Saboreando aún las mieles que ha producido la “aparición” del Cristo en Majestad hallado en el yacimiento linarense de Cástulo, el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, ensalzó, ayer, en el Oppidum ibero del Puente Tablas, la “inmensa fortaleza” del patrimonio jiennense y abogó por ponerla al servicio del desarrollo económico de la provincia. Flanqueado por la delegada del Gobierno andaluz, Purificación Gálvez, y la diputada de Empleo, Promoción y Turismo, Ángeles Férriz, el consejero visitó el futuro Centro de Recepción de Visitantes y se maravilló, en el santuario dedicado a la diosa de la fertilidad, con las explicaciones del arqueólogo Arturo Ruiz sobre el mundo ibero.
“Pocos lugares hay en Andalucía que puedan contar con una riqueza arqueológica como la que tiene en estos momentos Jaén y que está en expansión, porque es un melón casi sin calar. Aún puede salir a la luz mucho más pasado y nuestro objetivo —subrayó— es conservarlo y convertirlo en un instrumento de vertebración económica y generación de empleo”.
Como ocurre con el turismo astronómico —dijo—, la arqueología es un “segmento con un potencial incalculable”, y apuntó: “Vamos a aprovechar todos los recursos que tenemos para posicionar a Jaén y a Andalucía con fuerza en los mercados turísticos”.
En el marco del programa “Viaje al tiempo de los iberos”, recalcó que el Centro de Recepción de Visitantes del Puente Tablas enfila la recta final con la ejecución del proyecto museográfico y valoró que el edificio, junto con otras intervenciones para adecuar el yacimiento, supone una “inyección de en torno a 1,1 millones” financiados por la Junta y la Diputación. Con todo, reconoció que, para poner en valor todo el potencial arqueológico de la provincia, sería necesaria una mayor inversión, pero indicó: “La prioridad de la Junta ahora es satisfacer los derechos básicos de los ciudadanos. A eso le dedicamos el 80% de los recursos”.
