Un intenso trabajo que ha tenido en las calles el calor y la acogida de vecinos y visitantes y para el que aún queda una jornada de actividad. Tras la celebración de diferentes iniciativas preparatorias en los últimos meses, a través de las que se ha intentado implicar a la ciudadanía y a diferentes colectivos y sectores, la antigua ciudad de Cástulo y la actual Linares viajan, durante este fin de semana, en el tiempo de la mano de la segunda edición de los Juegos Ibero Romanos de Cástulo. Una cita a través de la que se recrea el mundo de la segunda Guerra Púnica y de los gladiadores, así como todos los rituales, costumbres, gastronomía y tradiciones que existían en esos momentos.
Con la visita guiada a Cástulo —uno de los objetivos de la cita era unir la ciudad con el conjunto arqueológico— arrancó la jornada que, por la mañana, contó, entre otras actividades, con el campamento romano. Además, enmarcados en los denominados “Días de Mercurio”, para los que la organización dispuso de la implicación de la Cámara de Comercio y cerca de doscientos establecimientos de la ciudad, también se organizaron los juegos castulonenses, actividades y olimpiadas infantiles, la máquina del tiempo, cuentacuentos o la escuela de gladiadores o “ludus” infantil.
Aun así, las actividades más identificativas de este evento de recreación se celebraron ya por la tarde, cuando gran cantidad de vecinos y visitantes se dio cita en los puntos de encuentro previstos. Entre ellos, la plaza del Ayuntamiento, donde se celebró una muestra y demostración de los combatientes, seguido de una ofrenda a los dioses y bendición de los luchadores, que iniciaron su desfile a la plaza de toros mediante la “Pompa de gladiadores”, en el que las tropas romanas pasearon por las principales calles de Linares hasta desembocar en el “anfiteatro” (plaza de toros).
Una vez en el emblemático edificio dieron comienzo los combates ante la atenta mirada de un nutrido público que lucía las coronas aladas con las que la organización obsequió a los asistentes y que coincidieron con la caída de la tarde, como históricamente sucedían este tipo de citas. Enfrentaron a diferentes campeones procedentes de los distintos confines del “Imperio” que durante estos días se representaron.
Tras el combate se realizó un cortejo fúnebre de Publio Cornelio Escipión, en que las tropas romanas acompañaron a su general en su camino hacia la otra vida recorriendo las calles de Linares hasta llegar al lugar donde se procedió a la incineración del cadáver. Una jornada que concluyó con el funeral de Cneo Cornelio Escipión, que se escenificó mediante una dramatización didáctica de un entierro romano en época republicana, donde las tropas rendirán culto a su general.
Todavía quedan diferentes actividades con las que disfrutar durante la jornada de hoy, la última de la segunda edición de la cita, que ha contado con muchas más iniciativas y, sobre todo, implicación por parte de colectivos y vecinos.