miércoles, 8 de mayo de 2019
ABC:El arco de Augusto descubierto en Mengíbar, nuevo bien de interés cultural de Andalucía
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha inscrito en el catálogo general del patrimonio histórico con la consideración de bien de interés cultural el arco de Augusto, descubierto en 2018 en el término del municipio jiennense de Mengíbar. La importancia de este monumento estriba en que oficiaba de frontera entre las provincias romanas de la Tarraconense y la Bética hace más de 20 siglos, cuando Augusto regía el imperio.
El basamento del arco de Augusto descubierto hace un año en Mengíbar es, en opinión de la Consejería de Cultura, un marcador territorial de primer orden. En concreto, el punto desde el cual se medían las distancias de la vía en todos los miliarios andaluces. Además, separaba la provincia Bética senatorial de la Tarraconense imperial. Dada su relevancia, el ayuntamiento del municipio ha adquirido los terrenos en el que se ha encontrado.
Este kilómetro cero de la vía Augusta en Andalucía fue descubierto en el marco del proyecto desarrollado en esa zona por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén. El hallazgo ha permitido a los investigadores conocer la disposición y morfología de la cimentación, así como los restos conservados de elementos que formaban y decoraban el alzado de la estructura.
Los vestigios descubiertos, unido a su posición con respecto al camino, ha permitido a los arqueólogos calificar los restos del monumento como la huella material conservada de un gran arco que tenía 14,80 metros de longitud, casi 5 de anchura y un único vano central de 5,15 metros por donde discurría la vía Augusta.
La Junta ha resaltado el valor del arco como legado. De ahí que lo haya protegido legalmente para que se custodie como reserva arqueológica. Asimismo, la Consejería ha destacado su importancia como documento histórico, por cuanto aporta información sobre el momento de la historia en el que Augusto decide unir Cástulo y sus minas a la provincia imperial Tarraconense y sitúa el límite de la Bética en el Guadalquivir.
La Consejería ha destacado, asimismo, su valor educativo, derivado de la difusión pública de los resultados de las excavaciones. Y también su potencial como reclamo turístico, lo que le convierte en generador de riqueza, según el delegado de Cultura y Patrimonio, Jesús Estrella, quien ha destacado la «respuesta inmediata» de la Consejería al inscribir el hallazgo.