miércoles, 15 de agosto de 2018
ABC:Aparece un fresco del dios Priapo en Pompeya, símbolo de la potencia y la riqueza
El dios Priapo, símbolo de potencia y riqueza, vuelve a aparecer en un fresco de Pompeya. Nuevas maravillas se descubren, como había pronosticado el director del Parque arqueológico, Massimo Osanna, en las excavaciones que se realizan en la zona Regio V. Bellos frescos han aparecido en una valiosa casa de la ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el 79 d. C.
Quien entraba en esa residencia con fachada a via del Vesubio, una de las más concurridas de la antigua ciudad romana, se encontraba en el atrio con el fresco de Priapo, dios de la prosperidad y de la riqueza, representado en el momento de pesar su enorme falo sobre una balanza que sostenía con su mano derecha. En un lado de la balanza está colocado el falo y en la otra haciendo de contrapeso la bolsa llena de monedas. A los pies, un cesto con frutas. Apenas pasada la puerta del ingreso a la casa, el visitante era recibido por el dios Priapo. De esta forma sus propietarios mostraban su status de familia rica.
Es la segunda vez que un fresco del dios de la mitología griega y romana aparece en Pompeya. El primer descubrimiento se realizó entre 1894 y 1895 en la casa de los Vittii, una de las residencias más famosas y lujosas de Pompeya, con frescos de extraordinaria belleza. El dios Priapo que se encuentra en el vestíbulo de esta villa de los Vittii es una de las imágenes más fotografiadas y reproducidas de Pompeya. El falo, a menudo representado en frescos y mosaicos de la época, se veía como símbolo origen de la vida, y para los antiguos romanos era auspicio de fertilidad, bienestar y riqueza.
Además del fresco de Priapo, en la casa que se está descubriendo en la vía del Vesubio con bellas decoraciones, ha aparecido otro precioso fresco con la cara de una mujer con cabellos rubios recogidos tras la nuca. En la misma casa hay una habitación decorada con un paisaje marino y una naturaleza muerta. En esta residencia seguramente vivía un miembro de la aristocracia pompeyana, en buena parte enriquecida gracias al comercio. Era una casa, como todas las de los aristócratas romanos, para exhibirla. Durante el día la puerta de entrada permanecía abierta, para que las personas que transitaban por vía Vesubio pudieran echar un vistazo al vestíbulo donde estaba el fresco del dios Priapo.