, colonos e indígenas compartieron los mismos espacios urbanos y quizá también, transcurridas un par de generaciones, los espacios religiosos y funerarios. Es revelador, por ejemplo, que en las necrópolis de otros núcleos púnicos tunecinos, como Kerkouane, Korba o Sidi Salem, se encuentren epitafios con nombres tanto fenicios como líbicos, griegos o itálicos. Esa integración aseguró el control de Cartago sobre el territorio circundante, lo que fue clave para su posterior desarrollo. Ciudad y territorio se retroalimentaron para el bien común y todo ello fue, sin duda, reflejo del carácter abierto de unos ciudadanos que asumieron desde el origen que su principal riqueza radicaba en el mestizaje.
miércoles, 13 de junio de 2018
ABC:Un banquete arqueológico en Itálica
¿Sería posible recrear un banquete romano con comida rescatada del recetario de Apicius? ¿Y hacerlo en la Casa de los Pájaros de Itálica, junto a la sombra tutelar de la estatua de Adriano en las ruinas de Itálica? ¿Probar un vino histórico reconstruido científicamente? El conjunto monumental de Itálica ha acogido la primera edición de unas jornadas que nacen con vocación de permanencia y que pretenden investigar cómo se comía en tiempos romanos partiendo de antiguas recetas.
Junto a la Casa de los Pájaros, una de las domus principales de Itálica, se encontraba hace siglos el perfil colosal del Traianeum. Olía a jardines y olivares. Muy cerca pasaba el antiguo cauce del Guadalquivir de cuyo puerto partían barcos cargados de ánforas con vino, aceite y garum, esa particular salsa hecha con intestinos fermentados de pescado para conservar los alimentos.
El garum fue la estrella de un banquete recreado en clave científica y versionado para el consumo actual tras el trabajo de investigación del arqueólogo Manuel León Béjar y los jefes de cocina Antonio Bort, del restaurante Ispal, y Gonzalo Jurado, de Tradevo. Se probó lomo de atún con enogarum (garum con vino), paté allec de boquerones con patatas aliñadas y guiso de carrillera que en tiempos antiguos se elaboraba con ubres de cerda.
El director de Itálica, Fernando Panea, presentó este proyecto de arqueología experimental recordando la importancia histórica del lugar donde se celebró el banquete científico. Sólo faltó hacer libaciones adorando a los dioses lares.
La arqueóloga Rocío Durán Molina de la Universidad Pablo de Olavide se ocupó de la introducción histórica con una ponencia centrada en las costumbres gastronómicas de época romana. Explicó cómo se servían las viandas, los banquetes y la vida cotidiana en las tabernae (panaderías y despachos de comidas y bebidas calientes) y las thermopolias, como los bares actuales.
Rocío Molina mostró una fotografía impactante: un pan carbonizado de Herculano. Intacto, inmortal y congelado en el tiempo en el horror de la tragedia. Una hogaza en la que se aprecia aún el sello del panadero. La erupción del Vesubio llegó en el momento en que se horneaba. Junto a la Casa de los Pájaros están los restos de un horno de leña. No es difícil sugestionarse con el olor a hogaza de pan caliente, pan de harina candeal comido hace siglos.
Pero a lo que huele en la Casa de los Pájaros es a garum. Manuel León Béjar, que además de arqueólogo es investigador del grupo de Ingeniería y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Cádiz, explica cómo se han basado en las recetas del gastrónomo romano Apicius de su obra «De re coquinaria». «El garum se hacía tras una fermentación de las vísceras del pescado, algo que nos parecería nauseabundo, pero era alimento de lujo. Es la primera conserva líquida de la historia».
El lomo de atún con enogarum tiene un sorprendente sabor yodado. El chef Gonzalo Jurado describe el equilibrio de esta salsa de la antigüedad hecha con comino, cilantro, cebolla roja, miel, raíz de apio salvaje, pimienta y también vinagre de vino.
El aroma familiar quizás podría despertar a los antiguos habitantes de Itálica. Y sobre todo el vino que bebieron en tantas celebraciones de la vida. En este banquete arqueológico el primer vino se marida con atún y garum. Se llama Paladio, un vino de época bajoimperial que lleva el nombre del agrónomo romano y autor de una obra basada en la economía agrícola, personaje de la estirpe de Catón el Viejo, Columela y Plinio el viejo. Un vino ambarino con sabor a miel, jengibre, pomelo, mandarino, cáscara de nuez y laurel.
Luego llegará Mulsum, un vino fermentado con miel, y finalmente Antinoo, con aromas de violeta. Un caldo ambiguo como Antinoo, el amante de Adriano. Qué mejor lugar que Itálica para degustarlo.
martes, 12 de junio de 2018
National Geografhic:Hallada una cueva funeraria romana durante unas obras en Tiberíades
La construcción de un nuevo barrio en la parte norte de Tiberíades, una ciudad en la orilla occidental del mar de Galilea, en el norte de Israel, ha sacado a la luz un complejo funerario de época romana, de unos 2.000 años de antigüedad, oculto en el interior de una cueva, según informó ayer la Autoridad de Antigüedades de Israel. Una pala mecánica dejó al descubierto la entrada de una cueva tallada en la roca, cuyo acceso está decorado con un revoque coloreado. A continuación se abre un espacio central con varios nichos tallados en la roca, con cerámica decorada y osarios de piedra, y al fondo hay una pequeña cámara funeraria. La cueva probablemente fue saqueada en época antigua.
Los arqueólogos han encontrado puertas de piedra en las entradas de las habitaciones y, en una de ellas, inscripciones griegas grabadas en la piedra con los nombres de los difuntos, que serán estudiadas por los especialistas. Yair Amitsur, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ha explicado que "la cueva debió de funcionar como un complejo funerario para una familia que vivió en la ciudad de Tiberíades o en uno de los poblados adyacentes". Tiberíades fue establecida en el 18 d.C. por Herodes Antipas, el hijo de Herodes el Grande, en honor del emperador romano Tiberio.
"Esta cueva funeraria es fascinante porque es un hallazgo único en la zona. El tallado de la roca de alta calidad, la complejidad de la cueva, las decoraciones y las inscripciones en griego apuntan a que perteneció a una familia poderosa que vivió en la zona en época romana", sostiene Amitsur. La cueva ha sido bloqueada con el fin de protegerla y será investigada por expertos de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
lunes, 11 de junio de 2018
National Geographic:Esclavos de Esparta, la dura vida de los ilotas
Dentro de la sociedad esclavista de la antigua Grecia, Esparta ocupa un lugar especial tanto por su peculiar sistema como por la crueldad del trato que daba a sus esclavos. Por eso Critias, un político ateniense del siglo V a.C., dijo que en ningún otro lugar "los libres eran más libres ni los esclavos más esclavos". Para explicarlo hay que remontarse al siglo X a.C., cuando los griegos de estirpe doria invadieron el Peloponeso y ocuparon las fértiles tierras del valle del Eurotas –la región de Laconia– y esclavizaron en masa a sus habitantes. Los dorios les arrebataron sus tierras y les obligaron a seguir trabajándolas para ellos. Estos esclavos recibieron el nombre de ilotas, palabra de origen incierto que los autores antiguos relacionaban con la raíz del verbo "capturar", lo que se aviene bien con la condición de estas gentes como cautivos de guerra.
Más tarde, en el siglo VIII a.C., los espartanos, tal vez empujados por la superpoblación, se lanzaron a la conquista de la vecina región de Mesenia. Tras una guerra larga y sangrienta se hicieron con su control y sometieron a sus habitantes a la esclavitud. Los mesenios esclavizados se convirtieron en ilotas; más tarde, en el siglo V a.C., el gran historiador ateniense Tucídides diría que "la mayor parte de los ilotas la constituyen los descendientes de los antiguos mesenios reducidos a la esclavitud".
Como los otros ilotas, los mesenios siguieron cultivando sus tierras y pagaban un fuerte tributo a sus nuevos amos. Según el poeta espartano Tirteo: "Como burros agotados con grandes pesos, llevaron a sus dueños, bajo la forzada desventura, la mitad de los frutos que produce la tierra". La peculiar forma de vida de los ciudadanos de Esparta, consagrados a la milicia, sólo fue posible por esa masa de esclavos que trabajaba las tierras para su sustento. A la vez, este gran número de esclavos debía ser controlado con gran celo para evitar revueltas. Así se creó aquella Esparta que los autores antiguos comparan con un campamento siempre en armas.
Una vida de sumisión
Los ilotas pertenecían al Estado y no podían ser vendidos fuera de Esparta ni liberados por los particulares. Llevaban la cabeza afeitada (lo que contrastaba poderosamente con las largas melenas que lucían los espartanos adultos), vestían una tosca prenda de cuero y se cubrían con un gorro de piel de perro (kynê), que era su elemento más distintivo. Si se desprendían de esta indumentaria eran castigados con la muerte, y sus dueños, multados. Sin duda, poder distinguir fácilmente a los ilotas por la apariencia exterior favorecía su control.
Los ilotas vivían sobre todo en los campos, donde formaban comunidades y podían hacer vida familiar. Estaban ligados a un lote de tierra que tenían que cultivar para ofrecer una parte de la cosecha anual a su amo; el resto de la producción quedaba en manos del ilota. El amo estaba obligado a prestar los esclavos de su lote a otros conciudadanos que los necesitaran, del mismo modo que los caballos o los perros. Algunos ilotas, sobre todo mujeres, se empleaban en el servicio doméstico y personal. El concubinato con hombres espartanos debió de ser frecuente, ya que existía una categoría social llamada móthakes, es decir, "bastardos".
Soldados de segunda
Los ilotas también seguían a sus amos en las campañas militares, en principio portando las pesadas armas y el bagaje. Sabemos que cada hoplita espartano estaba acompañado de un ilota para su exclusivo servicio; pero bien pronto se les permitió combatir como tropas armadas a la ligera. Su papel se incrementó con el tiempo, cuando el número de espartanos de pura cepa comenzó a declinar; así, sabemos que el general espartano Brásidas se llevó consigo a setecientos ilotas para luchar contra los atenienses en el norte del Egeo en plena guerra del Peloponeso. Y a principios del siglo IV a.C. participaron tres mil ilotas en la campaña del rey Agesilao contra los persas.
Esta política de incorporar los ilotas al ejército era una forma de alejar del país a grandes grupos de esclavos que podían resultar peligrosos si estallaba una revuelta. Por ese motivo se les destinaba a escenarios de guerra muy alejados de Esparta, como el norte del Egeo, Asia Menor y Sicilia. Los ilotas que demostraban su buena disposición podían conseguir la ansiada libertad, como pasó con los que acompañaron a Brásidas. En otra ocasión se ofreció la libertad a los ilotas que se atrevieran a pasar comida a los soldados espartanos rodeados por los atenienses en la isla de Esfacteria, en el año 425 a.C.
La creciente importancia militar de los ilotas llevó, a finales del siglo V a.C., a la creación de una categoría social conocida como neodamodeis, "nuevos miembros del demos" (el pueblo), formada por ilotas liberados y entrenados como hoplitas, que se emplearon como tropas de choque en diversas campañas entre los años 421 y 371 a.C.; a pesar de su nombre no gozaban de plenitud de derechos como los viejos ciudadanos.
Una cruel represión
Es imposible conocer la exacta proporción de ciudadanos y esclavos en la antigua Esparta, pero podemos estar seguros de que el número de ilotas crecía mientras el número de ciudadanos declinaba constantemente debido a las continuas guerras y una estricta política de ciudadanía, que incluía el abandono de los niños nacidos con defectos físicos.
Ante esa situación, el Estado tuvo que tomar medidas a fin de controlar a los ilotas. Para empezar, los éforos (los cinco magistrados que ostentaban el poder supremo), al tomar posesión de su cargo a principios de año, declaraban oficialmente la guerra a los ilotas para que no fuese delito matarlos; pues en el pensamiento de la Grecia clásica cualquier crimen injustificado originaba una mancha religiosa que recaía sobre toda la ciudad. Pero el principal instrumento de represión fue la cripteia. Este término se relaciona con el verbo "ocultar", lo que se explica por la principal exigencia de esta prueba: permanecer sin ser visto en los campos y montes de Laconia.
Plutarco la describe con cierto detalle: "Cada cierto tiempo, los magistrados enviaban por diversas partes a los jóvenes que eran más juiciosos sólo con un puñal y el alimento imprescindible; de día se ocultaban, pero de noche bajaban a los caminos y degollaban a los ilotas que cogían. Muchas veces, llegando hasta los campos, mataban a los más fuertes y mejores".
Al principio, la cripteia fue una prueba de hombría y de endurecimiento para la vida militar que debía superar la juventud espartana, pero pronto se convirtió en una forma de infundir terror y reducir el peligro de las rebeliones de los ilotas. Estas rondas por los campos permitían controlar mejor a los esclavos, abortar desde el principio una resistencia organizada e impedir el bandidaje.
Rebeliones y liberación
Según cuenta el historiador Jenofonte –que puso su espada al servicio de Esparta–, los ilotas se pasaban la vida acechando los infortunios de sus amos, mirándolos con el deseo de "comérselos crudos". El miedo a las revueltas de sus ilotas condicionaba de forma absoluta la forma de vida y la política de Esparta, ya que sus ciudadanos, temerosos de que los ilotas se rebelaran en su ausencia, tuvieron que renunciar a largas campañas militares en lugares lejanos, y limitaron su influencia política y militar a la zona del Peloponeso.
La mayor rebelión tuvo lugar en 464 a.C., cuando un terremoto asoló Esparta. Se creyó que fue un castigo de Poseidón porque los espartanos habían matado a unos ilotas que buscaron refugio en su templo del cabo Ténaro. Fue tal la violencia del seísmo que murieron 20.000 ciudadanos y sólo quedaron en pie cinco casas. Los supervivientes estaban recogiendo de entre las ruinas sus enseres y objetos valiosos cuando el prudente rey Arquidamo II mandó dar la señal de combate y todos los hombres acudieron armados a su presencia. Esto fue la salvación de Esparta, porque los ilotas llegaban desde todos los campos a la ciudad dispuestos a acabar con los espartanos que hubieran sobrevivido; al encontrarlos en orden de batalla, se retiraron. Pero los ilotas mesenios aprovecharon el desastre y se alzaron en armas. Muchos se hicieron fuertes en el monte Itome, una fortaleza natural en el centro de Mesenia, donde resistieron diez años hasta llegar a un acuerdo con los espartanos, que les permitieron salir del país con sus mujeres e hijos.
La liberación definitiva de los ilotas llegaría mucho después, en 371 a.C., cuando las tropas de Tebas, al mando de Epaminondas, infligieron una durísima derrota a los espartanos en la batalla de Leuctra. Tras su triunfo, los tebanos invadieron Esparta y los ilotas mesenios aprovecharon su presencia para rebelarse de nuevo. El victorioso Epaminondas les entregó su antigua patria ya liberada y refundó para ellos la ciudad de Mesene, en la falda del monte Itome.
Sin embargo, el comportamiento de los ilotas de Laconia fue distinto. Muchos aceptaron el ofrecimiento de alistarse en el ejército espartano para combatir a los invasores (1.000, según Diodoro; 6.000, según Jenofonte). La sumisión de estos esclavos llegaba a tal punto que, cuando algunos ilotas fueron capturados por los tebanos, se les animó a que cantaran canciones y poemas que sus amos les tenían prohibidos, pero se negaron rotundamente a hacerlo.
Durante la decadencia de Esparta los ilotas tuvieron más posibilidades de alcanzar la libertad. Sabemos que entre los años 223 y 222 a.C., seis mil ilotas pudieron pagar las cinco minas áticas que exigió por su liberación el rey espartano Cleomenes III; este dinero procedía de los excedentes de las cosechas que, según las leyes antiguas, los ilotas podían conservar. Y Nabis, que reinó entre 207 y 192 a.C., concedió la libertad y la ciudadanía a un buen número de ilotas para aumentar su ejército. Cuando poco después llegó la dominación romana, este peculiar sistema esclavista, donde una clase servil ligada a la tierra trabajaba para sostener a una clase privilegiada dedicada a las armas, terminó por desaparecer.
domingo, 10 de junio de 2018
ABC:Descubren en Carmona una monumental galería subterránea de la época romana
El subsuelo de Carmona sigue deparando hallazgos. El último es el resultado de la exploración del servicio de Arqueología del Ayuntamiento que ha localizadouna nueva galería subterránea de época romanapara la conducción y el abastecimiento de agua de la ciudad. Resulta sorprendente la perfección de la construcción realizada con grandes sillares y cerrado con losas dispuestas a dos aguas, la magnitud de la galería y su estado de conservación.
Si en otras galerías se había localizado el uso de elementos constructivos romanos, que habían permitido datar esta singular construcción, la mayoría eran galerías excavadas en la roca. Ahora aparece una gran galería hecha entera de sillares lo que añade más relevancia al conjunto de lo que puede calificarse ya como un monumental acueducto subterráneo.
Los arqueólogos municipales destacan también que el hallazgo de este nuevo conducto resuelve muchas dudas sobre el sistema de construcción del complejo de minas y galerías subterráneas que recorren el subsuelo de Carmona. Pero aún hay una buena noticia más y es que, según los arqueólogos, las características de esta nueva galería hacen que tenga posibilidades de convertirse en visitable en el futuro.
El hallazgo se ha producido durante las actuales obras de urbanización en la avenida de Portugal, muy próximo a la fuente de los Leones, en el sector de la Alameda de Alfonso XIII. Las obras incluyen la pavimentación y de los sistemas de alcantarillado que desde las viviendas llegan a la red general. Durante los trabajos se detectó la presencia de una canalización, aún en funcionamiento, cuya cubierta afloraba prácticamente al nivel de superficie.
En este punto intervino el servicio municipal de Arqueología que realizó un reconocimiento. Han podido explorar unos cincuenta metros de longitud, aunque en el extremo que discurre hacia la Alameda, el canal de estrecha y se hace intransitable.
Pero en el extremo contrario, bajo la calle Real, el conducto conecta con un pozo colector en el que desaguan tres minas de agua romanas excavadas en la roca. La canalización de sillares recogería desde el colector los caudales de dichas minas y los conduciría hacia el exterior, aunque de momento se desconoce si el agua sirvió para consumo humano o para otros usos como mover molinos o para el riego.
Dos de las minas descubiertas se conocían parcialmente por las exploraciones que se están realizando desde hace dos años gracias al convenio firmado entre el Ayuntamiento de Carmona y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, aunque de la tercera, que discurre bajo el actual edificio del teatro Cerezo, no se tenía constancia.
El colector fue remodelado en época moderna, momento en el que se construyeron la Fuente de los Leones y el pilar para el ganado (siglo XVI) y la Fuente de la calle Joaquín Costa (siglo XVIII) para cuyos abastecimientos se siguió usando las minas de agua romanas.
sábado, 9 de junio de 2018
ABC:Gimnasio, maquillaje y perfume: así buscaban la belleza los antiguos griegos
Ha sido el Presidente de la República, Prokopis Pavlópulos, quien el sábado pasado inauguró esta exposición que muestra un viaje en el tiempo sobre las distintas caras de la belleza. Muestra la belleza, lo que era considerado bello, desde el periodo neolítico hasta el final de la antigüedad tardía, es decir hasta el año 800 d.C. Y lo hace a través de un viaje que muestra las diferentes expresiones de la estética en entornos sociales y culturales distintos, siendo todas las piezas expuestas parte de la colección permanente del museo. La bienvenida al visitante la da la diosa más bella, Afrodita, mostrada semidesnuda con un Eros dormido a su lado. Porque no es casualidad que Afrodita, diosa griega del amor, de la atracción física y del sexo (que en la antigüedad no tenía connotación negativa ni pecaminosa alguna) es siempre la diosa más bella. Eros por su parte, también dios del amor y de la atracción sexual, está siempre representado como un niño o un efebo muy atractivo y la estrecha relación de la belleza y del amor ha sido una de las características del mundo antiguo.
La exposición se ha dividido en cuatro partes distintas. La primera parte, denominada «Estética eterna», muestra objetos de la vida diaria que muestran las distintas expresiones estéticas en el tiempo. Preciosas vasijas, perfumadores, copas y otros objetos fabricadas en cerámica, alabastro, oro, plata, esteatita (un tipo de talco compacto), marfil. La segunda parte trata de «Lo bello y lo deseado», mostrando las preferencias estéticas del mundo antiguo basándose en lo que desvelan la mitología y sus mitos así como los tesoros arqueológicos descubiertos relacionados con ropa, aseo personal, joyas, peinados. La tercera, titulada «Proyectando el cuerpo» analiza la expresión de la belleza en el rendimiento visual del cuerpo humano desde el Neolítico hasta la época histórica. Y la última parte, «Búsqueda sin fin» es una reflexión estética sobre el significado de lo bello y su valor para el hombre.
La música y el perfume de la antigüedad
Durante la inauguración se escuchó «La belleza del sonido» gracias al conjunto musical de instrumentos musicales antiguos «Lyravlos», que interpretó composiciones musicales de la antigüedad y poemas melodiosos. Y la directora del Museo, Dra. Maria Lagogianni-Georgakaraku, pensó también en la idea del perfume en la Antigüedad griega. Gracias a la ayuda de la compañía cosmética griega Korres se presenta con esta exposición tres perfumes basados en materias primas y métodos existentes en el mundo clásico. Porque está demostrado, tanto por escritos como por restos arqueológicos, que los aceites perfumados y los perfumes no solo eran parte de la vida cotidiana de las mujeres del mundo griego y de los deportistas olímpicos, sino también de las distintas ceremonias de la vida social: bautizos, bodas, fallecimiento.
El químico Iordanis Samanidis ha creado tres aromas: uno con rosas, otro con salvia y un tercero con cilandro. Por ahora solo se puede «oler» el de rosas, pero los demás perfumes serán presentados antes del cierre de la exposición a finales del año que viene. Y durante estos meses, en la exposición habrá distintos talleres creados por científicos, artistas y artesanos griegos y extranjeros sobre el tejido en la época neolítica, la ropa utilizada en el Egeo, el traje micénico, las lautilizacion de los colores en las esculturas antiguas…Y se podrá visitar ahora con el nuevo horario de verano del museo, ampliado de 8 de la mañana a 8 de la tarde todos los días, menos los lunes, cuando estará abierto desde las 13.00 hasta las 20.00 h.
viernes, 8 de junio de 2018
ABC:Hallada la posible escultura en miniatura de un rey bíblico
Al norte de Israel, en la ciudad de Abel Beth Maacah, se ha descubierto una pequeña figura que data de hace 2.800 años. La escultura, de expresión seria, representa a un hombre de ojos oscuros con cabello largo y negro y con barba que lleva una diadema amarilla y negra. Es posible que se trate de la cabeza de un personaje de la Biblia. Fue encontrada el verano pasado por el estudiante de ingeniería de Jerusalén Mario Tobia en un gran edificio en el punto más alto de la Ciudad Antigua, que es mencionada varias veces en el Antiguo Testamento, según informa Live Science.
La cabeza, de poco más de 5 centímetros, fue tallada en una cerámica vidriada llamada fayenza. Según los arqueólogos, lo más probable es que en su día formara parte de una estatuilla de entre 20 y 25 centímetros.
La calidad del tallado y su ubicación indican que representa a un miembro de la élite. La datación por radiocarbono del material orgánico que se encuentra en la misma habitación que la miniatura, sugiere que se construyó en algún momento entre los años 902 y 806 a.C. En ese momento había tres reinos cerca de Abel Beth Maacah: Israel, Tiro y Aram-Damasco. Los posibles gobernantes que podrían estar representados son el rey Acab de Israel, el rey Hazael de Aram-Damasco y el rey Ethbaal de Tiro.
Las excavaciones en el edificio continuarán este verano, en un trabajo conjunto entre la Universidad Azusa Pacific y la Universidad Hebrea de Jerusalén. Los arqueólogos esperan encontrar más información que pueda ayudar a determinar quién es realmente el rostro de la escultura.
jueves, 7 de junio de 2018
El País:Extraordinario descubrimiento arqueológico en Roma: hallan una tumba romana intacta
Una extraordinaria tumba con cuatro personas de hace 2.300 años, completamente intacta, se ha descubierto casualmente mientras se construía un acueducto en la periferia de Roma. La tumba, a cuatro metros de profundidad, contenía los restos de tres hombres y una mujer y objetos funerarios. A los arqueólogos les ha impresionado la extraordinaria conservación de la tumba, porque nunca fue violada. Normalmente las tumbas se volvían a abrir, a veces para enterrar a otros difuntos. En este caso, se mantenía la gruesa piedra que, como una puerta, cerraba la tumba-cámara que conducía al más allá. En torno a los esqueletos aparecen ricos enseres tal y como fueron dejados hace casi 24 siglos: veinticinco cerámicas, entre platos, cuencos y ánforas, con decoraciones blancas de motivos vegetales. En algunos recipientes se han encontrado los esqueletos de animales (conejo, cabrito, cordero y pollo), dejados según el ritual del banquete que acompaña a los difuntos en su viaje al más allá.
La fecha se la tumba se ha fijado entre el 335 y 312 a. C., gracias a una moneda que se encontró al lado de un esqueleto. En una cara aparece la cabeza de Minerva; en la otra, una cabeza de caballo con la inscripción «Romano». La calidad de la cerámica hace pensar que en la tumba fueron enterradas personas de clase social alta, seguramente propietarios de villas que había en el lugar. Se han recogido muestras antiguas de polen y plantas de la tumba, para investigar sobre la flora y el paisaje de la zona.
Gran fortuna
Hubo mucha suerte en el descubrimiento de la tumba, según ha explicado Francesco Prosperetti, superintendente de Roma: «Si la máquina excavadora se hubiera desviado solo unos centímetros hacia la izquierda, nunca hubiéramos encontrado la tumba». Los arqueólogos la han llamado la «tumba del atleta» porque entre los restos se encontraron dos estrígiles, la rascadura de metal que los antiguos atletas griegos y romanos utilizaban para eliminar el sudor, arena y grasa después de los combates o actividades deportivas. En realidad, los esqueletos masculinos, los presuntos atletas, tenían entre 35 y 50 años, muy ancianos ya en aquella época. Es, por tanto, exagerado decir que había atletas, pero esa denominación servirá para recordar mejor un descubrimiento arqueológico extraordinario debido a la fortuna.
miércoles, 6 de junio de 2018
ABC:Descubren un sarcófago romano intacto y dos esqueletos enjoyados en Serbia
Un grupo de arqueólogos serbios ha encontrado en el sitio de la antigua ciudad romana de Viminacium un sarcófago intacto con dos esqueletos adornados con joyas de oro y plata.
La antropóloga Ilija Mikic, que ha participado en la excavación, afirmó que los esqueletos eran de un hombre alto de mediana edad y de una mujer joven y delgada.
Además, en la zona también han descubierto tres delicados botes de perfume. La mujer tenía pendientes dorados, un collar, un espejo de plata y varias valiosas horquillas, mientras que el hombre tenía una hebilla de cinturón de plata.
«De acuerdo con los bienes funerarios podemos concluir que estas dos personas seguramente pertenecían a una clase social alta», confimó Mikic.
El sitio de Viminacium, cerca de la ciudad de Kostolac, a 70 km de Belgrado, fue un campamento militar y la capital de la provincia romana de Moesia Superior, que data del siglo I d. C. Tenía un hipódromo, varias fortificaciones, un foro, un palacio, distintos templos y un anfiteatro, entre otras edificaciones.
Según los historiadores, podría haber sido el hogar de unas 40.000 personas. Hasta el momento, solo se ha explorado cerca del 4 por ciento de la misma, según explicó Miomir Korac, el director del yacimiento.
Hasta el momento, los arqueólogos han descubierto decenas de miles de artefactos, incluyendo azulejos de oro grabados con símbolos mágicos romanos, esculturas de mármol y jade, cerámica, mosaicos y frescos, junto con 14.000 tumbas. Todo ello desde el comienzo de las excavaciones, iniciadas allá por 1882.
Devastado por los hunos en el siglo V, Viminacium fue reconstruido posteriormente por el emperador Justiniano. Fue arrasado y destruido por los eslavos en el siglo VI. Desde entonces, el sarcófago habría sobrevivido saqueadores y al paso del tiempo.
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