Esta entrada se la dedicamos hoy a nuestro buen amigo Gustavo Reyes Pujadas que esta realizando una exposición durante estos días en Granada.
La pasión de Gustavo Reyes, también licenciado en Bellas Artes, por la arqueología experimental y la reconstrucción histórica, especialmente del periodo greco-romano y su relación de éste con el sexo, le han llevado a crear su repertorio ‘Priapo, sexualidad protectora’. Aunque el nombre deja claro de qué trata, las figuras reproducidas por el artista confunden a simple vista. Algunas parecen un ángel, un ancla, un duende o un hombre montado a caballo. Pero no, al acercarte, tocarlas y escucharlas verás que cada una de las 34 piezas son reproducciones de fascinus y tintinnabulum, resultado del estudio de amuletos fálicos de la antigua cultura romana. El culto al falo erecto fue producto de la tremenda superstición que reinaba entonces en la sociedad romana, en la que echar un mal de ojo estaba a la orden del día. La veneración de estas formas fálicas tenía como misión alejar las maldiciones, asegurar la cosecha o garantizar la fertilidad de las mujeres.
La faceta de músico de Gustavo Reyes influye en la colección, al reproducir en varias de las figuras sus cascabeles y campanas, elementos que usaban también antaño para espantar el mal de ojo con su sonido. Las diferentes reproducciones de estos amuletos se ponían en las puertas de las casas, en las ventanas, como colgantes o en el cinturón de los soldados. Incluso se regalaban en bodas como deseo de felicidad para los novios.
“Lo que más me ha inspirado es el trabajo de los conservadores y arqueólogos David Ruiz y Virginia Barea, y el buen hacer de los recreadores de la Legio I Vernácula”, cuenta Gustavo. La colección gira en torno a Priapo, una antigua divinidad de Grecia y Roma, representada como un pequeño hombre barbudo dotado de un gran falo. Este dios menor fue condenado a tener su falo siempre en erección a causa de los celos de Era, esposa de Zeus. Símbolo del instinto sexual, de la fecundidad masculina, protector de la naturaleza y guardián de las huertas y jardines, Priapo fue un personaje ridículo, pues a pesar de su constante erección era impotente. De hecho, en la actualidad se conoce como priapismo a la enfermedad que provoca la permanente erección del pene.
Sin duda la exposicion contiene los ingredientes necesarios para despertar los sentidos y observar cada uno de los detalles que las componen. La sexualidad de las imágenes llaman a la curiosidad a descubrir el lado más erótico de la cultura romana.
Punto T (Granada ) acoge esta exposicion desde el pasado día 12 de diciembre y lo hará hasta el próximo 9 de enero. Esta situada en la céntrica calle Sierpe Baja.