jueves, 31 de mayo de 2018
El País:El segundo crucificado de la historia
Por motivos sobre los que no es necesario extenderse mucho, sobre todo en los países de ámbito cristiano, la crucifixión es un tormento que aplicaban los antiguos romanos universalmente conocido. Sin embargo, las evidencias arqueológicas de esta dolorosa forma de ejecutar a un condenado son casi inexistentes. Hasta ahora solo se había descubierto un caso, un hombre llamado Yehohanan, que murió de esta forma atroz en el siglo I en Jerusalén, más o menos en la época de Jesús. Su cuerpo fue descubierto en 1968. Sin embargo, en Italia se ha identificado ahora un segundo esqueleto con muestras de haber sido crucificado.
Un artículo publicado recientemente por la revista Archaeological and Anthropological Sciences narra la historia del segundo crucificado que ha llegado hasta nosotros: se trata del cuerpo de un hombre de unos 30 años, que fue encontrado por casualidad durante unas excavaciones preventivas antes de la construcción de un gasoducto en Gavello, una localidad del norte de Italia, situada cerca del Delta del Po. Durante una década, estos restos han sido analizados por un equipo científico multidisciplinar.
A diferencia del cadáver descubierto en Jerusalén, en este caso no existe ningún dato sobre la identidad del desdichado. Solo que se trata de un cuerpo descubierto en una necrópolis romana en la llamada tumba número 7. "No había ningún otro material ni ningún objeto en la tumba que permitiese una identificación más precisa. Solo se encontró el esqueleto", explican por correo electrónico Ursula Thun y Emanuela Gualdi-Russo, dos profesoras de la Universidad de Ferrara (Italia) que participaron en la investigación y que firman el artículo junto a otros tres autores. Thun es profesora del departamento de Humanidades, experta en prehistoria y antropología, mientras que Gualdi-Russo pertenece al departamento de especialidades biomédicas y quirúrgicas.
Los exámenes llevados a cabo en el cuerpo mostraron una herida en el talón derecho compatible con una crucifixión. Se trata de una lesión circular y transversal. "Como escribimos en el artículo, puede ser el segundo caso investigado que demuestra el uso de clavos en una crucifixión. Se trataba de un castigo muy complejo y no siempre se utilizaban los clavos", explican las profesoras Thun y Gualdi-Russo. "En numerosos casos los condenados eran atados a la cruz utilizando sogas en vez de clavos, pero de esto no hay evidencias arqueológicas", agregan.
Solo la movilización de un equipo multidisciplinar de dos universidades, las de Ferrara y Florencia, ha permitido llegar a esta conclusión porque era necesario mezclar los conocimientos históricos sobre la forma en que los romanos aplicaban este suplicio con los estudios antropológicos, para determinar qué puede causar ciertas lesiones en un hueso, en esta ocasión un clavo. En el caso del cuerpo descubierto en Jerusalén en 1968 todo fue mucho más claro porque entonces apareció no solo el clavo fundido después de 20 siglos con el hueso del talón, sino también pequeños restos de la madera de olivo con la que fue construida la cruz.
Rebelión de Espartaco
Aunque se han barajado muchas hipótesis, entre otras que se pensaba que los clavos de un crucificado tenían propiedades curativas y, por lo tanto, eran muy codiciados, sigue siendo un misterio el motivo por el que se han descubierto tan pocos cadáveres de víctimas de esta condena a muerte, tan común sin embargo en la antigua Roma. Como escribió en un artículo en la revista de Biblical Archeology Society Vassilios Tzaferis, el arqueólogo que descubrió el cuerpo de Yehohanan: "Si nos basamos en fuentes literarias antiguas, sabemos que decenas de miles de personas fueron crucificadas durante el Imperio romano. Sólo en Palestina, fueron miles. Sin embargo, hasta 1968 ni una sola víctima de esta horrible forma ejecución ha sido recuperada por la arqueología".
La crucifixión no era un castigo romano: fue ampliamente practicada por asirios, fenicios y persas durante el primer milenio antes de Cristo. "Al final del primer siglo antes de Cristo, Roma adoptó la crucifixión como pena oficial para ciudadanos no romanos para algunas transgresiones. Al principio no era una forma de ejecución, sino un castigo", escribe Tzaferis en el mismo artículo. Recuerda que Flavio Josefo habla de 800 víctimas crucificadas en un solo día durante la revuelta judía del año 7 de nuestra era y apunta que, en 71AC, 6.000 supervivientes de la rebelión de esclavos de Espartaco fueron sometidos al tormento de la cruz. Por no hablar, claro, de la muerte de Jesucristo. Sin embargo, la arqueología, hasta 1968 y 2018, había guardado un silencio sepulcral.
miércoles, 30 de mayo de 2018
ABC:Descubren en Pompeya el esqueleto de un hombre que murió decapitado mientras huía de la lava
Pompeya no deja de sorprender. Hoy se ha hecho público un descubrimiento excepcional: en las nuevas excavaciones ha aparecido el que por ahora se considera el último fugitivo de la antigua ciudad romana. Tuvo un final horrible: fue embestido por la furia del Vesubio, que le lanzó una roca de unos 300 kilos, aplastando su tórax y con toda probabilidad decapitándolo.
La víctima era un hombre de unos 35 años, con una pierna enferma, que quizás por su discapacidad se retrasó en la fuga. Murió mirando el Vesubio en su intento desesperado por huir de la furia destructiva del volcán. «Es un descubrimiento dramático y excepcional», ha dicho el arqueólogo Massimo Osanna, director del parque arqueológico de Pompeya.
Tras las primeras observaciones, se percibe que la víctima, que sobrevivió a las primeras fases de la erupción del Vesubio, huyó en busca de su salvación por un callejón invadido ya de cenizas y piedras volcánicas. Aquí fue embestido por la densa nube piroclástica que lo arrojó violentamente hacia atrás. El bloque de piedra que lo aplastó será removido en breve.
Los primeros análisis antropológicos indican que el hombre tenía más de 30 años. La presencia de lesiones en la tibia señalan una infección ósea, que podría haber sido la causa de su dificultad para andar, hasta el punto de impedirle escapar tras las primeras señales dramáticas que procedían de la erupción del Vesubio. Esa infección debía procurarle dolor, y cuando se convenció de que escapar era la única opción, ya era demasiado tarde. Intentó el todo por el todo, pero fue en vano.
El director Massimo Osanna explica así la importancia de la recuperación de este esqueleto: «Más allá del impacto emotivo de este descubrimiento, nos da la posibilidad de compararlo con otros, confrontar las patologías y los estilos de vida, así como las dinámicas de fuga de la erupción. Además, estas investigaciones, realizadas con instrumentos y una profesionalidad cada vez más específicas y presentes en las excavaciones, contribuyen a darnos cuenta, de una forma cada día más precisa, sobre la historia y la civilización de una época, lo que es la base de la investigación arqueológica». Se añade así una nueva pieza a la fascinante historia de Pompeya.
Los restos óseos han sido hallados en la llamada área del Regio V, en la esquina entre el callejón de los Balcones, recientemente descubierto, y el callejón de Bodas de Plata, una zona en la que los arqueólogos trabajan en estos momentos.
En las últimas excavaciones han salido a la luz tres edificios con grandes balcones, ánforas de vino y mosaicos, así como los esqueletos de una caballo engalanado y de un niño que trató de esconderse del fuego y la ceniza y que pueden dar más elementos de la vida en esta ciudad que quedó completamente arrasada.
martes, 29 de mayo de 2018
National Geographic:Una nueva maravilla sale a la luz en Pompeya: la Domus de los Delfines
Las actuales excavaciones arqueológicas en la Región V, en la zona norte del Parque Arqueológico de Pompeya, las más importantes en una zona inexplorada de la ciudad antigua desde la posguerra, han sacado a la luz una nueva maravilla: la Domus de los Delfines, una elegante residencia pompeyana con sus frescos de vivos colores, que resistieron a la violenta erupción del Vesubio en el verano del 79 d.C. El hallazgo se ha producido unos días después del descubrimiento del callejón de los balcones.
El nuevo hallazgo, anunciado hace unos días por el Parque Arqueológico de Pompeya, ha sido realizado frente a la suntuosa Casa de las Bodas de Plata, que fue excavada en 1893. La nueva Domus de los Delfines, que también perteneció a un habitante acomodado de Pompeya, ha sido denominada así por los delfines que aparecen representados en sus frescos de gran colorido y calidad artística, que también incluyen las siguientes figuras: un pavo real, un loro, una perdiz, corzos y animales fantásticos. También se ha conservado el intenso rojo pompeyano.
lunes, 28 de mayo de 2018
ABC:Encuentran huellas del Imperio Romano en el hielo de Groenlandia
Hoy sabemos que los efectos de la actividad humana son globales. El plástico se extiende como una plaga por los océanos del planeta y hace años que se detectaron peligrosos contaminantes, como insecticidas (DDT) y otros compuestos (PCBs) acumulados en lugares alejados y aparentemente vírgenes, como los hielos de Groenlandia.
Recientemente, un equipo internacional de investigadores ha publicado un artículo en « Proceedings of the national Academy of Sciences » (PNAS) donde ha constatado que este no es un fenómeno reciente. Los científicos han encontrado trazas de plomo que fueron extraídas entre los años 1.100 a.C. y 800 d.C., por ejemplo en minas de la Antigua Grecia y del Imperio Romano , en testigos de hielo de Groenlandia. Las mediciones les han permiten asociar sucesos históricos con la actividad económica y minera de cada momento.
«Hemos descubierto que la polución de plomo en Groenlandia permite reconstruir muy de cerca epidemias, guerras, momentos de inestabilidad social y expansiones imperiales durante la antigüedad en Europa», ha explicado en un comunicado Joe McConnell, el director del estudio e investigador en el Instituto de Investigación del Desierto (EE.UU.).
Las minas y la fundición de minerales fueron una parte clave del desarrollo económico de las antiguas civilizaciones en Europa. Dichos trabajos liberaron a la atmósfera cantidades notables de residuos que primero quedaron suspendidos y que luego fueron transportados por los vientos hasta lejanas regiones. Una parte de estos restos cayó con la nieve en Groenlandia, a miles de kilómetros de distancia del continente, y fue quedando enterrada en el hielo.
La huella de la riqueza y del poder
La concentración de estas trazas de plomo en cada momento histórico, asociada con una profundidad concreta en los testigos de hielo, es una vía para reconstruir ya no solo la actividad minera del pasado, sino también el esplendor económico, en general.
«Muchas de las emisiones de ese periodo fueron resultado de la minería y de la fundición de minerales de plomo y plata, así que estas emisiones pueden verse como un indicativo de la actividad económica global», ha dicho McConell.
La causa de esta relación tan directa entre plomo y plata está en que el lucrativo metal se extraía de la fundición en hornos de plomo argentífero, en el que ambos elementos estaban mezclados, a través de un proceso conocido como copelación .
No es la primera vez que los científicos encuentran esta huellas del plomo en el hielo. Pero en esta ocasión, los investigadores han pasado de las 18 mediciones que se hicieron en una primera ocasión, en los años 90, a un estudio elaborado con 21.000 mediciones de los niveles de plomo y de otros compuestos químicos.
Guerras y epidemias, grabadas en el hielo
Gracias a la detallada cronología grabada en el hielo, los investigadores han podido vincular la polución con aquellos eventos históricos relevantes, como guerras o epidemias, que tuvieron repercusión sobre la actividad minera. Al igual que hoy las crisis económicas provocan caídas en las emisiones de CO2, en la antigüedad era la minería la que se resentía.
Los resultados han mostrado que las emisiones de plomo comenzaron en el 900 antes de Cristo, en el momento en que los fenicios expandieron sus rutas comerciales y fundaron factorías por el Mediterráneo occidental. La polución aumentó cuando los cartagineses y los romanos comenzaron a extraer mayores cantidades de plata en la Península Ibérica, y alcanzaron un máximo con la fundación del Imperio Romano.
Por ejemplo, en Cartago Nova fueron claves los yacimientos de plomo argentífero en los que trabajaban 40.000 obreros, en una extensión de varios kilómetros cuadrados. El geógrafo griego Estrabón en su obra «Geografía» describe –gracias al testimonio de Polibio– cómo se extraía este plomo y el enorme rendimiento, 25.000 dracmas, que generaba cada día en beneficios. Eso sí, las condiciones en las que trabajaban los mineros eran penosas y sus turnos maratonianos.
Y no solo de plata y plomo vivían los romanos. Por ejemplo, en el noroeste de la Hispania F.J Sánchez Palencia calcula que los romanos obtuvieron 230.000 kilogramos de oro desde el siglo I hasta el III d.C. solo en esta región.
El auge de Roma, y de la polución de plomo
Las mediciones de los niveles de plomo en el hielo son tan precisas que les han permitido a los autores afirmar que el mayor momento de producción de plomo coincidió con el esplendor del Imperio Romano, durante los siglos I y II después de Cristo, en un momento de gran prosperidad económica conocido como Pax Romana. Por entonces, los niveles de plomo producidos eran cuatro veces superiores a los alcanzados durante las últimas décadas de la República, lo que sugiere, tal como ha explicado Andrew Wilson, coautor de la investigación, que había: «Un notable crecimiento económico durante el mandato imperial».
De la misma forma, las emisiones de plomo alcanzaron un mínimo histórico durante los últimos 80 años de Roma, coincidiendo con la llamada «crisis de la República».
Además, los análisis han mostrado que las emisiones de plomo subieron y bajaron en consonancia con guerras y situaciones de inestabilidad política, particularmente durante la República. Además, cayeron en picado probablemente con motivo de dos grandes epidemias ocurridas en el siglo II y III d.C.. Se trata, en concreto, de las epidemias de Antonino (viruela) y Cipriano (viruela, filovirus o quizás gripe).
«La gran plaga de Antonino golpeó al Imperio Romano en el año 165 d.C. y duró 15 años», ha dicho Wilson. «Los altos niveles de emisiones de plomo alcanzados con la Pax Romana acabaron justo en ese momento, y no se recuperaron hasta los comienzos de la Edad Media, unos 500 años más tarde».
Además de las epidemias y de la decadencia política y económica, ocurrió un proceso de decadencia de las minas. De hecho, a partir del siglo III los principales yacimientos romanos fueron agotándose .
Esta investigación ha sido realizada por arqueólogos, economistas históricos, científicos atmosféricos y expertos en testigos de hielo. Entre todos ellos hay personal de la Universidad de Oxford (Reino Unido), el Instituto de Investigación del Desierto (EE.UU.), la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y del Instituto Noruego para Investigación del Aire.
domingo, 27 de mayo de 2018
National Geographic:Descubierta una cabeza marmórea en Ostia Antica
Una espléndida cabeza marmórea, que podría formar parte de una escultura que representaba a la diosa Afrodita en el baño, apareció el pasado 4 de mayo durante unos trabajos de mantenimiento en el sitio arqueológico de Ostia Antica, que fue el puerto comercial de la Antigua Roma, al suroeste de la capital italiana y en la costa del mar Tirreno. La tierra en el cabello aún no permite distinguir los detalles, pero la cabeza de mármol "parece tener el peinado de una Venus de Doidalsas o podría ser una musa", han afirmado de manera provisional las arqueólogas Mariarosaria Barbera y Cinzia Morelli.
La Afrodita (o Venus) de Doidalsas de Bitinia, un escultor griego del siglo III a.C., representa a la diosa sorprendida en el baño, con sus mechones de cabello recogidos en la parte superior de la cabeza y con un pequeño moño sobre la nuca. La cabeza marmórea descubierta en Ostia Antica podría ser una réplica de época imperial romana del célebre modelo griego, del que se realizaron numerosas copias que hoy se encuentran en museos de todo el mundo. El hallazgo ha sido realizado en unos terrenos de relleno de época posclásica, según informa el Parque Arqueológico de Ostia Antica.
sábado, 26 de mayo de 2018
EL País:El Museo Arqueológico de Sevilla recibe 791 piezas incautadas de expolios
"Las arracadas muestran el uso de una tecnología similar a la que se puede apreciar en el tesoro del Carambolo, como por ejemplo en la forma de laminar el oro, lo que denota la importancia de la orfebrería del Bajo Guadalquivir en época fenicia", destaca la directora del Museo Arqueológico de Sevilla, Ana Navarro, sobre una pareja de pendientes que conforman parte de las 791 piezas que la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional ha entregado a la institución. Son los objetos procedentes en su mayoría de yacimientos de Andalucía, Extremadura y Burgos incautados en una operación en la que han sido detenidos un coleccionista en Madrid que poseía piezas saqueadas desde hace más de 20 años y tres intermediarios en Alcolea del Río (Sevilla).
Ahora queda un ingente trabajo para la institución. Las piezas abarcan una horquilla de 3.500 años de historia, desde el periodo calcolítico hasta la época romana. De confirmarse su autenticidad, unas peinetas de marfil de púas anchas y motivos de animales, junto a otro objeto y un ídolo antropomorfo podrían ser ejemplares del calcolítico "muy singulares y desconocidos", avanza Navarro, que detalla las próximas fases de trabajo. "Todas las piezas han sido rescatadas de forma nada científica, por lo que se hará un trabajo el doble de riguroso para darle su valor histórico. Por un lado se estudiará la pieza, y por otro habrá que hacer una labor casi policial, pero en el pasado, para ver su procedencia, establecer los paralelos...", detalla la directora, que prevé situar cada objeto en el lugar cronológico que le corresponda dentro del museo.
El botín se completa además, entre centenares de objetos, con cerámicas argáricas del 2.000 años antes de nuestra era, una colección de puntas de flecha, un conjunto de broches visigodos de una necrópolis, bronces y una urna de vídrio de época romana, una hydra griega, terracotas o una diosa de bronce con un león en su regazo del ámbito cripriota, además de una moneda de oro del emperador Adriano y un ajuar femenino romano. "El ajuar es fantástico, va acompañado con una redecilla de oro para el pelo que es espectacular", valora Navarro. "Son piezas arqueológicas de gran valor patrimonial y científico que la policía ha incautado en una operación que ha durado casi un año y que sigue abierta", ha apuntado este jueves el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, durante el evento de entrega del acta este jueves en Sevilla por la que se traspasa el material a la Consejería de Cultura de Andalucía para su documentación y puesta en valor.
"Cuando se produce un expolio se genera a la ciudadanía un doble perjuicio: en primer lugar, porque nos arrebatan un patrimonio que es de todos; y en segundo lugar, porque al sacar este patrimonio de su lugar de origen, se descontextualiza la posible investigación y el conocimiento científico que puedan aportar estas piezas a su entorno habitual”, ha declarado el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, que ha hecho saber de forma pública a Zoido "las necesidades" de infraestructuras que atraviesa el Museo Arqueológico de Sevilla. Zoido por su lado se ha comprometido a que la redacción del proyecto de reforma y rehabilitación del edificio comience en 2019. "Un equipo de técnicos del ministerio y de la consejería trabajan en colaboración absoluta, que es el camino que nos debe conducir a que sea la mejora sea una realidad".
viernes, 25 de mayo de 2018
National Geographic:Descubierto el Jano Augusto, la puerta de entrada a la provincia romana de la Bética
El Jano Augusto (Ianus Augustus), la puerta de entrada a al provincia romana de la Bética, ha sido localizado en Mengíbar, un municipio de unos 10.000 habitantes situado en la provincia de Jaén (Andalucía), por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, según informó el martes la Universidad de Jaén (UJA). El célebre Jano Augusto fue emplazado en la Vía Augusta, la calzada romana más larga de Hispania, con un trazado de unos 1.500 kilómetros de longitud entre los Pirineos y Cádiz. El Jano Augusto marcaba el inicio de la provincia Bética y, tal y como revelan los miliarios (columnas cilíndricas que se colocaban al borde de las calzadas romanas para indicar las distancias), era el punto de partida para contar las millas de la Vía Augusta en todo el territorio bético. La situación aproximada de este elemento constructivo asociado a la Vía Augusta había generado un debate historiográfico relevante.
El arco que había en el Jano Augusto "monumentalizaba una frontera y establecía un punto cero, resaltando la importancia que el Alto Guadalquivir tenía para Roma en ese momento", ha destacado Juan Pedro Bellón, el responsable del proyecto. Los investigadores localizaron en primer lugar los cimientos de uno de los pilares del arco, al lado del denominado Camino de los Romanos, en el municipio de Mengíbar. Las excavaciones corroboraron después la existencia de los cimientos y la vía. "Obviamente, el arco no se conserva entero y tenemos la hipótesis de que pudo ser utilizado como base en la construcción de la Torre de Mengíbar", ha comentado Bellón. "El material está muy fragmentado pero seremos capaces de conocer aproximadamente cómo era la estructura: el estilo, el orden, las proporciones y los módulos. En cuanto a su volumetría, calculamos que tuvo entre 6 y 7 metros de altura".
Manuel Molinos, el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, ha asegurado que se trata de un elemento "importantísimo", que se buscaba desde hace muchos años, "que va a servir para fijar muchos conceptos del Imperio romano y que está llamado a ser uno de los descubrimientos más importantes de las últimas décadas, en relación con el final del mundo íbero y comienzo de la presencia romana". Juan Bravo, el alcalde de Mengíbar, ha destacado el trabajo "minucioso" y los resultados que este proyecto está reportando al municipio, "resultados apasionantes y beneficiosos para la localidad que van a poner a Mengíbar en el mapa, en el lugar que se merece tanto desde el punto de vista arqueológico como histórico
jueves, 24 de mayo de 2018
ABC:Descubren un edificio de la época grecorromana en Egipto
Un grupo de arqueólogos egipcios ha descubierto restos de un gran edificio de ladrillo rojo del periodo grecorromano en el norte de El Cairo. Tal y como informó el Ministerio de Antigüedades de Egipto, el hallazgo se ha producido en el sitio arqueológico de Sa El-Hagar, en la provincia de Gharbia.
Según ha apuntado el investigador Ayman Ashmawy, del departamento de Antigüedades Egipcias, probablemente los restos pertenezcan a unos baños públicos.
Además, los arqueólogos han encontrado una moneda de oro con la cara del rey Ptolomeo III, que gobernó Egipto en el siglo III a.C. Según ha confirmado el ministerio, la moneda habría sido acuñada después de su reinado por orden de su hijo Ptolomeo IV.
No ha sido el único hallazgo. También han descubierto otros objetos como vasijas de cerámica, esculturas de terracota o herramientas de bronce.
miércoles, 23 de mayo de 2018
Localizado en Mengíbar el Arco Jano que marca la entrada a la Bética romana
Investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Íbera de la Universidad de Jaén ha localizado en el municipio jiennense de Mengíbar el Arco Jano Augusto (Ianus Augustus), la puerta de entrada a la nueva provincia romana de la Bética sobre la principal vía de comunicación de toda Hispania, la Vía Augusta.
Ausente en las referencias de los principales documentos históricos que describen el trazado de la Vía Augusta, los testimonios epigráficos, en concreto los miliarios de la provincia Bética, hacen continua alusión al Ianus Augustus como punto de inicio de la vía en la provincia, desde donde se comenzaba a medir las distancias en 'milia pasum'.
Se trata de un elemento constructivo tangible, asociado a la Vía Augusta, que ha generado un relevante debate historiográfico sobre su situación aproximada. "Su localización disipará muchas incógnitas sobre el pasado romano de Andalucía y ayudará, como punto de referencia, a resolver aspectos más o menos oscuros de la geografía antigua, entre otros campos", ha asegurado en la presentación de este hallazgo la vicerrectora de Promoción de la Cultura y Deportes, María Dolores Rincón.
En la presentación de este hallazgo también han participado la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Pilar Salazar, el alcalde de Mengíbar, Juan Bravo, el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, Manuel Molinos y el investigador responsable del proyecto, Juan Pedro Bellón.
Bellón ha explicado que el arco "monumentaliza una frontera, un camino, establece un punto cero y resalta la importancia que el Alto Guadalquivir tenía para Roma en ese momento, al igual que otras zonas como Iliturgi y Cástulo".
En este sentido, la creación de esta nueva provincia Bética estaría asociada a la idea de dotarla de unos límites propios y también una concepción propia del espacio provincial. Por ello, la principal vía de articulación de toda Hispania, la Vía Augusta, fue el lugar idóneo para emplazar el célebre Ianus Augustus, situado en el inicio de la provincia Bética, tal y como revelan los miliarios (ab arcu unde incipit Baetica), era el punto de arranque para contar las millas de la vía Augusta en todo el territorio bético.
Se trata del único 'caput viae', es decir, final de camino, que es citado en la documentación epigráfica viaria, relacionado estrechamente con la propaganda que Augusto quiso hacer, no sólo en este punto concreto, sino a nivel provincial.
TRABAJOS DE EXCAVACIÓN
Los investigadores localizaron en primer lugar los cimientos de uno de los pilares del arco al lado del denominado Camino de los Romanos, en el municipio jiennense de Mengíbar. Mediante las excavaciones, han podido corroborar que se encuentran los cimientos y la vía.
"Obviamente no se conserva entero y tenemos la hipótesis de que pudo ser utilizado en la construcción, como base, de la Torre de Mengíbar", ha asegurado Juan Pedro Bellón. Durante las excavaciones, los arqueólogos han podido encontrar molduras y otros restos arquitectónicos, que aportan información suficiente como para restituir la estructura del arco.
"Con este material tan fragmentado vamos a ser capaces de conocer aproximadamente cómo era la estructura. Podemos saber el estilo, el orden, las proporciones y los módulos que tenía. En cuanto a su volumetría, calculamos que tendría un alzado de entre seis y siete metros", ha explicado el investigador responsable del proyecto.
A los trabajos de excavación se sumarán ahora otros con georrádar para determinar si junto al arco pudo ubicarse un templo. Además, ya se han iniciado los trámites para solicitar la inclusión del sitio como BIC en el expediente incoado sobre el territorio de Iliturgi.
El director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Íbera de la UJA, Manuel Molinos, ha afirmado que se trata de un elemento "importantísimo" que se buscaba desde hace muchos años, "que va a servir para fijar muchos conceptos del Imperio Romano y está llamado a ser uno de los descubrimientos más importantes de las últimas décadas, en relación con el final del mundo íbero y el comienzo de la presencia romana". Además, ha asegurado que este resultado no es fruto del azar, "sino de una larga trayectoria de investigación enmarcada en el proyecto Iliturgi".
En este sentido, el alcalde de Mengíbar, Juan Bravo, ha destacado el trabajo "minucioso" y los resultados que este proyecto está reportando al municipio, "resultados apasionantes y beneficiosos para la localidad que van a poner en el mapa a Mengíbar en el lugar que se merece tanto desde el punto de vista arqueológico como histórico".
Por su parte, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Pilar Salazar, ha afirmado que con este hallazgo "conseguimos que el municipio de Mengíbar siga siendo objetivo de atención arqueológica y de atracción de todos aquellos que hacen del conocimiento, como la Universidad de Jaén, el inicio de una de las vías de desarrollo y promoción del territorio".
La Vía Augusta se convirtió en el principal eje de comunicación a partir del siglo I después de Cristo en Hispania, siendo la calzada romana más larga de la península, con una longitud aproximada de 1.500 kilómetros. Su trazado discurría desde los Pirineos hasta Cádiz. La Vía Augusta rinde homenaje a su impulsor, el primer emperador, Octavio Augusto, plenamente consciente de la importancia de la red viaria como infraestructura vital para el desarrollo imperial de Roma en Hispania.
martes, 22 de mayo de 2018
ABC:Aparece en Pompeya el callejón de los balcones
Tres edificios con grandes balcones, ánforas de vino y mosaicos, uno de ellos con una figura de Cupido, son los nuevos descubrimientos que los equipos que excavan en Pompeya han sacado a la luz, según ha informado el parque arqueológico italiano en un comunicado.
Los nuevos hallazgos se encuentran en la llamada área del Regio V y suponen «una novedad para esta zona», donde un grupo de 40 personas entre operarios, arquitectos y arqueólogos se encuentra actualmente desarrollando programas de excavación.
Junto a una de las casas se ha encontrado también un jardín con otra construcción próxima. Así lo ha confirmado la arqueóloga de las excavaciones Alberta Martellone, quien ha explicado que ahora los trabajos se centrarán en avanzar en los ambientes adyacentes a esta edificación.
Los balcones van a ser restaurados y formarán parte de «un camino completamente nuevo que conectará la Via di Nola con el callejón de la Nozze d'Argento».
Casi dos milenios después de que la erupción del Vesubio sepultara Pompeya y enterrara a su paso a sus habitantes, la antigua ciudad sigue regalando tesoros que dejan entrever cómo era la vida en el año 79 d. C.
Los expertos aún no han determinado a quién pertenecían las propiedades, pero sí han descubierto que eran residencias de personas con un nivel de ingresos medio-alto, apuntó Martellone.
Pese a que la lava cubrió la urbe, en los balcones se han hallado en perfecto estado de conservación ánforas de vino invertidas, «probablemente puestas al sol para que se secaran», reza la nota oficial.
También se han descubierto varios mosaicos, uno de ellos mantiene un color rojo apenas resquebrajado que permite distinguir pintado una figura alada, «básicamente un Cupido», precisó Martellone.
Motivos animales y florales son otras de las imágenes que se aprecian en las cerámicas descubiertas, en las que se advierte «una coloración que varía del blanco al amarillo» y que incluye también el tono rojo y el ocre, los colores «más característicos de la época pompeyana», afirmó la arqueóloga.
lunes, 21 de mayo de 2018
ABC:Rodin se mide con Fidias
Desembarco artístico francés esta primavera en Londres con dos de sus tesoros nacionales. Primero lo hizo Monet y sus poéticas arquitecturas en la National Gallery –hay lienzos del maestro impresionista que son pura abstracción– y, más tarde, Rodin en el British Museum con una exposición que habría emocionado al propio escultor al ver muchas de sus mejores creaciones cara a cara con los mármoles del Partenón que tanto admiraba, concebidos por Fidias. Dos de los más excelsos escultores de la Historia del Arte miden su enorme talento en la galería Sainsbury, que por vez primera desde que se inauguró en 2014 deja entrar la luz natural. No es fácil aguantar el tipo junto a las piezas que decoraron el Partenón. Rodin lo logra, demostrando con ello el genial escultor que fue.
Pocas veces se ve tanta obra maestra por centímetro cuadrado en una exposición, cuyo elegante montaje está a la altura. El diseño está inspirado en el estudio de Rodin en Meudon, a las afueras de París. Las esculturas se exhiben a la altura de nuestros ojos, como si nos halláramos visitando el taller del artista. En casi todos los casos hay un acceso de 360 grados que permite admirar las piezas desde todos los ángulos. Es una ocasión excepcional poder ver, fuera de sus habituales salas, un buen puñado de joyas del Partenón. Como lo es el generoso préstamo de esculturas del Museo Rodin de París. La ocasión bien lo merecía. Se reúnen, hasta el 29 de julio, con el patrocinio del Bank of America Merrill Lynch, más de ochenta obras en mármol, bronce y yeso, junto a algunos bocetos. La prensa británica se ha rendido al «combate del siglo» entre Fidias y Rodin: «Sorprendente, deslumbrante, sublime» (The Guardian), «Una inspiradora reunión de maestros» (The Times), «Uno de los espectáculos del año» (The Telegraph), «Triunfante» (The Daily Mail), «Extraordinario, impresionante» (The Observer)...
Desembarco artístico francés esta primavera en Londres con dos de sus tesoros nacionales. Primero lo hizo Monet y sus poéticas arquitecturas en la National Gallery –hay lienzos del maestro impresionista que son pura abstracción– y, más tarde, Rodin en el British Museum con una exposición que habría emocionado al propio escultor al ver muchas de sus mejores creaciones cara a cara con los mármoles del Partenón que tanto admiraba, concebidos por Fidias. Dos de los más excelsos escultores de la Historia del Arte miden su enorme talento en la galería Sainsbury, que por vez primera desde que se inauguró en 2014 deja entrar la luz natural. No es fácil aguantar el tipo junto a las piezas que decoraron el Partenón. Rodin lo logra, demostrando con ello el genial escultor que fue.
Pocas veces se ve tanta obra maestra por centímetro cuadrado en una exposición, cuyo elegante montaje está a la altura. El diseño está inspirado en el estudio de Rodin en Meudon, a las afueras de París. Las esculturas se exhiben a la altura de nuestros ojos, como si nos halláramos visitando el taller del artista. En casi todos los casos hay un acceso de 360 grados que permite admirar las piezas desde todos los ángulos. Es una ocasión excepcional poder ver, fuera de sus habituales salas, un buen puñado de joyas del Partenón. Como lo es el generoso préstamo de esculturas del Museo Rodin de París. La ocasión bien lo merecía. Se reúnen, hasta el 29 de julio, con el patrocinio del Bank of America Merrill Lynch, más de ochenta obras en mármol, bronce y yeso, junto a algunos bocetos. La prensa británica se ha rendido al «combate del siglo» entre Fidias y Rodin: «Sorprendente, deslumbrante, sublime» (The Guardian), «Una inspiradora reunión de maestros» (The Times), «Uno de los espectáculos del año» (The Telegraph), «Triunfante» (The Daily Mail), «Extraordinario, impresionante» (The Observer)...
«Antigüedad es mi juventud», decía Rodin, asiduo lector de Ovidio. Nunca viajó a Grecia, pero siempre sintió fascinación por la escultura griega antigua y, en especial, por el Partenón, que consideraba «un monumento eterno». Fue tal la pasión de Rodin por la Antigüedad que coleccionó cerca de 6.000 piezas. En 1900 construyó un museo en Meudon para acogerlas. En 1881 visitó por vez primera Londres y acudió al British Museum. Se hospedaba en el hotel Thackeray, justo enfrente. Al fin podía admirar «in situ» –hasta entonces tuvo que contentarse con hacerlo en libros o postales– las obras que tanto le obsesionaban y cuya belleza le cautivaba. Hizo algunos bocetos en papel de carta del hotel. Pero nunca haría copias de ellas, tan solo le sirvieron como inspiración. «Amo las esculturas de la Antigua Grecia, han sido y siguen siendo mis maestros», decía Rodin. Visitó el museo al menos en quince ocasiones. «En mi tiempo libre frecuento el British Museum», solía decir. Lo hizo hasta poco antes de su muerte.
Mentor artístico y espiritual
Fidias fue un mentor artístico y espiritual para Rodin. Aunque cueste creerlo, 2.320 años separan separan a ambos genios, que fueron los más célebres en sus respectivas épocas. Las esculturas de Fidias (h. 480-90 a.C.-h. 430 a.C) son de una rabiosa modernidad. Las más célebres, las monumentales esculturas de Atenea Virgen del Partenón, y de Zeus en Olimpia, ambas en oro y marfil. Las de Auguste Rodin (1840-1917) semejan reliquias arqueológicas. Y es que, como explica Hartwig Fischer, director del British Museum, Rodin eliminó cabezas y extremidades de sus esculturas, creando un nuevo género artístico moderno. A través de las piezas del Partenón, Rodin descubrió el poder de los fragmentos para transmitir el significado de la obra completa: «Las estatuas dañadas, encontradas en las ruinas, no son menos obras maestras por estar incompletas».
Concibe «El hombre que camina» como una reliquia arqueológica sin cabeza ni brazos, en la que desafía la representación del movimiento. Esta escultura se muestra junto a la figura K de una diosa, también sin cabeza ni brazos, procedente del frontón este del Partenón.
Lord Elgin y el expolio
Lord Elgin, embajador británico en Atenas, se llevó a Inglaterra muchas de las esculturas del Partenón que sobrevivivieron: 75 de los 160 metros del friso, 15 de las 92 metopas, 17 figuras de los frontones y algunas piezas del monumento. Lord Elgin le pidió a Antonio Canova que restaurara y reemplazara las partes perdidas. El artista rehusó, pues, al igual que Rodin, hallaba sinceridad e inspiración en los fragmentos. El Parlamento británico firmó la compra de las obras en 1816 y se exhiben en el British Museum desde 1817. «Desde entonces han inspirado a pensadores, poetas, artistas..., pero a ninguno como Rodin», advierte Hartwig Fischer.
El Estado francés le encargó a Rodin unas puertas para un museo de artes decorativas que iba a inaugurarse en París. El proyecto no llegó a materializarse, pero «Las puertas del infierno», de seis metros de altura, fueron para el artista una fuente de inspiración constante durante toda su vida. Entre esas figuras, sus celebérrimos «El Beso» y «El pensador», que acabaron siendo esculturas independientes. Hay versiones de ambas en la exposición. De «El Beso» (se inspiró en los amantes Paolo y Francesca de «La Divina Comedia»), una versión en yeso de gran tamaño que Rodin mantuvo toda su vida. A su lado, los cuerpos de dos diosas, una reclinada junto a la otra, figuras L y M del frontón este del Partenón. Se cree que pueden ser hermanas o madre e hija. Tanto ellas como «El Beso» están tallados en un solo bloque de piedra: los dos artistas supieron extraer la carne cálida del frío mármol. En las esculturas de Fidias y Rodin hay intimidad, sensualidad y una fuerte carga emocional. En ambos casos, explica Celeste Farge, comisaria de la muestra, «la expresión y la pasión de las figuras se manifiesta a través del cuerpo». Para Ian Jenkins, también comisario, las figuras del Partenón constituyen un estudio erótico sobre la intimidad, a través de los pliegues mojados de sus vestidos. Cree que «El Beso» es «la mejor respuesta artística a las esculturas del Partenón».
Se cree que ni Fidias ni Rodin hicieron con sus manos todos sus trabajos. Este último pudo modelar en arcilla algunas obras que después otros fundían en bronce o esculpían en mármol. Y Fidias pudo diseñar y modelar las obras del Partenón, pero no ejecutarlas. Vamos que Damien Hirst no es original ni siquiera en eso. Rodin quiso que su arte «expresara las emociones desde las alturas del éxtasis hasta las profundidades de la agonía». Éxtasis y agonía que halló en los mármoles del Partenón que tanto amó, pero que también tanto le atormentaron: «Ningún artista podrá superar a Fidias. El más grande de los escultores nunca será igualado».
De Miguel Ángel a la Acrópolis
Son muchas las conexiones entre Fidias y Rodin presentes en la exposición. Para su escultura «La edad de bronce» (1877), Rodin se inspiró tanto en «El esclavo moribundo», creado por Miguel Ángel en 1513 (Museo del Louvre) -viajó a Italia en 1875-76 y allí descubrió al genio florentino-, como en algunas de las figuras del Partenón. Es el caso de un joven que se prepara para el desfile incluido en el friso norte del principal monumento de la Acrópolis. En ambos casos se repite la pose, el gesto, la misma emoción. Auguste Neyt posó para esta escultura de Rodin.
sábado, 19 de mayo de 2018
National Geographic:Descifradas unas tablillas cuneiformes del Imperio asirio halladas en 2017
La colección de más de 90 tablillas de arcilla con escritura cuneiforme del sitio arqueológico de Bassetki, situado en la Región de Kurdistán, en el norte de Irak, un hallazgo que fue anunciado en octubre de 2017, han sido descifradas por Betina Faist, de la Universidad de Heidelberg, revelando la más que probable ubicación de una antigua ciudad real del Imperio asirio: Mardaman, una importante ciudad del norte de Mesopotamia citada en las fuentes antiguas pero cuya situación era desconocida para los investigadores, según informó la semana pasada la Universidad de Tübingen, en Alemania. Mardaman existió entre el 2200 y el 1200 a.C., unas veces fue un reino y otras veces fue la capital de una provincia; fue conquistada y destruida en varias ocasiones.
Las tablillas de arcilla, pequeñas y parcialmente deterioradas, fueron excavadas en el verano de 2017: habían sido depositadas en una vasija de cerámica a modo de archivo. "Puede que fueran escondidas de esta forma poco después de la destrucción del edificio que había alrededor. La información depositada en el interior quizá tenía que ser protegida y preservada para la posteridad", afirma Peter Pfälzner, el director de las excavaciones. Las tablillas, fechadas en el 1250 a.C., en el Imperio medio asirio, revelan la antigua función del sitio arqueológico: la sede administrativa del gobernador de una provincia del imperio hasta ahora desconocida, que se extendía por buena parte del norte de Mesopotamia y Siria en el siglo XIII a.C. Incluso el nombre del gobernador, Assur-nasir, y sus tareas y actividades aparecen descritas en las tablillas. "De repente quedó claro que nuestras excavaciones habían sacado a la luz el palacio de un gobernador asirio", expresa Pfälzner.
La historia de Mardaman se remonta a los primeros tiempos de la civilización mesopotámica; la fuente más antigua se remonta al Imperio acadio, considerado el primer imperio de la historia. La ciudad, según menciona dicha fuente, fue destruida por primera vez alrededor del 2250 a.C. por Naram-Sin, el gobernante acadio más poderoso. La ciudad volvió a ser destruida poco después de comienzos del siglo XVIII a.C., esta vez por los turuqueos. "Los textos cuneiformes y nuestros hallazgos de las excavaciones en Bassetki ahora demuestran que ese no fue el final", afirma Pfälzner. "La ciudad existió de forma continuada y alcanzó una importancia definitiva como la sede del gobernador asirio entre el 1250 y el 1200 a.C.", concluye.
viernes, 18 de mayo de 2018
El País:Los 159 bombazos que destruyeron Pompeya por segunda vez
Entre el polvo que cubre las ruinas de Numancia y los destellos de grandeza desconchada que se adivinan en Pompeya bajo el Vesubio, se ha desatado demasiada fantasía. Pero ahora, con las herramientas digitales, cabe un rigor milimétrico. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF) tenía una cuenta pendiente con las nuevas tecnologías. Tardaron en acoplarse al mundo de internet al ritmo de los demás museos. Pero cuando lo han hecho, han desarrollado programas a la última para volcar sus catálogos y explorar el universo de la edición multimedia.
José María Luzón, académico y delegado del museo de la institución, lidera el proyecto con un equipo a su mando de doctores y estudiantes de arte, arqueólogos e ingenieros expertos en nuevas tecnologías. Hace cuatro años, en la RABASF, empezaron a volcar la colección pintura en red. Continúan con la de dibujo, una de las más importantes del mundo con 15.300 obras que viajan de Velázquez a Picasso. Aparte de eso, se han lanzado a la edición multimedia de proyectos arqueológicos en los que andan involucrados.
Como Pompeya y Numancia. En el primer caso, un equipo de investigación compuesto a medias entre la Universidad Complutense, el Museo Arqueológico de Nápoles y la Academia de Bellas Artes, ha puesto en pie –gracias a la arquitectura simulada pero precisa de las nuevas tecnologías– lo que fue la Casa de Diana Arcaizante.
Han sido 11 años de excavaciones lideradas por Luzón y María del Carmen Alonso, arqueóloga y profesora de la Complutense y la universidad de Salerno, recogidas ahora en esta nueva plataforma. Han desarrollado un libro digital para el que se han utilizado herramientas que van desde drones a presentaciones en 3-D, estratigrafías, georradares y varias bases de datos combinadas. “Es toda una publicación no encuadernada, con su ISBN y registrado en la Biblioteca Nacional de España que desarrolla un lenguaje digital propio”, afirma Luzón.
Las bombas aliadas
A través del mismo, vamos conociendo detalles de la excavación específica llevada a cabo por el equipo italoespañol. El de la casa conocida por este nombre debido a la estatua de Diana hallada en el patio. “Carlos III fue regularmente informado de este descubrimiento, como dan cuenta unas cartas que se encuentran en el archivo de Simancas y cuyos originales incluimos en la publicación”.
El rey seguía atentamente las excavaciones, e incluso daba consejos para la conservación de los hallazgos. Sus años en Nápoles guiaron una intensa curiosidad posterior, ya en el trono, por Pompeya, Herculano y Estabia. Bernardo Tanucci, regente en la zona, le mantenía al tanto. “Fue uno de los grandes proyectos de su vida”, asegura Carmen Alonso. “Su visión museística y el empeño en contarlo minuciosamente”.
El trabajo recoge no sólo los progresos en Pompeya. También los retrocesos. Como el daño que sufrieron las ruinas por los bombardeos aliados de la Operación Avalanche, previos al desembarco en Salerno en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial. “Un bombardeo por el que fueron condecorados los pilotos”, añade Luzón. Rabiosas paradojas de la vida. Los daños ocasionados en el yacimiento quedaron registrados minuciosamente por el arqueólogo Amedeo Maiuri, que hizo un plano detallado de todos los puntos de la ciudad en los que habían caído las bombas.
Fueron 159 en total los impactos que redujeron la ciudad a escombros. Destrozaron buena parte de una reconstrucción previa que había durado dos siglos. La Casa de Diana Arcaizante también los sufrió. Tres bombas cayeron en sus contornos. “Una de ellas en la habitación 10, concretamente sobre una de las piletas que se habían fabricado en la fase final de vida de este edificio, cuando se estaba utilizando para la industria lanaria”, cuenta el estudio, que ha sido presentado ya en Roma, en Pompeya y Madrid.
Numancia al milímetro
El que aborda Numancia ha sido culminado bajo encargo de Acción Cultural Española (AC/E) y se presenta esta mañana en Madrid. Incluye un estudio del experto Alfredo Jimeno y utiliza los mismos avances, pero en este caso, con incidencia especial en la orografía y los terrenos. Es algo para lo que los drones han resultado determinantes. “Así como en Pompeya nos hemos centrado en un aspecto, el trabajo sobre Numancia lo trata en general”, anuncia Luzón.
Han reconstruido el aspecto de las casas mediante cámaras aéreas y fotogrametría. “Con auténtico rigor científico y una precisión milimétrica”, añade Carmen Alonso. “Tanto que mediante los vuelos del dron se ha podido establecer una nueva planimetría de la ciudad en que las curvas de desnivel apenas quedan separadas 15 centímetros una de otra. Eso supondrá todo un avance para nuevos estudios de los arqueólogos numantinos”.
Elvira Marco, directora de AC/E afirma que con este proyecto, la institución que lidera persigue un doble objetivo: "Por un lado, desarrollar una herramienta, el mapa virtual en 3D de Numancia, valiosísima para arqueólogos e investigadores. Y por otro, acercar la historia de Numancia al público general, especialmente a los más jóvenes, a través del uso de un lenguaje que les resulta atractivo y familiar, el de las nuevas tecnologías”. Este libro multimedia, como lo define Marco, "va a permitir, por poner un ejemplo, que un estudiante australiano pueda examinar y manipular virtualmente, incluso mediante el uso de gafas 3D, una vasija numantina que de otra manera no podría estudiar más que en libros, o desplazándose en persona al museo Numantino”. La Historia de un remoto pasado con vistas al futuro.
jueves, 17 de mayo de 2018
El Museo Romano de Mérida analiza la relación entre patrimonio y realidad virtual
El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida se suma este jueves a la celebración del Día Internacional de los Museos con un taller sobre patrimonio y realidad virtual en colaboración con la Universidad de Extremadura.
El objetivo es mostrar la aplicabilidad de la visión por computador 3D para el estudio, la investigación y la accesibilidad del patrimonio arqueológico. La efeméride, que se celebra bajo el lema "Museos hiperconectados: Enfoques nuevos, públicos nuevos" incluye actividades gratuitas variadas y los tradicionales horarios ampliados.
Será una actividad interactiva que incluirá el manejo de gafas de realidad virtual y escáneres láser, entre otros dispositivos tecnológicos.
Nueva exposición
También se inaugura una nueva exposición temporal en la Sala IX de la segunda planta, "Animalia Inter Emeritenses", en la que se muestra la imagen y la realidad de los animales en la Antigüedad desde el prisma específico del yacimiento de Augusta Emerita.
Se dividirá en cuatro partes: la primera, en torno a la imagen simbólica y mítica de los animales, la segunda, sobre las especies conocidas y su figuración; la tercera, en relación a los usos que el hombre hacía de los animales; y la cuarta, sobre los testimonios directos de los animales transmitidos a través de la arqueología, en forma de restos físicos o huellas.
miércoles, 16 de mayo de 2018
National Geographic:El aceite, artículo multiusos de los romanos
"Hay dos líquidos que son especialmente agradables para el cuerpo humano: el vino por dentro y el aceite por fuera. Ambos son los productos más excelentes de los árboles, pero el aceite es una necesidad absoluta, y no ha errado el hombre en dedicar sus esfuerzos a obtenerlo". No erraba Plinio el Viejo al expresarse de este modo en su Historia natural: el aceite de oliva fue un producto indispensable para la vida diaria de los antiguos romanos, que no sólo lo usaban como ingrediente en la cocina, sino también como combustible para la iluminación y como un higiénico ungüento en las termas. No es extraño que en torno a él se desarrollara toda una industria de producción, comercialización y transporte.
La elaboración de aceite en la antigua Roma vino de la mano de fenicios y griegos, aunque fueron los romanos quienes lo produjeron a gran escala y lo convirtieron en algo consumido habitualmente por todas las clases sociales. El aceite se obtenía en las villas, explotaciones agrícolas de carácter rural que también solían cultivar cereal y elaborar vino.
Producción y categorías
Tras su recolección, la aceituna se almacenaba en el tabulatum, una estancia con un suelo impermeabilizado y ligeramente inclinado sobre el que se depositaba la aceituna para que soltara el alpechín. Este líquido oscuro y maloliente, según nos narra el mismo Plinio, podía ser empleado como insecticida, herbicida y fungicida.
Tras este paso, se procedía a la molienda. Los distintos mecanismos que se empleaban molían las aceitunas sin romper el hueso, puesto que se consideraba que éste daba mal sabor al aceite. El sistema de molienda más común era el trapetum. Este gran molino se componía de una zona fija denominada mortarium y de dos piedras semiesféricas llamadas orbis, que dos hombres hacían girar sobre el mortarium empujando un eje horizontal. Así se obtenía una pasta de aceitunas que se sometía al prensado en una habitación conocida como torcularium. En este espacio se encontraba la prensa (llamada también, por extensión, torcularium), un complejo mecanismo capaz de someter la pasta a una gran presión. El aceite así obtenido se decantaba en grandes vasijas globulares de cerámica llamadas dolia, que solían estar semienterradas, y luego se almacenaba en ánforas en la llamada cella olearia.
Según su calidad, el aceite se dividía en tres tipos. El oleum omphacium, el de mejor calidad, se extraía de las aceitunas aún verdes y se elaboraba en septiembre. Se destinaba principalmente a las ofrendas religiosas y la fabricación de perfumes que, siglos antes de la incorporación del alcohol, utilizaban el aceite como base. En palabras de Plinio, "el mejor [aceite] de todos lo da la aceituna verde y que aún no ha empezado a madurar; éste es de un sabor excelente. Cuanto más madura es la aceituna tanto más grasiento y menos agradable es el jugo". El oleum viride se elaboraba en diciembre, con aceitunas que variaban entre el verde y el negro. Era un aceite más suave y afrutado. Por último, el oleum acerbum se fabricaba con las aceitunas que habían caído al suelo y por este motivo era de inferior calidad.
La categoría intermedia, es decir, el oleum viride, que era el más empleado en gastronomía, podía dividirse a su vez en tres variedades según su calidad: el oleum flos era el aceite virgen obtenido con la primera presión, que podríamos equiparar a nuestro aceite virgen extra; el oleum sequens era un aceite de calidad inferior, ya que se obtenía con una segunda presión, más intensa, y por último, el oleum cibarium, el más ordinario de los tres, provenía de las siguientes prensadas.
Aceite en todos los platos
Como ocurre hoy en día en la denominada "dieta mediterránea", el aceite era un elemento fundamental de la alimentación romana. Apicio, en su célebre recetario De re coquinaria, nombra el aceite en más de trescientas recetas. Podía usarse tanto para aliñar como para condimentar, cocinar y freír. Además era un ingrediente básico en la preparación de salsas; aunque éstas variaban según el tipo de alimento al que acompañaban, todas tenían en común el aceite. Por ejemplo, para la carne hervida Apicio recomienda una salsa blanca compuesta de "pimienta, garum, vino, ruda, cebolla, piñones, vino aromático, un poco de pan macerado para espesar y aceite". Además, antes de servir un plato en la mesa, fuera a base de pescado, carnes, verduras o legumbres, era frecuente rociarlo con unas gotas de aceite. Éste tenía igualmente cabida en la repostería. Apicio nos da la fórmula de un "plato que puede usarse como dulce": "Tostar piñones, nueces peladas; mezclar con miel, pimienta, garum, leche, huevos, un poco de vino puro y aceite".
Un indicativo de la importancia del aceite en la dieta romana es que Julio César lo incorporó a la annona, abastecimiento gratuito de grano que se entregaba al ejército para su manutención. A partir de entonces, la demanda de aceite se incrementó en gran manera. La presencia de este producto entre los soldados acantonados en la frontera norte del Imperio indica que los pueblos del centro y norte de Europa lo fueron incorporando a su dieta.
Ungüentos y perfumes
El aceite tenía otras utilidades fundamentales en la vida cotidiana de los romanos. Por un lado, se empleaba como combustible para la iluminación. Los romanos utilizaban lucernas fabricadas a molde y huecas que se llenaban con el aceite de oliva de peor calidad. Éste empapaba una mecha de fibras vegetales, como lino hilado o papiro, que de este modo podía mantenerse largo tiempo encendida.
El aceite se utilizaba también como ungüento; de ahí justamente la frase de Plinio "el vino por dentro y el aceite por fuera". Los que practicaban ejercicio físico en las termas se ungían el cuerpo con aceite antes de entrenarse en la palestra o gimansio. De esta forma protegían su piel del sol y la hidrataban. Tras el entrenamiento se limpiaban el cuerpo con un estrígilo, una herramienta curvada de bronce que les permitía quitarse la capa de aceite, polvo y sudor acumulada. Aunque cueste creerlo, esta mezcla era muy cotizada y los directores de los gimnasios la vendían para usos medicinales. Como explicaba Plinio, "es conocido que los magistrados que estaban a su cargo [de la palestra] llegaron a vender las raspaduras del aceite a ochenta mil sestercios". El equipo del deportista incluía, por tanto, uno o varios estrígilos y un pequeño frasco, también de bronce o vidrio, donde guardar el aceite.
No sólo los deportistas lo utilizaban; el aceite también se aplicaba como un hidratante corporal y como ungüento para curar heridas. En medicina podía usarse solo o como excipiente, y se prescribía para tratar úlceras, calmar los cólicos o bajar la fiebre. Los unguenta, modalidad de aceite perfumado asociado con la cosmética y la perfumería, se extendieron entre la sociedad romana a partir del siglo II a.C. No sólo tenían como base el aceite de oliva, sino que también podían emplear otras modalidades como el aceite de almendra, de laurel, de nueces o de rosas. A los difuntos también se los ungía con estos aceites perfumados, de ahí que los pequeños ungüentarios de vidrio fueran un objeto habitual en los ajuares funerarios.
martes, 15 de mayo de 2018
ABC:Descubierto un templo egipcio en el oasis de Siwa
Un equipo arqueológico egipcio ha hallado en el oasis de Siwa un templo facturado durante el gobierno del romano Antonino Pío, sucesor de Adriano y emperador entre el 138 y el 161 d.C; según informa National Geographic. El recinto religioso tiene una planta rectangular de caliza de 40 metros de largo y 8,5 metros de ancho. Su interior está dividido en dos pequeñas habitaciones que flanquean la entrada, la cual se encuentra en el lado norte y permite acceder a un espacio de 25 metros de largo y a una sala que conduce al interior santuario. El templo, ademá, está rodeado por un muro exterior de 71 metros de largo y 56 de ancho.
El Ministerio de Antigüedades de Egipto explicó ayer que la pieza más importante hallada en su interior hasta el momento es un bloque de caliza, fragmentado en tres partes, con inscripciones en griego antiguo y con una repisa en la parte superior en la que aparece un disco solar rodeado por cobras.
Esta inscripción, que probablemente estaba situada sobre la entrada del templo a modo de dintel, recoge el nombre del emperador Antonino Pío, cuyo largo reinado transcurrió de forma pacífica, tanto es así que apenas salió de la Península Itlálica. El bloque ha sido trasladado al almacén del Museo de Siwa, donde se realizarán los pertinentes trabajos de conservación.
El Ministerio de Antigüedades de Egipto explicó ayer que la pieza más importante hallada en su interior hasta el momento es un bloque de caliza, fragmentado en tres partes, con inscripciones en griego antiguo y con una repisa en la parte superior en la que aparece un disco solar rodeado por cobras.
Esta inscripción, que probablemente estaba situada sobre la entrada del templo a modo de dintel, recoge el nombre del emperador Antonino Pío, cuyo largo reinado transcurrió de forma pacífica, tanto es así que apenas salió de la Península Itlálica. El bloque ha sido trasladado al almacén del Museo de Siwa, donde se realizarán los pertinentes trabajos de conservación.
lunes, 14 de mayo de 2018
ABC:Arqueólogos de Jaén documentan una travesura infantil cometida hace 20 siglos
A finales del siglo I después de Cristo se demolió el edificio romano en el que se encuentra el mosaico de los Amores, uno de los principales hallazgos del yacimiento linarense de Cástulo. Más de 2.000 años después un grupo de arqueólogos ha constatado que algunas personas entraron en la ruina, y extrajeron teselas de pasta de vidrio de las zonas que aún eran visibles entre los escombros. Lo hicieron antes de que quedaran ocultas bajo los estucos de las paredes derribadas. Su hipótesis apunta a que los autores fueron niños romanos que protagonizaron una travesura.
Gracias a la estratigrafía se sabe que la demolición del edificio se produjo a finales del siglo I. También que el derribo se produjo de forma planificada, y que se retiraron previamente materiales susceptibles de ser reutilizados en otras construcciones, como las vigas del techo y el tejado. Retirar los mosaicos habría sido un trabajo arduo, de modo que permanecieron debajo de los sedimentos hasta que, 20 siglos más tarde, sus descubridores han captado detalles en ellos que sustentan su criterio de que una mano infantil está detrás de la mutilación artística.
El coordinador del yacimiento de Cástulo, Francisco Arias, enmarca el hecho en torno al año 96, cuando el emperador Domiciano fue asesinado en Roma tras una conspiración palaciega tramada por oficiales cortesanos y abanderada por el chambelán imperial. Tras el crimen, el edificio, destinado a rendirle culto, se convirtió, empero, en una víctima colateral arquitectónica, afectado directamente por la aplicación de la damnatio memoriae (condena de la memoria). Por entonces, el mosaico de los Amores ya se encontraba terminado.
El nuevo poder romano exigió su demolición. Arias sostiene que el proceso para demoler un edificio de casi 700 metros cuadrados duraría semanas y que en ese intervalo niños accedieron al interior con la intención de arrancar las teselas de color más llamativo, fabricadas con pasta de vidrio. Un adulto, aclara, habría actuado de otra forma, ya que habría tenido intencionalidad, bien de arramblar con el mosaico para reutilizarlo en otro lugar, bien de destruirlo para acabar así con cualquier vestigio que honrara la memoria de emperador con el que concluye la dinastía Flavia.
¿Qué teselas arrancaron previsiblemente niños de esta ciudad romana? El arqueólogo cita cuatro en concreto: las del pelo de la figura que representa el otoño, formado previsiblemente por hojas de parra, las de un carcaj, las de un manto y las de un faisán. Eran, asegura Arias, de colores muy vivos (naranjas, rojos, amarillos, azules y verdes). No lo intuye, lo sabe. Y esto porque existe un faisán exactamente igual, pero con las teselas en su sitio, en el mosaico de los Amores.
El mosaico objeto de la travesura se ha convertido en uno de los ejes arqueológicos de Cástulo, donde los hallazgos de piezas de gran relevancia histórica son constantes. Entre ellos destaca el de una patena del siglo IV de excepcional importancia por su singularidad y su calidad. Hallada en el yacimiento linarense hace tan sólo 4 años, es, según los expertos, la primera representación de la figura de Cristo de cuántas han sido descubiertas en España. En el vidrio transparente, fino y labrado, se refleja la figura de Jesús con dos apóstoles. Al parecer, San Pedro y San Pablo.
El hallazgo de esta pieza paleocristiana evidencia la gran riqueza arqueológica de Cástulo, cuyo director, Marcelo Castro, ha expuesto que el subsuelo esconde aún numerosos vestigios históricos. Como un circo romano, tal y como revelan las tomas de imágenes realizadas recientemente con tecnología avanzada por el Instituto Geográfico Nacional para elaborar mapas topográficos. La presencia de este monumento acredita la relevancia que adquirió esta ciudad durante la etapa romana, acrecentada tras apoyar a Roma en su enfrentamiento con Cartago.
domingo, 13 de mayo de 2018
ABC:Un caballo noble sepultado en lava, el último tesoro de Pompeya
El último tesoro hallado en Pompeya es un caballo sepultado en unas cuadras desde la erupción que acabó con la urbe y que era «de las razas más nobles» a juzgar por los adornos de bronce de su testuz, anunciaron hoy los gestores del yacimiento.
El parque arqueológico napolitano (al oeste de Italia) ha celebrado como «un descubrimiento extraordinario» los hallazgos en una villa ubicada en la zona de Civita Giuliana, en la periferia norte de Pompeya, la ciudad romana sepultada por la erupción del Vesubio del 79 d.C.
Ha sido posible adentrarse en esta distinguida finca extramuros ya que las autoridades policiales y judiciales perseguían una serie de excavaciones clandestinas emprendidas por saqueadores, que han sido localizados y denunciados.
Estancias desconocidas
La intervención ha permitido descubrir una serie de estancias destinadas al servicio que trabajaba en esta gran villa suburbana «conservada excepcionalmente» y que contaba con una zona residencial y otra dedicada a la producción agrícola, vinícola y ganadera.
Dentro se han localizado tres ánforas de aceite y vino –una dañada por los saqueadores–, utensilios de cocina como una sartén, parte de una cama de madera y restos de pequeños animales. Pero también se ha podido extraer los restos de un equino del que se ha realizado un molde de yeso, el primero de un caballo encontrado en Pompeya.
Esta técnica, con la que se ha recuperado la forma de numerosos pompeyanos, consiste en rellenar con yeso el hueco que dejó la desaparición del material orgánico de un ser vivo sepultado por las cenizas, una cámara vacía entre la materia solidificada.
El animal aparece recostado sobre el lomo izquierdo y su buena osificación es la de un ejemplar adulto, muy seguramente un caballo (equus caballus) a tenor de un análisis preliminar, en el que por sus dimensiones se descarta que pueda tratarse de un mulo o un asno.
Los expertos creen que este animal fue un ejemplar distinguido en primer lugar por su altura de metro y medio, mucho más que los caballos de la época, más pequeños que los actuales, lo que permite suponer que nació fruto de «cuidados» cruces entre especímenes.
Adornos y ornamentos
Por otro lado, el caballo luce en la parte del cráneo adornos y pequeños ornamentos metálicos, como el bocado en hierro o partes en bronce al parecer de correas de cuero ya desaparecido, «una presencia que podría indicar el valor y rol del animal», apuntan.
El escritor hispánico Columella, experto en agricultura, indicó en su tratado «De Re Rustica» (I d.C) que los caballos por entonces se dividían en tres tipos: nobles destinados a concursos y circos, sementales que daban una prole noble o ejemplares vulgares.
Los expertos del yacimiento de Pompeya indican que el caballo de Cività Giuliana «debía pertenecer a la raza más noble», a buen seguro «un animal de representación» que pese a su valor sufrió el mismo destino que otros muchos equinos en el momento de la tragedia.
El fuego, el humo tóxico y la ceniza acabaron con la vida en esta próspera urbe romana del Golfo de Nápoles pero los expertos han demostrado que, tras el desastre, se produjo «una reocupación del lugar» donde se encontraba esta villa.
Sobre ella, en una parte elevada, se ha hallado una tumba con un esqueleto en su interior y ha sido datada en una fecha «no bien precisa» por el momento, pero posterior al año de la erupción, el 79 d.C, en época imperial.
Los huesos localizados pertenecen a un robusto hombre de una edad estimada de entre 40 y 50 años cuya altura, de unos 175 centímetros a juzgar por su húmero, era «superior» a la media de entonces.
Su pelvis está prácticamente pulverizada y el cráneo ha aparecido «fuertemente dañado» presumiblemente por las libaciones que sus allegados le ofrecieron tras su muerte, descargadas al interior del sarcófago por un tubo en su parte superior aún presente.
La tarea consistirá ahora en esclarecer quién era esta persona, de la que aún poco o nada se sabe, solo que padecía una «anómala» forma dental o mordida, y que por sorpresa ha sido recuperado de la oscuridad de su tumba dos milenios después de su fallecimiento.
Una parte de la villa donde se han producido los hallazgos ya fue descubierta entre 1907 y 1908 por el marqués Giovanni Imperiali, que descubrió quince habitaciones, y todo el complejo ha sido objeto en las últimas décadas de excavaciones clandestinas.
Los descubrimientos anunciados hoy corresponden solo a dos de los cinco nuevos ambientes y, a la espera de saber qué nuevos detalles ofrecerá de la vida de aquel entonces, ya permite intuir «la peculiaridad» de este complejo que podría ser mucho más extenso de lo que se creía.
sábado, 12 de mayo de 2018
Encuentran el "Casco de Atenea" en Rusia
Un grupo de arqueólogos dio a conocer un interesante descubrimiento en el sudoeste ruso, en la península de Tamán. Se trata de un casco griego de tipo corintio que dataría del siglo V antes de Cristo.
Se trata de una pieza por demás singular debido a que es la primera vez que se encuentra un elemento de este estilo en territorio ruso, alejado de las principales polis que conformaban la Grecia Clásica. No sólo, sino que guarda una gran similitud con el casco que usaba la diosa Atenea en la mitología y con el que es representada en diversas esculturas y pinturas en vasijas.
De acuerdo con Vladímir Kuznetsov, jefe del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Rusia; pudo pertenecer a un soldado de alguna de las dos colonias griegas que se encontraban cerca de dicho lugar. Por su estructura, sugiere que su portador era un hombre libre, con cierto estatus dentro de su comunidad.
El casco forma parte de una serie de objetos encontrados en más de 600 tumultos excavados, donde se encontraban enterrados guerreros con sus armas y monturas.
viernes, 11 de mayo de 2018
ABC:Hallada en Egipto la tumba del general del faraón Ramsés II
No es una novedad que Egipto y sus faraones llevan captando adictos a la historia y la arquelogía desde hace siglos. Y es que parece que la tierra de los faraones siempre tiene algo nuevo que ofrecer. Que a día de hoy todavía yacen sepultados bajo las arenas de su desierto, a la espera, algunos importantísimos restos de esta embelesante y antigua sociedad. Así lo demuestra el reciente hallazgo de la tumba del general del gran ejército del faraón de la XIX dinastía Ramsés II: Iwerkhy.
Según la revista National Geographic, el enterramiento ha sido descubierto al sur de la pirámide de Unis, ubicada en el desierto de Saqqara, por un grupo de investigadores de la Universidad de El Cairo. A pesar de que la tumba aún no ha sido completamente excavada, en su interior se han encontrado numerosas piezas que delatan el alto rango que ocupaban Iwerkhy y su familia dentro de la sociedad egipcia. En el enterramiento también han aparecido los nombres de su hijo y de su nieto, lo que hace pensar que podría tratarse de una tumba familiar.
Según la directora de la investigación, Ola el Aguizy, la tumba parece tener el mismo estilo que otros enterramientos de la XIX dinastía. Estas construcciones se caracterizaban por contar con un patio delantero, una sala con estatuas y unos almacenes adyacentes con paredes enyesadas y techos abovedados, un patio rodeado de columnas y unas capillas occidentales que aún no han sido excavadas.
En la sala de las estatuas aparece grabada en la piedra la vida de Iwerkhy. Allí se encuentran escenas de guerra, se muestra el amarre de barcos o la entrega de jarras de vino de Canaán. Entre los restos encontrados también ha aparecido un bloque de caliza con figuras pintadas en relieve en el que aparece representada una vía navegable infestada de cocodrilos, además de carros de guerra y una especie de fuerzas policiales conformadas por nubios.
miércoles, 9 de mayo de 2018
ABC:Desvelan el último misterio de la tumba de Tutankamón
Un equipo de investigadores italianos ha descartado que existan cámaras ocultas en la tumba del faraón Tutankamón, una posibilidad que había generado una gran expectación en los últimos años entre los egiptólogos.
El equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Turín, dirigidos por el doctor Francesco Porcelli, usó un radar de gran precisión que consigue explorar en la roca, según ha detallado el Ministerio de Antigüedades egipcio en un comunicado.
Las pruebas demuestran que no existen discontinuidades en la pared de la tumba, puesto que se ha identificado la transición de la roca natural a los sillares que componen las paredes de la sepultura.
Tampoco hay evidencias de la existencia de jambas o de dinteles de puertas, o de «reflectores planos», que podrían indicar la existencia de paredes de una cámara funeraria o áreas vacías ocultas detrás de los frescos que adornan los muros de la tumba.
Porcelli ha afirmado que las pruebas son «concluyentes» y se puede descartar «con un grado muy alto de confianza» la hipótesis de la existencia de cámaras ocultas o pasillos adyacentes a la tumba.
Este es el tercer estudio con radar realizado en los últimos años y ha sido realizado para acabar con la controversia generada por los resultados contradictorios de los dos primeros, realizados por un equipo japonés y otro estadounidense.
Estos estudios se han realizado para tratar de confirmar la hipótesis formulada en 2015 por el egiptólogo británico Nicholas Reeves, que sugirió que la tumba de la reina Nefertiti podría estar escondida tras las paredes norte y oeste de la cámara funeraria de Tutankamón, quien reinó entre 1332 y 1323 a.C. aproximadamente.
Reeves interpretó que una fisura en la pared norte del sepulcro del «faraón niño» era una puerta sellada, que llevaba a una posible cámara oculta.
El descubrimiento de la tumba de Tutankamón, de la XVIII dinastía, asombró a todo el mundo en 1922, pues se trataba del primer enterramiento de un faraón que fue descubierto intacto, ya que todos las demás habían sido saqueadas en mayor o menor medida siglos atrás.
La tumba de Tutankamón está en el llamado Valle de los Reyes, lugar habitual de enterramiento de los faraones en la entonces capital egipcia, la antigua Tebas y actual ciudad de Luxor, en el sur del país.
martes, 8 de mayo de 2018
ABC:Hallado un mosaico romano polícromo en el yacimiento asturiano de Las Regueras
Un equipo de arqueólogos ha localizado un nuevo mosaico romano polícromo en el yacimiento de la Villa de San Martin o Villa de Andayón, ubicado en Las Regueras, que viene a sumarse los restos hallados en las excavaciones realizadas en los años 1958, 1961 y 2013.
Según ha informado hoy Juan R. Muñiz, director técnico de la excavación, financiada por el Ayuntamiento de Las Regueras, los trabajos han permitido descubrir una parte del mosaico en excelente estado de conservación y del que se estima que sólo se ha descubierto una cuarta parte de su superficie total, que en principio se calcula que tendría unos cinco metros.
La ornamentación se compone de motivos geométricos como flores hexapétalas, cuadrados, losanges, círculos, sogueados y cruces gamadas, elaboradas mediante la combinación de teselas de varios colores y de un tamaño medio en torno a 1 centímetro cuadrado.
Sobre el pavimento yacen restos de los pavimentos que cubrían las paredes y que se derrumbaron tras el abandono de la villa y sus motivos pictóricos son similares a los de fragmentos ya recuperados en la campaña de 2013.
Este mosaico, pendiente de una futura reexcavación integral, es el cuarto que se localiza en Asturias y el segundo que proviene de este yacimiento lo que, según los investigadores, parece confirmar la impresión de que se trataría de la villa romana con el mayor y más rico repertorio decorativo de las documentadas en Asturias.
Los resultados preliminares de los trabajos se presentarán en dos charlas que se impartirán respectivamente en la capital del concejo, Santullano, y en el Museo Arqueológico de Asturias.
lunes, 7 de mayo de 2018
ABC:Hallada una estela diademada de la Edad de Bronce en Huelva
Unas obras en el camino de Las Capellanías de Cañaveral de León (Huelva) por parte del Ayuntamiento ha sacado a la luz una estela diademada que data de la Edad de Bronce (5.000 años antes de Cristo) y que supone una de las pocas de estas características existentes en España.
Fuentes municipales han informado a Efe de que los restos arqueológicos fueron hallados recientemente en las obras de reconstrucción de dicho camino, situado a poco metros del casco urbano.
Al iniciar los trabajos descubrieron que un resalto estaba producido por «una piedra, como si fuera la tapa de una lápida funeraria», por lo que procedieron a su extracción, con supervisión de expertos arqueólogos, y constataron al ver su revés que «había elementos tallados». Una vez analizada, los expertos han concluido que se trata de una estela diademada de la Edad de Bronce, la primera de estas características que se encuentra en la provincia de Huelva y una de las pocas existentes en España.
La pieza, de grandes dimensiones, se encuentra custodiada en una sala del Ayuntamiento de Cañaveral de León, mientras que la zona en la que ha sido encontrada está siendo vigilada por el Seprona de la Guardia Civil para evitar posibles expolios, ya que los arqueólogos no descartan que puedan encontrar nuevos restos en las inmediaciones.
Una estela es un monumento conmemorativo generalmente facturado en piedra como la hallada en este municipio, que se erige sobre el suelo en forma de lápida, de pedestal o de columna.
El director general de Bienes Culturales y Museos, Marcelino Sánchez, ha destacado que «encontrar una estela que aporte esta cantidad de elementos es muy significativo» y ha añadido que «puede estar relacionada con posibles enterramientos, pues se usaría como una gran losa plana».
Ha señalado también que «los investigadores tienen ahora un buen campo para localizar más material con el que poder ilustrar esta época». Además, ha aclarado que «no está completa, pero es un fragmento muy importante. Estaríamos hablando de una estela de 1,30 metros de altura aproximadamente».
El grabado sobre la piedra hallado fue realizado mediante técnica de piqueteado en una roca de forma rectangular curvada en su parte superior. Sus dimensiones son de 97 centímetros de largo, 67 de ancho y unos 22 de grosor, con un peso aproximado de unos 400 kilos. Se trata de una representación antropomorfa de una cabeza con rostro, un torso y la mano izquierda. Está coronada por una doble diadema, y en su lado derecho puede verse un elemento trapezoidal y lo que puede identificarse como un peine o un elemento musical. Al cuello lleva un pequeño collar de cuentas y el torso parece cubierto por un elemento de protección y sobre la mano izquierda aparece un elemento esférico, que algunos autores identifican con espejos y tres pequeñas cazoletas.
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